Tengo 11 años de edad, esta muñeca que ando alzada va a tener un bebé igual que yo, el esposo de mi mamá dijo que él me amaba mucho, que no me iba a pasar nada y me dijo que me quitara la ropa y yo me la quité, mi mamá me regañó y me dijo que por qué hice eso, mi mamá dice que ahora voy a chinear otra muñeca, pero se va a mover mucho y llorar y lo peor, señora, se va a hacer caca… (risas). El esposo de mi mamá se fue de la casa y nos dejó solas, no entiendo por qué, creo que ya no nos quiere.Mi hija tiene 19 años de edad, pero ella no habla, no escucha, entiende poco y como usted puede ver, no camina, se arrastra por el piso y usa pañal, resulta que tenía fuertes dolores de estómago, pensé que era colitis y en el hospital me dijeron que está embarazada; todavía no creo que eso sea posible, porque ella no tiene contacto con ningún otro hombre que no sea mi pareja sentimental y él no sería capaz de hacer un daño como ese, además le pregunté y dijo que jamás, que cómo se me ocurría pensar eso, si para él mi hija es como un animalito, y luego se marchó.Tengo 13 años de edad, quería ser profesora de matemáticas, soy excelente estudiante de cuadro de honor, pero estoy embarazada; hace varios años, mi papá me dijo que él estaba enfermo y que le ayudara, siempre me dijo que sería la última vez y siempre me mintió, yo solo quería ayudarlo, él me decía que era una prueba que Dios nos estaba poniendo y que yo debía aceptarla, humildemente la acepté y ahora mi vida se arruinó y mi papá nunca se curó, creo que nos iremos a nuestro país de origen, tal vez allá podamos hacer algo.Tengo 25 años de edad, estaba en un carro, cerca de mi casa, me interceptaron cinco sujetos fuertemente armados, fue cuestión de minutos, boca, ano, vagina, una y otra y otra vez, cállese no grite, no llore, no la van a escuchar, me golpearon, no sé qué haría si quedo embarazada, no puedo vivir con esto, no podría vivir con el producto de esta desgracia, si quedo embarazada ¿hay algo que se pueda hacer? (silencio).Tengo 12 años de edad, salí de la casa, eso fue ayer, solo recuerdo que me montaron dentro de un vehículo, desperté desnuda en un basurero, con dolor en mis piernas, con ardor en mi vagina, con molestia en mi ano, no sé qué pasó, creo que me violaron. ¿Qué pasa si quedo embarazada?  No quiero ser madre.Cinco violaciones con consecuencias de embarazos no deseados, de miles en el país más feliz del mundo.La respuesta del sistema penal costarricense, respetuoso de los derechos de las víctimas, que les promete a estas víctimas actuar ante una denuncia por un delito de violación sexual, mientras es el mismo sistema que las ignora, imponiéndoles el producto de un acto de extrema violencia, que va en contra de sus derechos humanos sexuales y reproductivos.Nuestro Código Penal, artículo 121, faculta para la realización de aborto impune cuando esté en riesgo la vida o salud de la mujer. El concepto de salud según la Organización Mundial de la Salud se refiere a un estado integral, en donde no se escinde lo físico, social y emocional. Afirma la OMS que “la salud es parte de la responsabilidad de los gobiernos”; sin embargo, al quedarnos en una lectura biologista, estamos condenando a estas mujeres víctimas, muchas de ellas niñas, a la imposición de una maternidad que nunca pidieron y que conlleva un menoscabo de su salud integral. La victimización sigue siendo en este contexto la respuesta que el Estado le da a la víctima de un hecho tan cruel e inhumano como lo es una violación sexual, donde tal cual pesadilla de terror, además de las cicatrices de un acto tan vil de sometimiento, se debe cargar con un hijo o hija no deseado y no planeada, porque de lo contrario si decide, por su salud física y emocional, no parir, es el mismo Estado quien se encarga de castigarla una vez más. Y pensaría que hasta con mayor severidad que la violación sexual misma, en el tanto la convierte en una delincuente, con lo que la expone a perder su libertad y al prohibirle su derecho a decidir la arriesga a perder su vida llevándola muchas veces a procurarse un aborto en condiciones insegurasEl derecho a decidir si se continúa o no con un embarazo forzoso, debe depender única y exclusivamente de la víctima de la violación sexual, sea esta una mujer adulta o una niña.