Una cámara fotográfica cambió la vida de Avijit Halder, un niño del “barrio rojo” de Calcuta, en la India, quien a los 11 años sufrió la muerte de su mamá, una maestra que debía vivir en ese lugar. Su historia es uno de los hilos conductores del documental ganador del Óscar en 2004 “Nacido en un burdel”, presentado en Costa Rica el 25 de octubre.
Gracias al documental, y a las fotografías que tomó durante la filmación, pudo obtener becas de estudio y costear sus estudios universitarios en el extranjero. El año pasado se graduó en la carrera de cinematografía en la Universidad de Nueva York.
¿Cómo llegó a ser protagonista del documental?

− La fotógrafa inglesa Zana Briski llegó a Calcuta en 1999 para hacer una historia relacionada con abusos y agresiones a los niños. Junto con una amiga fue a conocer los burdeles y decidió documentar a las mujeres del barrio de Sonagachi “el barrio rojo” y comenzó a vivir ahí. Pero las mujeres no estaban interesada en darle tiempo a ella, a la vez que los niños éramos muy curiosos de sus cámaras, siempre la rodeábamos y teníamos mucho tiempo. Entonces ella pensó en hacer algo con nosotros y nos llevó cuatro cámaras de rollo, nos dividió en grupos y nos enseñó a tomar fotos. Al año siguiente volvió con ocho cámaras y equipos de filmación.
http://www.youtube.com/watch?v=8niql0q3i6c
En el documental es muy impresionante la calidad y sensibilidad de las fotografías de los niños. ¿Qué les enseñó Zana? ¿Cómo llegaron a captar esas imágenes?
− Eran cámaras simples, de rollo. Entre semana tomábamos fotos y los fines de semana nos reuníamos y editábamos. No hicimos nada específico con la fotografía, de verdad, era solo lo que éramos y nos dieron una herramienta para expresarnos nosotros mismos. Eran fotos muy poco convencionales porque no teníamos ningún conocimiento de fotografía. Y había muchas impurezas, muchas imperfecciones, lo que hace a las fotografías aún más bellas. Es como la vida.
¿Qué sintió la primera vez que tuvo una cámara en tus manos?
− Nunca había tenido una cámara en mis manos. Mi primer pensamiento es que era un aparato muy costoso. Era como tener una valija con dinero. Y después pensé en lo que podría hacer con ella. Era un sentimiento de poder y quería captar lo que ocurría cerca de mí y mostrarlo a los demás, porque es importante.
¿Cómo fue su infancia en Calcuta?
− Tuve una infancia muy normal, pero ahora, diría que fue diferente porque sé la cantidad de cosas que tienen otras personas. Es muy sorprendente. Pero no recuerdo nunca haber sido infeliz, nunca me sentí triste, nunca fui torturado, nunca fui abusado, y si algo así ocurrió, ocurrió en una forma en la que no nos dimos cuenta. Nuestro umbral de tolerancia era más alto. Soy más resistente. Entonces, las cosas fueron diferentes a las de otras personas que no crecieron allá. Quizás lo perciben como difícil, pero habiendo crecido allá yo no lo sentí como difícil. Desde los países occidentales nos ven con cierta lástima, pero me siento afortunado de haber tenido las dos vidas.
¿Y su mamá?
− No se dice en la película, pero mi mamá no fue una prostituta. Es como una mentira blanca, no se dice, pero la gente lo asume.  Yo vivía allí y no era diferente a los otros niños,  pero mi mamá no era una prostituta.  Ella era una tutora, una educadora. Mi mamá murió durante el filme, cuando yo tenia 11 años.  Debido a eso, pude ir a una mejor escuela, fuera del burdel, donde obtuve una beca completa. Tenía diferentes amigos en la escuela, y después de clases tenía que volver al burdel, entonces siempre caminaba una milla extra para que mis amigos no supieran donde vivía. Cuando preguntaban dónde vivía, yo les decía que vivía en cualquier otra parte. Y cuando volvía a casa tenía un  tipo de vida diferente. Mis amigos eran diferentes e incluso yo hablaba diferente.
