Abrir Noticia Guardar

La pesca de arrastre y su prohibición en Costa Rica: un enfoque científico

La pesca de arrastre barre el fondo marino y captura todo lo que se encuentra a su paso (foto cortesía Ingo Wehrtmann).

La pesca de arrastre barre el fondo marino y captura todo lo que se encuentra a su paso (foto cortesía Ingo Wehrtmann).
Dr. Ingo Wehrtmann, coordinador de la Unidad de Investigación Pesquera y Acuicultura (UNIP) del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) y profesor de la Escuela de Biología.
El uso de una red de arrastre es un arte de pesca antigua que se utiliza prácticamente en todo el mundo. Esta técnica consiste en una red lastrada que barre el fondo del mar y que captura todo lo que encuentra a su paso. Estas redes pueden ser utilizadas en pangas (pesca artesanal), en la pesca semi industrial o en la pesca industrial.
En Costa Rica no tenemos buques grandes de fábrica, aunque existen embarcaciones semi industriales equipadas para congelar el producto a bordo. La duración de los arrastres es muy variable, puede oscilar entre menos de 60 minutos a varias horas.

El problema principal de este arte de pesca es su poca selectividad. Prácticamente todos los organismos que se encuentren en el camino de la red de arrastre terminan como parte de la captura. Se habla de una pesca incidental, es decir, el conjunto de los organismos que no representa la o las especies objetivo (por ejemplo camarones) forman la fauna acompañante (FACA) de la pesca.

¿Qué se hace con esta FACA? Existen dos opciones: aprovecharla o desecharla. En Costa Rica, la práctica más común es regresar estos organismos (generalmente muertos o con muy pocas posibilidades de sobrevivir) al mar, incluyendo animales que se aprovechan en forma comercial en otros países del istmo.
De acuerdo con publicaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca de arrastre por camarones y peces demersales representa el 50 % del total del descarte mundial y solamente el 22 % de las capturas. Además, la pesca de arrastre de camarones tropicales representa el 27 % del descarte total del mundo.
ESTUDIOS EN  COSTA RICA
Un alto porcentaje de la FACA en esta pesca se reportó también en Costa Rica.
Un estudio publicado recientemente y realizado entre Chile y la Unidad de Investigación Pesquera y Acuicultura (UNIP) del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica, comparó la FACA asociada a la pesca de arrastre del camarón camello (Heterocarpus vicarius) en Costa Rica con la del camarón nailon (Heterocarpus reedi) en Chile entre 2004 y 2009.
Los resultados obtenidos claramente mostraron el problema de esta pesca en Costa Rica. Durante el período del estudio, el promedio anual de la FACA nunca bajó del 80 % y durante los últimos años (2007-2009) este valor fluctuó alrededor del 95 % de la FACA. Esto significa que en Costa Rica, por lo menos durante los años 2004-2009 se botó entre un 80 % y un 95 % de las capturas asociadas a la pesca de camarón camello y de camarón fidel.
Otro dato preocupante que surgió del estudio comparativo es que por cada kilogramo de camarón se capturaron 5,7 kg de organismos asociados, mientras que en Chile se capturó en promedio solamente 1,1 kg de FACA por cada kilogramo de camarón. Estos datos consideraron exclusivamente arrastres en los que salieron por lo menos 10 kg (Costa Rica) o 20 kg (Chile) de camarón, dejando afuera los arrastres con poco camarón, pero con mucha FACA.
Es importante dejar claro que los datos analizados en este estudio se refieren a la pesca de camarones que se encuentran entre 150 y 350 metros de profundidad. Por supuesto, existen barcos en Costa Rica que operan con redes de arrastres en zonas más costeras y, por ende, en profundidades menores.
Aunque no hay información reciente publicada sobre la FACA de esta pesca de aguas someras de Costa Rica, los datos mundiales de la FAO demuestran claramente que es de esperar que la proporción de la FACA es similar o todavía más alta que la reportada en aguas profundas.
Otra diferencia importante es que gran parte de la FACA de la pesca en aguas profundas son organismos adultos, mientras una parte importante de la FACA de aguas someras consiste en juveniles u organismos inmaduros, porque muchas especies utilizan esta zona costera como criadero.
ARRASTRE DE OTROS ORGANISMOS
Vale la pena señalar que las tortugas marinas pueden formar parte de la FACA de aguas someras, mientras que es sumamente raro capturarlas en arrastres de aguas profundas.
La situación es diferente si uno analiza la presencia de tiburones y rayas en los arrastres frente a las costas de Costa Rica. En el marco de una tesis de Maestría se analizaron 346 arrastres efectuados entre agosto de 2008 y agosto de 2012 en diferentes profundidades a lo largo de la costa Pacífica. Se obtuvieron y se analizaron 4823 individuos de 25 especies de tiburones y rayas, lo que deja en evidencia el impacto de la pesca de arrastre en este grupo de animales.
Sin embargo, el impacto varía según la profundidad. La riqueza de especies era mucho más elevada en aguas de una profundidad menor a los 50 m, mientras en los arrastres de aguas más profundas se encontraron menos especies de tiburones y rayas, pero de mayor tamaño, que son más vulnerables a la sobrepesca.
En Costa Rica y en la región existe también una pesca de un camarón llamado “camarón camellón” o “camarón real” (Heterocarpus affinis). Esta especie se captura con la red de arrastre en aguas muy profundas, entre 700 y 1400 m. Es muy probable que esta pesca sea mucho más “limpia” que las de aguas menos profundas, lo que quiere decir que la FACA representa una proporción mucho más baja que los arrastres realizados en zonas costeras.
Lamentablemente no existe mucha información sobre el “camarón camellón” y ningún dato oficial sobre la composición de las capturas efectuadas en estas profundidades.
Como Costa Rica no cuenta con ningún barco de investigación, sería importante establecer una colaboración con el sector involucrado en la pesca del “camarón camellón” para generar un banco de datos confiable, que sirva como base científica para analizar el impacto de esta pesca en los ecosistemas de profundidad.
Estos datos obtenidos por la UNIP sobre la pesca de arrastre a lo largo de la costa Pacífica de Costa Rica durante los últimos diez años demuestran varios aspectos importantes que se deben considerar:
-La proporción de la FACA en arrastres de aguas profundas (150 a 350 m) y muy probablemente también en aguas someras es muy alta y se ha incrementado durante los últimos años. Sin embargo, esto es una situación que ocurre en toda la pesca de camarones en las zonas tropicales y no únicamente en Costa Rica.
-Como demuestran los datos sobre los tiburones y rayas que forman parte de la FACA, el impacto de la pesca de arrastre en las comunidades de estos animales varía de acuerdo con la profundidad de los arrastres.
-Nuestro conocimiento sobre la ecología y la pesca del “camarón camellón” es sumamente limitado; es muy probable que esta pesca sea más “limpia”. No obstante, se requieren datos científicos para comprobar esta hipótesis.
En resumen, si se habla de la pesca de arrastre y sus (posibles) impactos en los ecosistemas marinos, se debe diferenciar muy bien entre el tipo de embarcación utilizada y especialmente, en cuanto a la profundidad de los arrastres realizados.

