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UCR: de mendigo a príncipe

Con público (izquierda contra Saprissa) o sin él (derecha contra Limón), el club de fútbol de la Universidad de Costa Rica siempre busca ganar a partir de defenderse primero para atacar después. (Fotos: Club de Futbol UCR)

Con público (izquierda contra Saprissa) o sin él (derecha contra Limón), el club de fútbol de la Universidad de Costa Rica siempre busca ganar a partir de defenderse primero para atacar después. (Fotos: Club de Futbol UCR)
Desde que la noche del sábado 15 de junio se supo que el equipo de fútbol de la Universidad de Costa Rica era el inquilino número 12 y final de la Primera División para los torneos Invierno 2013 y Verano 2014, muchos contaban al equipo académico entre los principales candidatos a regresar bien pronto a la Liga de Ascenso, junto con equipos como Belén, Carmelita, Limón, Puntarenas o Uruguay. Pero fue cuestión de que el campeonato arrancara el 11 de agosto, y el equipo universitario de inmediato espantó los malos augurios.

Parte del trayecto universitario en el torneo que hoy le permite pelear de “tú a tú” por el cuarto lugar del campeonato está forjado en resultados épicos como empates en el Fello Meza frente a Cartaginés, al Deportivo Saprissa en el Coyella Fonseca o contra Herediano en Rohrmoser, hasta los memorables triunfos como el 4-1 infligido a Limón o el 2-0 en Coronado contra el Club Sport Uruguay.
También, ha habido derrotas dignas contra los mismos brumosos y morados, o aquella caída dolorosa frente a la Liga Deportiva Alajuelense, no tanto por el margen, sino más que todo por la forma en que los manudos lograron el único gol de ese partido (a última hora y con una mano que el árbitro no señaló). La disputa se transformó de una para no descender a otra para pelear el campeonato contra equipos como el Club Sport Cartaginés, el Municipal de Pérez Zeledón, la Asociación Deportiva Carmelita o el propio Puntarenas Fútbol Club, del que recién se deshicieron 3-0.

¿Y por qué es tan importante este cuarto lugar? Porque es el último boleto a la instancia siguiente: las semifinales, y más sabiendo que ya los tres primeros tienen dueño, y son el Club Sport Herediano, el Deportivo Saprissa y la Liga Deportiva Alajuelense.
El cuadro universitario, es cierto, tendrá un cierre duro. Primero deberá ir al Rosabal Cordero frente al Club Sport Herediano, luego deberá viajar al Morera Soto contra los liguistas y finalizará en casa frente a la Asociación Deportiva Santos de Guápiles el 24 de noviembre a las 3 p.m. debido a que la UNAFUT estableció ese como su horario oficial. Por ser la última fecha, todos jugarán el mismo día y a la misma hora. Pero si lograra o no la clasificación, lo cierto es que el simple hecho de luchar por una clasificación y no un descenso, como se esperaba, ya es un triunfo para un equipo por el que hasta hace unos días ninguno daba un cinco.
RAZONES DEL ÉXITO
El equipo solo ha ganado 6 partidos en 19 presentaciones, y es uno de los menos vencidos, con apenas cuatro derrotas, solo una más que las sufridas por morados y heredianos. Aunque el equipo no tiene muchos goles anotados (23 goles en 19 fechas), difícilmente se le cuela un balón al marco y es una de las menos goleadas del torneo con 17 tantos.
El propio director técnico, José Giacone, había explicado en una entrevista previa a este periódico que la principal medida por tomar para mejorar era tener paciencia, nunca bajar los brazos (ni siquiera cuando perdieron sus cuatro partidos de forma seguida o cuando el gane se les escurría en los últimos minutos) y siempre seguir trabajando en la definición aun y cuando por un tiempo prolongado, la pelota se negaba a entrar al marco rival.
“Nosotros no nos ponemos negativos con el tema de la suerte. Nosotros seguimos trabajando, nuestros jugadores ofensivos trabajan el tema de definición mínimo tres veces por semana, hacen trabajos de definición, se les ha corregido, y esperemos que llegue en las próximas fechas”, había dicho el 7 de octubre, día posterior a la derrota de 3-1 en el Ricardo Saprissa frente al equipo morado.
Y tarde o temprano este trabajo iba a resultar. Tenía que servir. Y ahora está dando sus frutos, porque de los últimos 15 puntos en disputa, ya el cuadro académico sacó 13 trascendentales que lo metieron nuevamente en la pelea por las muertes súbitas. Pese a que uno de sus jugadores claves, Lucas Emanuel Gómez, se lesionó desde aquel juego que perdieron en casa contra la Liga Deportiva Alajuelense, no perdieron tiempo en llorarlo, sino más bien se ocuparon en suplirlo adecuadamente y empoderarse para que cualquiera de todos pudiera ser capaz de anotar y dejar de depender de un solo definidor.
Y funcionó, porque ahora en esa racha de cinco juegos de no perder, el club contabiliza 10 goles hechos (casi todos los concretados en los 14 juegos anteriores) y solo uno permitido, y casi tantos puntos como los que llevaba antes. Solo contra Carmelita en el Morera Soto sacó unas tablas sin goles, pero el verdadero boom ofensivo vino después, contra limonenses, lecheros y porteños, contra los cuales se destaparon con 9 goles.

