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2C LA REPUBLICA. Domingo 11 de Abril de 1993 Domingo Me devolví para seguir viviendo ELBERTH DURAN HIDALGO La República tiva el entusiasmo, de por sí grande, de Amighetti por viejas imágenes.
Algunos cuadros reproducen grabados suyos de día de finales de 1991, Marta Antillón le pregun otras épocas que, ahora con la fuerza química de la tó a Francisco Amighetti por qué no retomaba una pintura, retoman pasajes de su prolífica vida artísobra abandonada, casi un cuarto de siglo atrás, la tica.
pintura al óleo.
Más importantes para el lector que cualquier reEl artista lanzó una mirada suspicaz y se guardó seña sobre el autor y su obra, resultan las reflexiola respuesta definitiva. Al tiempo, cuenta Antillón, nes de Amighetti sobre la nueva fase de su trabajo.
Amighetti la llamó para decirle que ya tenía listo No siempre se puede ver la obra y enterarse uno, su primer óleo sobre madera.
por la palabra del mismo autor, lo que este piensa El encantamiento se había roto. Amighetti empe de su realización.
zó una producción casi frenética de óleos que lo ocu El escrito de Amighetti constituye la excepción pó todo el año pasado.
que confirma la regla.
El resultado son 14 cuadros que exhibe la galería Esto es lo que piensa Amighetti de sus últimos Valanti, en La Sabana este. Una colección que reac cuadros.
Seducción Amenaza en la noche Se siente la presencia de la noche en las luces lejanas. Su sen La noche tiene su propio misterio, no simplemente que las lutido picaresco es parte de la vida real. Algunos consideran al ancia ces se apagan. Todavía en el reino de la sombras sucede lo que la no como un malvado, otros consideran que la joven, aparentemen luz del sol borra.
te inocente, es la que seduce al anciano. Hay un tercer punto de vis En la noche se despiertan voces secretas y amenazas siniesta, es un juego en que los dos participan en un engaño tácito. tras.
Muchacha con el torso desnudo Es una mujer que está posando, es una experiencia nueva, entre el cabello revuelto hay un espacio apenas para el ojo, que resulta más inquisitivo así aislado, tal vez que muchas miradas. El pintor se siente observado de una manera más intensa que como él observa a su modelo.
El conferencista Dentro de la euforia del alcohol y arrastrado también por sus palabras, los que escuchan se funden en una sola masa confusa. La tempestad del color, el rojo, se agita con el gesto de su mano.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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