Luis Gerardo Villanueva “Yo creo que esta ley se hizo en menos de un mes”.

El fervor de la administración Chinchilla Miranda hacia el prócer Juan Rafael Mora Porras no reconoce límites. A la tristemente célebre “Ruta 1856-Juan Rafael Mora Porras”, conocida como trocha fronteriza, se suma ahora un doble homenaje.
La Avenida Segunda, que en el 2001 ya había sido nombrada “Juan Rafael Mora Porras”, fue bautizada el pasado fin de semana, otra vez, con el título de “Juan Rafael Mora Porras”, por iniciativa del Partido Liberación Nacional (PLN).
Quizás alguna parte de los diputados de la Asamblea Legislativa no la ha visto, pero hay una placa que desde el 2001 da nombre del benemérito a la Avenida Segunda. Continúa ahí, colocada en una esquina del Teatro Melico Salazar a la vista de cualquier josefino.
Precisamente, no sería extraño que la presidenta Laura Chinchilla la haya visto este domingo. Estaba frente a ella, justo al otro lado de la calle en donde presenció los desfiles del 15 de setiembre: en el mismo lugar donde —-hace 12 años— el presidente Miguel Ángel Rodríguez la bautizó con el nombre que ella misma volvió a ponerle.
Luis Gerardo Villanueva, diputado del PLN, es el propulsor de la ley firmada el 14 de setiembre por la Presidenta de la República. De acuerdo con el proyecto, la ley pretende conmemorar el bicentenario del nacimiento de Juan Rafael Mora Porras e incluye el cambio de nombre a la avenida segunda.

“Don Luis Gerardo, ¿tenían ustedes información de si esta calle contaba con otro nombre?
—Sí… Creo que tenía otro nombre. Sin desmérito de ese otro la Avenida Segunda, siendo la más importante de San José, podría tratar de ocuparlo. En ese sentido”.

Esa carretera se ha llamado históricamente Avenida Centenario por la conmemoración de los cien años de la batalla de 1856. La Gaceta del 8 de octubre del 2001 señala el acuerdo del presidente Miguel Ángel Rodríguez y el ministro de la Presidencia de solicitar nombrar la Avenida con el título de Juan Rafael Mora Porras…
—Bueno, por dicha… por dicha conocíamos lo de la Avenida Centenario. No conocíamos eso [que se llamaba Juan Rafael], pero me parece que por ley no solo podemos darle alcance a su nombre, porque la gente lo ignoraba”.
 
Con buen tino, el Gobierno acertó a romper récords e inaugurar una avenida que tiene exactamente el mismo nombre de la calle que lo interseca. Aunque el país tenga tantos beneméritos como Clodomiro Picado, Pablo Presbere o Francisca Carrasco, el oficialismo solo recuerda al mártir costarricense, fusilado por los costarricenses en 1860.
 
“Por cierto. Esa avenida se cruza con la calle 2 (en la esquina de la antigua Soda Palace), que también se llama Juan Rafael Mora Porras. ¡Hay una esquina que se llamaría Juan Rafael Mora-Juan Rafael Mora!
– Es que se trata de la avenida segunda, que es muy importante. No significa que sea igual: el alcance y el homenaje es muchísimo mayor, precisamente cumpliendo el 200 aniversario (sic) del nacimiento de don Juanito Mora Porras”.
 
Con estas medidas el nombre completo de la avenida será “Avenida del Libertador Juan Rafael Mora Porras”. Sin embargo, agregar la palabra al nombre del prócer tampoco es inédito. Una calle de 800 metros en Córdoba, ciudad de Andalucía (España) lleva el nombre de «Libertador Juan Rafael Mora», en homenaje al costarricense. Las rutas aledañas han sido bautizadas con el título de otros Libertadores como Simón Bolívar, Hidalgo, Costilla, entre otros.
 
Comisión de Nacional Nomenclatura rechazó la propuesta

Costa Rica no solo tiene dos rutas con este nombre. Existe un Complejo Policial en Barrio Córdoba, una escuela ubicada en avenida primera y calle 22, dos cantones en honor al prócer (Mora y Moravia), un parque en Puntarenas, una plaza (ubicada frente al Club Unión), un liceo (Liceo de Moravia),  un auditorio y una urbanización (en Alajuelita, San José).
Esa fue parte de las razones por las que la Comisión Nacional de Nomenclatura rechazó, en el 2001, la propuesta del entonces presidente Rodríguez de nombrar esa avenida con el nombre del benemérito. La comisión, que entre sus objetivos vigila que no exista duplicidad en los nombres de edificios y espacios públicos, rechazó en dos ocasiones la propuesta que ahora una ley vuelve a intentar.
“Esta comisión manifiesta su protesta por la ligereza con que el Ministerio de Educación Pública hace del conocimiento público designaciones sin haberse sometido al dictamen de esta comisión, quien es la que lleva el ordenamiento de las denominaciones oficiales”, dijeron los integrantes de esa entidad en noviembre del 2001.
De hecho, el artículo 14 de la ley del Reglamento de la Comisión de Nomenclatura señala que no se puede autorizar “el bautizo con nombres ya existentes que estén a menos de 20 kilómetros de distancia”. El diputado Villanueva, sin embargo, afirma que no se tomaron el tiempo de consultarlo ante esta entidad del Instituto Geográfico Nacional.
 
“Una última consulta, ¿ustedes se comunicaron con la Comisión Nacional de Nomenclatura para realizar esta medida?
—No. No, de hecho nos pareció importantísimo, pues el periodo de ordinarias se estaba venciendo y nosotros queríamos que se comenzara a preparar el año del bicentenario en el 2014 y si nosotros hacíamos las consultas el proyecto, conociendo la Asamblea Legislativa se iba a atrasar mucho. Yo creo que esta ley se hizo en menos de un mes”.

Colaboró el antropólogo Fernando González y el secretario de la Comisión  Nacional de Nomenclatura Alfonso López.