Ernesto Guevara de la Serna conocido como el Che, nació en Rosario, Argentina el 14 de junio de 1928, en el hogar formado por Ernesto Guevara y de Celia de la Serna. Desde muy joven recibe influencia de las corrientes políticas de izquierda, muy en boga de la época y fue un opositor al régimen de Perón.
Se graduó de médico en 1953. Su espíritu aventurero lo hace recorrer el continente latinoamericano, donde palpa en carne propia los desmanes de las dictaduras y la opresión que ejercían contra las masas trabajadoras. Se propone cambiar ese estado de cosas, bajo un régimen de mayor justicia social.
A finales de 1953 llega a nuestro país procedente de Panamá, en compañía de Eduardo “Gualo” García y aquí se pone en contacto con Manuel Mora Valverde, líder del Partido Vanguardia Popular. En la Soda Palace, entabla amistad con exiliados cubanos como Calixto García y Severino Rosell, el venezolano Rómulo Betancourt y el dominicano Juan Bosch, muy amigos de don José Figueres Ferrer, quien también pretendía acabar con las dictaduras de América Latina, también en esa oportunidad el Che hace contacto con el joven Tito Vega en la soda Palace y lo lleva a Radio Monumental donde fue entrevistado por el periodista y escritor Adolfo Herrera García.
Prosiguió hacia el norte y llega a Guatemala, con el objeto de defender al gobierno de Jacobo Arbenz, el cual fue depuesto en 1954 por un golpe de estado promovido por los Estados Unidos. De ahí partió hacia México, donde conoce a Fidel Castro y en 1956 participa en la expedición del Granma, donde en enero de 1959 logran derrocar al régimen de Fulgencio Batista.
Ocupa puestos importantes en el gobierno de esa nación hasta 1965. Como en esa época se libraban luchas contra el colonialismo, parte al África en ayuda por la independencia de varios países, pero fracasa en esas misiones. Posteriormente en 1966 se dirige a Bolivia, para continuar la lucha de emancipación, pero fracasa en ese intento y muere fusilado el 9 de octubre de 1967 (el que ordenó la ejecución fue el general Joaquín Zenteno Anaya  y quienes acribillaron al Che fueron el teniente Carlos Pérez y el suboficial Mario Terán, este, como nota curiosa, en el 2007 fue operado de la vista en Cuba y se arrepiente de haberle dado muerte al Che), al día siguiente los sobrevivientes de la guerrilla (Inti, Darío, Pombo, Benigno, Urbano y Ñato) hicieron un compromiso en La Higuera: “Che: Tus ideas no han muerto. Nosotros los que combatimos a tu lado, juramos continuar la lucha hasta la muerte o la victoria final. Tus banderas, que son las nuestras, no serán arriadas jamás. ¡Victoria o muerte!”. Esos guerrilleros lograron escapar hacia la frontera con Chile e hicieron contacto con el senador Salvador Allende, quien los acompañó en un largo recorrido por el Pacífico (hicieron escala en Isla de Pascua y Tahití) donde fueron entregados a Francia y luego fueron traslados a Cuba.
Regis Debray, periodista francés,  que siguió muy de cerca sus luchas en Bolivia, expresó lo siguiente: “para hacer algo hay que querer mucho, para querer apasionadamente, hay que creer con locura”.