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De 35 milímetros a unos y ceros

El profesor Peter Larsen visitó la Universidad de Costa Rica para hablar del cambio que las nuevas tecnologías están produciendo en la cultura, el cine y los medios de comunicación.

El profesor Peter Larsen visitó la Universidad de Costa Rica para hablar del cambio que las nuevas tecnologías están produciendo en la cultura, el cine y los medios de comunicación.
La cultura occidental se encuentra en una encrucijada. Los nuevos medios, como Internet, y las nuevas tecnologías de la digitalización proclaman nuevos paradigmas de producción y consumo. Peter Larsen, profesor de la Universidad de Bergen, Noruega, ha dedicado gran parte de su trabajo a estudiar estos cambios culturales a partir de los medios de comunicación y el cine.
Invitado por el Programa de Posgrado en Comunicación de la Universidad de Costa Rica, como parte de la apertura de la Maestría Profesional en Diseño del Lenguaje Audiovisual y Multimedia, el profesor Larsen ofreció una serie de conferencias durante la segunda semana de julio, en las cuales analizó desde el papel de la música en el cine hasta los cambios que ha tenido la teoría fílmica debido a las nuevas tecnologías.
Danés de nacimiento, ameno, cordial y con una apariencia nórdica que lo hace parecer nieto del mismo Odín, el profesor Larsen conversó con nosotros durante una soleada mañana en la que comenzamos hablando de la escena del +Heavy Metal en Noruega, comentamos lo lamentable de la xenofobia que persiste tanto en el viejo continente como en tierras costarricenses y nos expresó sus ideas acerca de la relación de la cultura, el cine y los medios con los cambios tecnológicos.
DIGITALIZACIÓN CULTURAL

Para Larsen, la cultura actual se encuentra en un estado de constante movimiento, en su interior ocurren cambios a cada momento. “Diría que vivimos en una cultura que, por supuesto, es dominada por medios digitales. Esta digitalización mediática ha permitido un intercambio muy rápido de ideas y de información”.
La diferenciación entre culturas nacionales que se daba hace 50 años se ha ido difuminando. Cada vez se tiene la percepción de que el planeta se está convirtiendo en una Aldea Global. “Vivimos en una situación cultural muy mezclada, y, por supuesto, muchas personas van a temer que las culturas nacionales van a caer y que va a haber una dominación por una cultura global, influenciada más que todo por la cultura estadounidense. No sé si esto es un peligro real, pero no hay duda de que hay una mezcla muy poderosa de culturas en este momento”.
El impacto de las nuevas tecnologías tiene una gran repercusión en el terreno del arte. Larsen recuerda que muchos artistas jóvenes están aprovechando las innovaciones tecnológicas para hacer cine y música, y para experimentar en las artes visuales, creando nuevas formas. “Ser fotógrafo significaba ser artesano: se tenía que trabajar en el cuarto oscuro, con el rollo de película y se tenía que saber revelar. Ahora, todo el mundo es artesano, todo el mundo puede usar +Photoshop. Por esto, los artistas visuales están haciendo otras cosas. Ya no se pretende buscar buenas imágenes, sino usar las nuevas tecnologías para crear nuevas expresiones”.
Larsen resalta que las nuevas tecnologías están ayudando a nuevos artistas y cineastas. “Con una grabadora digital se puede hacer una buena película. Muchos artistas jóvenes están usando la página web +Vimeo para subir sus obras, está funcionando como un ‘cuaderno de bosquejos’: las ideas se llevan a cabo gracias a las nuevas tecnologías”.
De esta manera, los medios tradicionales continúan haciendo lo que solían hacer de forma más eficiente gracias a las posibilidades tecnológicas y muchos artistas jóvenes e independientes están llevando a cabo sus visiones, cambiando, en cierto sentido, el desarrollo del cine.
“Por ejemplo, el director danés Lars von Trier hizo un pacto con sus camaradas llamado Dogma, en el que se comprometieron a grabar sólo en locaciones (no en estudio) y en soporte digital, a no usar música a menos que estuviera en el lugar de grabación; querían darle una perspectiva realista al cine y pudieron hacerlo ya que no siguieron reglas rígidas”, recuerda Larsen.
Los nuevos medios implican un reto para la teoría fílmica. El estudio del cine está cambiando debido a las innovaciones tecnológicas. “Solíamos hablar de una película como si fuera un objeto con límites claros, un objeto que es producido, proyectado en un cine y la audiencia puede seguir su narrativa. Ahora hay una situación totalmente diferente. Una película ya no es un objeto cerrado, puede ser mostrada en muchas plataformas: uno no tiene que ir a una sala de cine para ver una película, uno la puede ver en una tableta, en televisión, en el teléfono celular, mientras espero en el aeropuerto”.
Un supuesto básico de la teoría fílmica afirma que una película es la expresión de la visión artística del director. Pero Larsen sostiene que “con las nuevas tecnologías, muchas de las personas que trabajan en efectos especiales son muy importantes a la hora de crear la película y tienen una influencia muy especial en la producción. Entonces, se ha vuelto muy difícil afirmar que una película es la creación de una sola persona. Además, las barreras en la producción de cine, televisión y otras plataformas se han borrado”.
Para el profesor Larsen, es muy difícil regresar a las viejas formas de producción de cine. Grabar en celuloide se convertirá en un recuerdo del pasado para darles paso a las nuevas tecnologías digitales.
 
