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La madera de especies como guanacaste, cedro maría, teca y melina mejoraron hasta en un 93 % su resistencia a plagas y a hongos mediante la inmersión en anhídrido acético en solo tres horas.
A diferencia de los otros productos que actualmente se utilizan para curar o preservar la madera que se emplea en construcción, muebles y otros objetos, el anhídrido acético tiene la ventaja de que una vez procesada la pieza no es tóxico y cuando el mueble o la pieza de madera se desecha, no destila con el agua y no llega a los mantos acuíferos.
Así lo comprobaron investigadores del Laboratorio de Productos Forestales (LPF) del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII) de la Universidad de Costa Rica (UCR) en dos estudios de graduación coordinados por el Ing. Johnny Daniel Alfaro Pérez, profesor e investigador del LPF.
Las investigaciones, elaboradas por Tatiana Pardo Sequeira y Ernesto Blanco Arias para optar al grado de Licenciatura en Ingeniería Química, dieron resultados satisfactorios para la preservación y el mejoramiento de las características mecánicas o de la resistencia de la madera. Las especies incluidas en el estudio son cultivadas en Costa Rica por ser propias del clima tropical.
Estos son los primeros trabajos que se realizan en el país con anhídrido acético, y por tratarse de maderas porosas, las pruebas de laboratorio determinaron que en períodos no mayores a las siete horas se puede lograr que la teca y la melina se preserven contra la polilla, los hongos y otras plagas.
Trabajos similares se han efectuado en otras latitudes para mejorar la calidad de la madera como el pino, el abeto y el ciprés, coníferas que por sus características de clima templado son menos porosas y por lo tanto de más difícil penetración de productos químicos.
El estudio requiere de una planta piloto para establecer la rentabilidad para los aserraderos. No obstante, es de vital importancia para los expendedores de madera y especialmente para los consumidores de productos confeccionados con este material natural, que estarían seguros de que la madera no contiene ningún aditivo contaminante.
PROCEDIMIENTO
Los hongos, la humedad, la radiación ultravioleta y las termitas son enemigos de la madera. Para su protección en Costa Rica se emplean sustancias químicas, algunas de estas tóxicas, y que están prohibidas en Europa y Estados Unidos por los efectos negativos para el ambiente.
Las pruebas realizadas para preservar la teca y la melina -maderas de uso muy frecuente en construcción, elaboración de tarimas y mueblerías- dieron como resultado que al sumergir los trozos de madera en anhídrido acético por un período de tres horas se logra preservar el material en un 78 % en el caso de la teca y en un 93 % de la melina.
Después de que la madera se somete al químico durante ese lapso, se saca y se sumerge en agua por 72 horas para comprobar que ya no absorbe humedad. Este período de tres días en el agua se considera una condición extrema, según explicó el Ing. Alfaro.
FASE EXPERIMENTAL
De acuerdo con los investigadores, los resultados de este estudio proporcionan una base para que la industria de la madera mejore la calidad de los productos y contribuya con la salud ambiental.
Los especialistas que confirmaron la efectividad del nuevo procedimiento consideran que este es relativamente sencillo. No obstante, quienes utilicen el anhídrido acético para este nuevo tratamiento deben de tener cuidado porque esta sustancia es irritante. Por esta razón, los aserraderos tendrían que invertir en tanques cerrados para sumergir las piezas de madera, con el fin de garantizar la seguridad del personal que efectúa el proceso.
“Para introducir una tuca se requiere un estanque grande y ver cómo se comporta la madera en esa densidad”, resaltó Blanco.
Los ingenieros químicos afirmaron que el anhídrido acético es un reactivo más caro en relación con el químico que se emplea actualmente y que requiere un manejo más cuidadoso.
Se trata de “un precursor, es un químico importado que se usa para la síntesis de drogas y está regulado por ley”, manifestó Alfaro. Añadió que el establecimiento de una planta abarataría mucho los costos.
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