Resolución de la Sala Constitucional
La Sala Constitucional resolvió que el Incopesca no podrá otorgar ninguna nueva licencia para la pesca de camarón con redes de arrastre (foto cortesía Jaime Nivia).

En agosto de 2013, la Sala Constitucional declaró inconstitucional, mediante la resolución Nº 2013010540, el uso de redes de arrastre como arte de pesca para capturar camarón.
Esto no implica que actualmente no haya barcos que estén barriendo el fondo del mar en Costa Rica; sin embargo, la sentencia indica que el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) “no podrá otorgar ningún permiso, autorización o licencia nuevas, renovar los vencidos o reactivar los inactivos, para la pesca de camarón con redes de arrastre.”
Lo anterior quiere decir que los barcos con licencias vigentes pueden seguir pescando con una red de arrastre, pero una vez que estas expiren no podrán renovarlas para seguir utilizando dicha práctica. Considerando esta situación, se asume que en unos cinco a siete años no habrá barcos que operen en las costas de Costa Rica con este tipo de red para pescar camarones.
La sentencia tiene múltiples consecuencias e impactos directos e indirectos para el sector pesquero, pero también para el medio ambiente. Desde el punto científico, los resultados obtenidos por los investigadores en diversas partes del mundo demuestran los impactos negativos de la pesca de arrastre en los ecosistemas marinos.
Además, algunas de estas publicaciones destacan la lenta recuperación de los ambientes afectados por la pesca de arrastre, especialmente en cuanto a la estructura del hábitat, la diversidad y la abundancia de las especies. Por lo tanto, una prohibición de la pesca de arrastre representa sin lugar a dudas un alivio para el ecosistema marino y abre la oportunidad de cierta recuperación del ambiente, de su flora y de su fauna.
Desde el punto de vista científico, se debería acompañar la exclusión paulatina de barcos que operan con redes de arrastre con un programa de monitoreo para documentar los efectos de dicha resolución. Si la Sala Constitucional justificó la prohibición de este arte de pesca por el daño que provoca, es responsabilidad del Estado demostrar que la sentencia tomada tenga impactos positivos en los ecosistemas afectados por este tipo de pesca.
Un programa de monitoreo, ejecutado en conjunto con el sector pesquero, sería una medida adecuada para cumplir con la meta de documentar los posibles cambios en los fondos marinos, como consecuencia de la prohibición de la pesca de arrastre.
Una pregunta importante es si se debe prohibir la pesca de arrastre o se deben establecer regulaciones. Estudios de la FAO confirman que existen técnicas para mitigar de forma eficaz muchos problemas relacionados con la pesca de arrastre, siempre y cuando se adopte un enfoque precautorio y ecosistémico.
Colegas de Chile publicaron en 2011 un estudio en el que modificaron la red de arrastre y analizaron los impactos relacionados con la cantidad de la FACA y de las especies objetivo (un langostino marino y el camarón nailon que se pesca en las mismas profundidades que el camarón camello en Costa Rica).
Las modificaciones generaron una reducción de entre el 40 % y el 50 % de la FACA, mientras las capturas de los langostinos y del camarón nailon se redujeron en un 4 % a un 11%, respectivamente.
La resolución de la Sala Constitucional deja en claro que la pesca de arrastre “debe ser declarada inconstitucional mientras no se cuente con dispositivos para la disminución de la captura incidental (Bycatch Reduction Devices), que significativamente disminuyan la captura incidental”.
Por lo tanto, invitamos a juntar esfuerzos, creatividad, experiencia y el conocimiento científico de todos los actores involucrados para investigar si existen formas de disminuir de manera significativa el impacto dañino de las redes de arrastre.
La pesca no selectiva, como la red de arrastre, no va a convertirse en una actividad amigable con el medio ambiente, pero sí parece factible mitigar los impactos negativos. Sin embargo, queda la duda si esto podría ser suficiente para permitir una reapertura de la pesca de arrastre en Costa Rica, bajo la implementación de un plan de manejo con un enfoque precautorio y ecosistémico.

  • Redacción de CRISOL
  • Crisol
Notas

Este documento no posee notas.