El matemático de la Universidad de Oxford Inglaterra Marcus du Sautoy, en el documental El código secreto: predicción, revela una serie de patrones en los objetos y las formas de la naturaleza que ocultan mensajes que permiten predecir acontecimientos; por ejemplo, es posible estimar el lugar de impacto de un balón metálico impulsado desde lo alto que baja por un tobogán cóncavo al final, que lo impulsa hasta impactar lo suficientemente lejos del investigador sentado en una mecedora en la trayectoria del balón, quien mediante cálculos matemáticos sabe que este no le impactará o los patrones de desplazamiento de las bandadas de pájaros estorninos que migran del sur al norte de Europa en grupos de hasta un millón de aves que a pesar de ser numerosos no chocan entre sí pero que revelan un movimiento conjunto, semejando una misma figura, o los cardúmenes de peces moviéndose a un mismo ritmo para protegerse de los depredadores.
Como resultado de esto, el profesor du Sautoy decidió extrapolar su investigación en grupos humanos, estudió la capacidad de las multitudes para tomar decisiones grupales, reunió en un recipiente de vidrio 4.510 confites dándolo a una muestra de personas para que adivinaran la cantidad exacta de dulces contenidos; al final del experimento al sumar y determinar la media de la muestra el grupo tan sólo falló por 4,89 confites de más, a pesar de las amplias dispersiones en las cantidades que dijeron los consultados, muchos de ellos, individualmente; este resultado le permitió al investigador teorizar que existe un conocimiento colectivo, que permite tomar la mejor decisión;  en sentido similar el productor Jakob Kneser, en asociación con Eurovision Science y la Comisión Europea para la Investigación, en el documental: La inteligencia de las masas, concluye que hay un patrón para la toma de decisiones grupal aunque no llega a determinar si este patrón es preciso.
Este resumen no pretende ser exhaustivo, por lo que si le interesó le invito a ver los documentales por la Internet. No hay que perder de vista el concepto griego “egregor” o “egrégora”, entendido como la energía que crea un grupo producto de su unión en virtud de encontrarse junto; es el mismo patrón estudiado por el investigador du Sautoy y Kneser mediante el método científico; esta misma fuerza o energía de grupo es a la que Jesucristo hacía referencia cuando decía según los escritos de la Biblia Cristiana, que donde más de dos personas se encuentren orando en su nombre, allí se encontraría Él.
Frente a este planteamiento aparentemente oculto en la naturaleza de revelar un patrón que permite a la gente expresar una decisión colectiva, es por lo que, de cara a las próximas elecciones presidenciales en nuestro país, se debe escoger la mejor opción; parece trillado y lógico decir esto, pero sucede que el problema del aumento de la corrupción, la inseguridad ciudadana y la deficiente planificación país, son parte de un modelo de desarrollo carente de creatividad y anacronismo.  Entonces ¿por qué la gente escoge los mismos patrones de gobierno? Hay estrategias en la mercadotecnia y la publicidad para crear candidatos e influir en las decisiones de la gente pero son quienes las aplican los responsables de crear la imagen de candidatos como productos de compra; esta no es la única causa, parece que hay un grupo de costarricenses suficientemente amplio afines al statu quo, electores de la misma línea de gobierno de los últimos años. La propuesta es, amables lectores, que lean y estudien cada plan de gobierno o los que puedan, y los contrasten con las  acciones que han  realizado en su vida pública, si la han tenido, los candidatos a la presidencia y candidatos a diputados y los partidos que representan, y sean multiplicadores de una seria y racional decisión y que la compartan con otros en procura de elegir la mejor opción para el país. Costa Rica es una nación pequeña, nos merecemos una mejor calidad de vida.