¿Como fue a esa otra escuela?
− Por mi mamá, y porque mi mamá siempre quiso que yo saliera del barrio del burdel. Que había vida más allá. Yo realmente desearía que ella estuviera viva para que viera lo que he logrado.
¿Cuál fue el impacto que el arte tuvo en su vida?
− Lo más importante es que me dio una voz. Siento como que yo no sería lo que soy, no podría mostrar lo que veo. Si no pudiera mostrar lo que veo, nadie me reconocería como lo que soy hoy. Eso es muy importante para mí, porque la fotografía es como parte mi ojo.
¿Como definiría lo que es su voz?
− Mi voz es lo que veo y lo que muestro. Es mi arte, es mi arte hablando. Cómo yo veo cosas, cómo uso mi ojo artístico, cómo veo cosas, la forma en la yo me comunico.
¿Cómo fue recibido este documental en India?
− Para comenzar, hubo muchas críticas, una de ellas cláusulas del contrato es que nunca iba a ser mostrado en india, porque mostraba las caras de las madres, en el al principio fue muy muy criticado, la gente se acercaba a mi familia y la acosaba, , pero eventualmente, las cosas comenzaron a ir mejor para mi, vine a América, las cosas se pusieron mejor. Y poco a poco comencé a verlo como una oportunidad.
¿Qué pensó la primera vez que vio el documental?
− El punto es que no sabía lo que era un documental, ellos nos dijeron que estaban haciendo un documental pero  nunca entendimos qué era,  pero después de que acabó la filmación, en 2002,  pasaron dos años y no supimos nada, y después en 2004 ella me llamó y me dijo que quería mostrarme una película en la que yo aparecía, y le pregunté que de qué estaba hablando y me explicó que era lo que había grabado con nosotros, que era un documental, y que estaba nominado  para los óscares . Recuerdo muy muy bien la primera vez que vi el documental. Y nos llevó a su hotel para que viéramos el video. Todos nosotros.
¿Cuál fue su reacción?
− Me quedé sin habla, estaba asombrado, como todos, algunos llorando muy emocionados. Vimos nuestra transformación, de dónde veníamos, cómo éramos entonces. Fue asombroso. Eso fue ya hace ocho años. Otraos han tenido una vida más difícil que la mía, y fuemas dific vverla
¿Y qué pasó con sus amigos?
− Todos están bien,  a algunos les va muy bien,  a otros no tanto. Una de ellas se hizo prostituta, pero ella logró salir y se casó y ahora está mejor. Había una hermana y un hermano, Manik y Shanti, y les va bien, él está en la universidad, y ella estudió y se graduó en administración de hoteles y trabaja para un gran hotel. Todos se casaron, tienen una vida normal, son felices.
¿Cómo consiguió la beca para salir?
− Me fui en 2005, solicité el ingreso a una secundaria en New Hampshire y después en Utah, por 2 años, y luego solicité el ingreso en la Universidad de Nueva york,
Me dieron una beca y la mitad del dinero venia de la organización (Kids with Cameras, creada después del documental), las fotografías que hicimos fueron vendidas y el dinero fue ahorrado. Básicamente, yo pague por mi educación.
¿Qué tipo de cine le gustaría hacer cuando termine de estudiar cine?
− De hecho ya terminé. Me gradué el año pasado. No estoy haciendo nada grande todavía, pero estoy escribiendo un guión. No me gustaría hacer documentales, creo que me puedo expresar mas con la ficción, que con documentales,  que dependen mas del tema que del director. Tengo un monton de historias y e ideas,
¿Piensa regresar a la India?
− Esa es la esperanza, y empezar a hacer proyectos más grandes.
India tiene una gran industria cinematográfica…
− Sí, Bollywood, pero no me interesa Bollywood ni Hollywood. Me gusta más el cine independiente. Afuera de la India la gente solo conoce Bollywood, pero hay un gran la industria paralela, independiente, difícilmente sale del país, va a festivales y así, pero no se comercializa con facilidad.