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Días atrás, la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica desarrolló un ciclo de conferencias enfocadas en el tema de los Determinantes Sociales de la Salud (DSS), con la participación de Carles Muntaner, catedrático de Enfermería en la Universidad de Toronto, quien ha estudiado a profundidad los DSS y su relación con la salud. Escucharlo, enriqueció tres ideas que tengo sobre la temática: la salud como cuestión social, la necesidad de desarrollo de un Estado de bienestar y el gradiente social como DSS.
En primer lugar, hoy en día, la salud no se puede comprender como una cuestión biológica, sino que es una cuestión social. Por ende, el estudio de las condiciones en que viven las personas y las oportunidades que tienen, permite identificar los mecanismos sociales de intervención según sus necesidades. Me satisface saber que este enfoque no es ajeno al plan de estudios de la carrera de Enfermería, sino, que se ha convertido en uno de los ejes principales de cada uno de los módulos que la integran, logrando entender que la clase social, el género o la etnia, entre otras situaciones, impactan mayormente la salud de las personas. Esta integración no ha sido fácil y debe extenderse a otras disciplinas; sin embargo, considero que la Enfermería debe liderar este proceso, ya que la propuesta curricular de la escuela le permite comprender las necesidades reales de las personas a partir del Proceso de Atención de Enfermería. Acerca de esto, el profesor Muntaner explicó que la Enfermería lleva la ventaja para intervenir en los DSS, gracias a su currículum y al mayor contacto con la población. Aunque considero que, a pesar de esta capacidad, debemos mejorar la participación social y política para poder influir en la sociedad desde nuestra perspectiva. En segundo lugar, el desarrollo de un Estado de bienestar permitiría recuperar y mantener la salud de la población, a través de acciones de promoción. Lamentablemente, Costa Rica ha tomado un rumbo distinto a las políticas sociales que la habían distinguido de los países latinoamericanos. Y si bien este cambio está justificado en su adaptación a las transformaciones estructurales del orden mundial, cada día existe mayor evidencia de que el resultado ha sido el aumento de la pobreza. Por lo tanto, la adopción de políticas neoliberales ha provocado el surgimiento de mayores necesidades en salud, resultantes de falta de empleo de calidad, desempleo o acceso a la educación. Con respecto a esto, el profesor Muntaner planteó que si se desea llegar a la modificación de las políticas perjudiciales de la sociedad, se debe favorecer la unión de movimientos de presión. En este sentido, la Enfermería obtendría una oportunidad de incrementar su participación social y política como grupo de presión, gracias a su capacidad de trabajo en los DSS por la equidad en los servicios de salud. El currículum de la carrera se centra en el desarrollo de equipos que logren modificar aspectos perjudiciales para la salud y, ¿por qué no?, en constituirse como movimientos de presión que impacten en la calidad de vida de las personas desde la Atención Primaria de Salud.
Por último, el gradiente social permite identificar las ventajas y desventajas de salud en una comunidad. Existe una repartición de la riqueza desigual que genera salarios bajos, delincuencia, estrés y depresión. El profesor Muntaner recomienda una intervención a nivel macro y transdisciplinar en transferencias sociales, servicios de salud, educación, políticas de Estado, salud ambiental y ocupacional, en la protección al consumidor, entre otras. La Enfermería no puede sentirse ajena a este proceso, ya que su intervención le permite plantear soluciones específicas, eficaces y efectivas. En cuanto a esto, el plan de estudios está estructurado de forma tal, que logra sensibilizar a las y los enfermeros en los escenarios donde se desarrollan los diferentes grupos etarios, con el fin de tener un primer contacto con aquellas causas que afectan el bienestar de las personas, siendo la comunidad el punto de partida para generar políticas de desarrollo humano. Enfermeras y enfermeros, sigamos asumiendo retos, rompamos paradigmas para confortar y llevar esperanza a quienes no la tienen. Hagamos nuestro aporte a la estructura social para eliminar las inequidades en salud y favorecer la felicidad de todas y todos.
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