¿NUEVAS NARRATIVAS?

Se ha considerado, desde muchos ámbitos, que la manera de contar historias en los medios tradicionales y en el cine está cambiando. Los efectos especiales parecen tener un papel más prominente en la producción audiovisual. Así, se habla de una oposición entre narrativa y espectáculo.
Larsen señala que hay una gran diferencia si uno compara las películas +mainstream (populares) de hoy con las de 1950. Sin embargo, el cambio también es notorio en un corto periodo de tiempo. “Si se compara la primera versión de +Duro de Matar con la última uno se da cuenta de que la primera tenía una narrativa más o menos compleja, pero las secuencias de acción y las persecuciones tienen más protagonismo en la última versión, la narrativa es casi sólo una excusa para las explosiones”.
De esta manera, se comienza a percibir una tendencia. “+Avatar es un típico +blockbuster. Tiene una narrativa meramente esbozada, y en cierto sentido estúpida, pero el punto de la película es tener imágenes impresionantes en tercera dimensión moviéndose, montañas flotando y criaturas extrañas”.
No obstante, Larsen considera que se puede dar un equilibrio entre narrativa y espectáculo en las películas de grandes presupuestos y amplia popularidad, conocidas como +blockbusters. “+El Señor de los Anillos es un ejemplo de una narrativa muy compleja, que se desarrolla a lo largo de tres películas, la cual tiene un espectáculo visual sorprendente producido con nuevas tecnologías”.
La digitalización ha permitido el surgimiento de una nueva gama de efectos visuales. Habiendo sido una tendencia en la década de 1950, la tercera dimensión ha cobrado fuerza durante los últimos años en las producciones de Hollywood. “Técnicamente, en la actualidad se pueden hacer películas muy buenas en 3-D. La pregunta es: ¿deberían hacerlo? Una película en 3-D debería ser una ocasión especial: esta debe tener algo que exija la tercera dimensión”.
Pero el profesor Larsen sugiere que las nuevas tecnologías permiten que los y las cineastas rompan con las reglas clásicas de realizar cine debido a que las audiencias están cambiando. Empero, esto implica una paradoja.
“Las audiencias de cine han visto tantas películas que son muy buenas leyendo narrativas, los espectadores saben qué esperar, no hay que explicarles todo para que entiendan; además, quieren tener una estimulación visual, buscan entretenimiento dependiendo del contexto. Entonces, se pueden contar historias de otras maneras, pero, a la vez, la audiencia tiene más distracciones, se interesa más por sentir emoción visual”.
 
LA NUEVA ESFERA PÚBLICA CULTURAL

Los nuevos medios han estimulado una manera diferente de comprender la cultura. En un contexto en el que las audiencias cambian, Internet se transforma en una arena para entablar discusiones políticas y debatir la industria cultural.
Para Larsen, “en Internet se dan discusiones referentes a la cultura muy diferentes. Existen espacios donde hay una verdadera cultura de fanáticos de, por ejemplo, una serie de televisión; además de páginas Web y +blogs donde se dan debates que antes sólo se encontraban en los periódicos: ahora los críticos de cine están en la red”.
Así, Internet es un vehículo para comprender el acontecer social y cultural. Las personas tienen acceso a todo un universo de posibilidades en el que pueden informarse y discutir acerca de un acontecimiento de la actualidad o los pormenores de la producción de un +blockbuster.
“El lado bueno es que tenemos una discusión pública abierta en torno a la cultura, las personas no tienen miedo de dar sus opiniones, es una situación muy democrática.  El lado malo es que Internet tiene una parte muy comercializada, muchas de las personas que están dentro del debate son pagadas por grandes estudios que producen películas; entonces, no se sabe si la discusión tiene un cimiento crítico verdadero o es parte de una estrategia de marketing”.
Por ejemplo, en torno a las discusiones de los diferentes programas de televisión o películas se forman comunidades de fanáticos. Larsen enfatiza que en estos espacios surge una identidad especial, ya que “cuando me uno a la discusión me considero a mí mismo un +fan, o persona que se siente interesada, de la serie. Esta identidad grupal está unida a una lealtad no sólo al tema que se discute, sino también al sitio donde se hace porque a lo largo de Internet se puede hacer en muchas partes”.
Empero, Larsen señala que los grandes estudios están utilizando estas comunidades para sus estrategias de marketing. Por ejemplo, cuando hay una respuesta negativa ante determinado hecho de una serie de televisión, las historias se cambian.
Peter Larsen recalca que las innovaciones tecnológicas y la digitalización mantienen a la cultura en constante movimiento. Además, enfatiza que se está dando una +alfabetización visual muy importante. “Los niños y niñas están viendo películas de todo tipo y de distintas maneras desde muy pequeños. No es la misma situación de hace 50 años en la que ir al cine era una experiencia especial. El espectador está preparado para leer lo que los cineastas quieren hacer, es más flexible pero se distrae con más facilidad”.

  • Rodrigo Muñoz-González
  • Forja
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