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Islam, la antirepública

El islam se presenta como un sistema de creencias de amor y paz, de convivencia pacífica dondequiera que se asienten sus practicantes, fumar la pipa de la paz, pero sin vicio, nada más que como rito de iniciación para ingresar a su mundo de sueños, cuya última morada es el paraíso. La intermediación divina está legitimada por los clérigos o representantes de su ortodoxia, descendientes del autonombrado profeta Mahoma, guía de su voluntad divina.

El islam se presenta como un sistema de creencias de amor y paz, de convivencia pacífica dondequiera que se asienten sus practicantes, fumar la pipa de la paz, pero sin vicio, nada más que como rito de iniciación para ingresar a su mundo de sueños, cuya última morada es el paraíso. La intermediación divina está legitimada por los clérigos o representantes de su ortodoxia, descendientes del autonombrado profeta Mahoma, guía de su voluntad divina.
La “república” es un concepto moderno que deviene con la “Ilustración” europea de los siglos dieciséis y diecisiete, hurga su fuente más inmediata en la revalorización del ser humano a partir de la Grecia clásica del siglo V antes de Cristo, así como de los valores del derecho romano y una racionalidad cuya base sólida parte del método científico. Es un repensar del ser humano, su interiorización, su lugar en la tierra y en todos aquellos ámbitos que se refieran a él.
El poder político no viene de ningún Dios, sino de las acciones de los hombres y las mujeres en reunión social, cuyas decisiones constituyen la soberanía del pueblo. En esa inteligencia, ningún “rey” es divino, sino una mujer o un hombre sentado en un trono de poder que se ha legitimado a sí mismo por herencia de privilegios, el cual se rodea de consejeros y de representantes de la clase dominante de aquella comunidad, para seguir en línea de sangre a cargo del gobierno, porque si es rey o reina, o ambos, es una monarquía  y parte del principio sacro de que los otros son sus súbditos, sus vasallos, y no el pueblo, los ciudadanos, sin distingos ante la ley; ¿cuál ley?: la humana o la divina.
Entonces, se trataba de cómo se le devolvía la humanidad al pueblo con derechos inalienables, quien debía tomar partido directo en la elección de sus representantes, en una separación efectiva de poderes. El “rey” o “reina” no podían gobernar y hacer uso mancomunado de todos los poderes solo por dictado de su sacra inspiración. Aquí radica la esencia que define el Estado moderno, que los asuntos de tipo civil y el Estado, corresponden a los principios de ley concebidos en una carta fundamental no teológica (Constitución Política), que señale la igualdad de condiciones para todos, porque todos seríamos iguales ante Dios y ante la ley de los seres humanos, partiendo de un principio biológico elemental, inherente a la supervivencia del ser humano como especie.
Un resumen de noticia da cuenta que “Nina Siakhali Morade se encuentra en el ojo del huracán; esto debido a que fue electa como miembro del Consejo de la Ciudad de Qazvin, pero un grupo de radicales se oponen a que asuma el cargo público, argumentando que es demasiado sexy y que por lo tanto no aceptarán su victoria. La mujer obtuvo 10 mil votos en las recientes elecciones, ocupando la casilla número 14 de entre 163 candidatos, pero podrían revocarle el nombramiento dados los enfrentamientos generados en las calles, porque los hombres del islam son enfáticos en que “no queremos que una modelo esté sentada en la mesa”, declaró un alto funcionario de Teherán, cuyas palabras encontraron eco en los dirigentes del Gobierno. Otro de los aspectos que en apariencia molestó a los hombres, fue el hecho de que apareciera en los carteles de la campaña sonriendo y con el velo respectivo, pero dejando al descubierto su rostro. Esto es considerado inaceptable en las normas islámicas” (Extra.16/8/2013. P.21).
Políticamente correcto. Candidata que se inscribió en los comicios, electa por votación popular, naturalmente bella, inteligencia proba más allá del fanatismo religioso de hombres y mujeres enajenadas en un código religioso obtuso y decadente, activista desde la raíz de su comunidad que busca incorporar a la mujer a la igualdad de derechos entre ambos sexos.
¿Le permitirán trabajar en el cargo para el que fue electa por votación? ¿O la voz de las cavernas del Señor Mahoma la encerrará en el metaoscurantismo religioso islámico, sentenciándola porque es voluntad divina que dicta la muerte en el ostracismo como persona, a ella y a millones de mujeres, solo por el hecho de ser mujer?

  • Miguel Rojas (Catedrático UCR)
  • Opinión
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