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Un empate no es malo en juego Costa Rica-EE. UU.

La Selección Nacional debe cumplir dos juegos decisivos en la eliminatoria ante Estados Unidos como local y visita a Jamaica. Si se suman mínimo cuatro puntos, Costa Rica se acerca al Mundial. En la Copa de Oro la Selección Nacional perdió 1-0 con Estados Unidos. (Foto: http://fedefutbolcr.com)

La Selección Nacional debe cumplir dos juegos decisivos en la eliminatoria ante Estados Unidos como local y visita a Jamaica. Si se suman mínimo cuatro puntos, Costa Rica se acerca al Mundial. En la Copa de Oro la Selección Nacional perdió 1-0 con Estados Unidos. (Foto: http://fedefutbolcr.com)
La victoria de la Selección Nacional en República Dominicana 4-0, en un partido de fogueo antes de enfrentar dos juegos decisivos por la eliminatoria mundialista, con Estados Unidos el 6 de setiembre en el Estadio Nacional, y frente a Jamaica el 10 del mismo mes en Kingston, no apaga la rebelión contra el trabajo del técnico Jorge Luis Pinto.
Los aficionados no digieren el pobre desempeño de Costa Rica en la Copa Oro ni la eliminación sufrida en los cuartos de final ante Honduras, y han arreciado críticas y cuestionamientos sobre la labor del técnico colombiano, centradas −si se le desea poner nombre y apellido− en la preferencia por el delantero Alvaro Saborío, en detrimento de otros atacantes del fútbol costarricense y por ese afán del estratega suramericano, de dar preferencia a un fútbol muy trabajado y reforzado en defensa, y con pocos argumentos para jugar al ataque.
Los críticos más acérrimos del entrenador de la selección manifiestan que Pinto les resta fútbol a los jugadores criollos. Los amarra y les corta imaginación. De modo que usualmente se ven partidos trabados, sufridos, defensivos, de escaso espectáculo y nada agradables a los ojos de los aficionados.
 
De cara al juego del 6 de setiembre por la eliminatoria al Mundial en Brasil, viene a suelo patrio la selección de Estados Unidos en su punto más alto, campeona invicta de Copa Oro y con 12 partidos consecutivos sin conocer la derrota, con un triunfo la semana anterior 4-3 frente a Bosnia, donde se lució el delantero Jozy Altidore con tres anotaciones, un potente ariete que no estuvo presente en la Copa Oro.
 
Contrasta el excelente momento y entorno que envuelve al seleccionado de las barras y las estrellas, con el contaminado ambiente que se respira alrededor de la Selección Nacional de Costa Rica, pues parece rota −o al menos herida− la comunión y buena relación que se dio entre equipo y afición, después del asalto a nieve armada que sufrió el equipo de todos en Denver, cuando precisamente los estadounidenses derrotaron a los nacionales 1 a 0, en medio de una tormenta de nieve, en un escenario que no estaba apto para un juego de fútbol.
El matrimonio entre la Sele y la afición tuvo puntos muy altos. Llegó el éxtasis con las victorias ante Honduras y Panamá en la eliminatoria y un empate en México que tuvo sabor a triunfo; pero, inexplicablemente, todo se vino a pique con el pésimo desempeño de la Tricolor en la Copa Oro.
La luna de miel se congeló y a muy pocos días del enfrentamiento con Estados Unidos, que sería el sétimo partido de la hexagonal, cunde el pesimismo, el drama, la incertidumbre, excepto en el corazón de los fanáticos que −cegados por su pasión con la Tricolor− opinan que Costa Rica debe hincar a los gringos sin mucho problema.
EMPATE CONDICIONADO
En estos momentos, la Selección de Estados Unidos está en un punto más alto que la Selección Nacional. Es sin duda un mejor equipo, de manera que si combinamos la euforia que vive el cuadro de Jurgen Klinsmann con los problemas de entorno del equipo de Jorge Luis Pinto, es complicado presentarse optimista para el juego del 6 de setiembre.
Analizando la nómina y la forma de jugar de Estados Unidos, se ve de verdad bien difícil que Costa Rica los pueda derrotar en el Estadio Nacional. Para prevenir una tragedia futbolera, que vendría si se combina la eventual derrota con la segura petitoria para destronar a Pinto, hay que adelantar acontecimientos −sobre todo matemáticos− y asegurar que si se empata con Estados Unidos y  Jamaica cae derrotado de visita el marte siguiente, prácticamente se amarra la clasificación al Mundial en Brasil, al alcanzar 15 puntos (hoy tiene 11).
Un empate con los visitantes, condicionado a un triunfo en Kingston, dejaría a Costa Rica con 15 puntos en la hexagonal, y a la espera de un par de partidos que pueden estremecer las clasificaciones: México frente a Honduras el mismo 6 de setiembre y Estados Unidos contra México el martes 10 de setiembre.
Honduras pierde con México en el Azteca y derrota a Panamá en Tegucigalpa y suma 10 puntos (hoy tiene 7), de manera que se le meterían a los catrachos 5 puntos de diferencia con solo dos partidos por jugar, lo que daría al país prácticamente como mínimo el tercer lugar de la hexagonal.
La Selección Nacional cierra su participación viajando a Honduras y recibiendo a México. Un empate en Tegucigalpa la reafirmaría en Brasil y puede que se reciba a los mexicanos ya estando Costa Rica clasificada.
Se hace este comentario para que en caso de que Estados Unidos saque un empate acá, los aficionados no se vuelvan locos y pidan a gritos la cabeza del entrenador. Desde luego que lo ideal sería derrotar a los estadounidenses, resultado también posible si se repasa que a este equipo le cuesta ganar en suelo costarricense. De manera que conforme se acerca la fecha de tan dramático compromiso, sería provechoso meter las cabezas calientes en el congelador, razonar, reflexionar, hacer números y no sacar la guillotina solo por explosiones emotivas, que hacen que el hígado y el corazón le ganen la partida a la razón.

  • Angie Barrantes 
  • Deportes
Football
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