OTRAS CAUSAS DEL ÉXITO.
En años anteriores, una de las principales quejas de muchos involucrados era el escaso o nulo interés de las autoridades universitarias en conservar al equipo en la primera división. No obstante, aparte de un presupuesto superior a los 200 millones de colones, ha existido un interés por parte de las autoridades de la Universidad de Costa Rica en sumarse a la causa.
Entre ellas se cuentan el apoyo de entidades como el Consejo Universitario o la misma Rectoría, que fortalecieron políticas a favor del deporte en la comunidad universitaria, y buscar la afiliación de estudiantes, profesores y funcionarios administrativos para el equipo.
“Queremos promover y aumentar la afiliación al club, y de esa forma contribuir en el aspecto económico. Sobre todo, queremos provocar la participación y el apoyo de todos los universitarios, para lograr una excelente temporada deportiva”, había dicho el representante administrativo ante el Consejo Universitario, Carlos Picado a este diario en una entrevista previa durante un homenaje al equipo por su ascenso.
Este homenaje incluyó su afiliación al equipo. Incluso, en otro homenaje realizado por la Rectoría, el rector Henning Jensen les incentivó a nunca rendirse y puso como ejemplo su testimonio como extenista y exbasquetbolista que fue. Además, el propio Giacone reconoció en esa última actividad que una de las mayores claves fue “conformar una familia y poder hacer amigos”.
Además, existe un plan de mercadeo liderado por Jéssica Pereira y Jorge Mario Ardón, encargados de mercadeo y comunicación y ligas menores respectivamente, quienes conscientes de que no siempre se puede utilizar el estadio Ecológico, busca atraer a personas de su nueva casa alterna, Pavas, y de cualquiera de los lugares en que jugarán, con promociones en las entradas y cobros accesibles que nunca superan los 5 000 colones. Como ejemplo, estuvo la promoción de 2 por 1 en colegios paveños para el recién realizado partido ante los chuchequeros.
Ante todo, el eslogan ha sido su permanente grito de guerra, “Llegamos para quedarnos”, cada vez más interiorizado entre jugadores y afición.
Igualmente, los propios jugadores buscan la compenetración con la comunidad universitaria y con otros sectores del país como parte de las políticas de responsabilidad social del equipo, y esto ha incluido visitas al Hospital Nacional de Niños y al Centro Infantil Laboratorio de la Universidad de Costa Rica.
Por último, la parte administrativa del equipo también tiene conocimientos futbolísticos, y un ejemplo está en el nombramiento de Pablo Nassar, destacado exfutbolista de primera división y administrador de empresas, como gerente del equipo.
¿Será posible observar un equipo así para rato? Únicamente el tiempo lo dirá, pero por ahora el Club de Futbol de la UCR está luchando por la clasificación a semifinales y la afición debe disfrutar el momento.

  • Juan Pablo Rodríguez Campos 
  • Deportes
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