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4C LA REPUBLICA. Domingo 11 de Abril de 1993 Domingo La bananera abandona el sur Ensayo a GERMAN SERRANO PINTO tamos en la casa de habitación de Firchow en mente recibí el apoyo constante, continuo y Santa Ana. Ante la pregunta de cuál sería la unánime de corporaciones municipales, asosalida a la huelga bananera le expresé que el ciaciones de desarrollo comunal, agrupacio110 de julio de 1980 dirigentes sindicales de la Gobierno asumiria el control temporal de la nes de trabajadores y empresarios y de miles Unión de Trabajadores de Golfito, con apoyo empresa, que el decreto se encontraba ya en de ciudadanos en forma individual; en suma, de la Confederación General de Trabajadores, La Gaceta y le entregué una copia del mismo. de las fuerzas vivas del país. No por vanidad decretaron estado de huelga en las fincas de Con mi venia, se retiró sorprendido para es sino por reflejar algunas opiniones sobre la la Compañía Bananera de Costa Rica en el Pa tudiarlo con el asesor legal que le acompaña forma en que el Gobierno de entonces se con cífico Sur. El Ministerio de Trabajo, entonces ba, abogado George Skelley, y luego, al regre dujo en momentos agitación social y labobajo mi dirección, trató por todos los medios sar una hora después, me expresó que a su jui ral, señalo las frases del distinguido columnisde solucionar el conflicto mediante el diálogo, cio la medida era correcta y no sería objetada ta Enrique Benavides en el Periódico La Na sin lograr el acuerdo que le pusiera fin, man por ellos, pero me solicitó enfatizar públicación de un día de tantos de 1980, al referirse a teniéndose suspendidas las labores por la in mente, como ya lo establecía el decreto, que el mi actuación:. ha entendido bien, muy bien, transigencia de ambas partes, que hizo estéril control no implicaba la intervención financie el sentido en que se mueve la historia. y las todo esfuerzo de conciliación. Ante el grave ra, fiscalo administrativa de la empresa y que del conocido escritor José Marín Cañas, quien daño de la economia pública por no recibirse lo era de las relaciones laborales, con el fin de al referirse al resultado de mi trabajo expreel ingreso de la producción bananera, el dete evitar la caída de los precios de sus acciones só: el país, al aceptar el trabajo del ministro, rioro de las plantaciones, el estado de necesi en la Bolsa de Nueva York. Ese mismo día en comprendió que ahí había un hombre justo y dad de los trabajadores y sus familias por la horas de la tarde, después de informar sobre responsable.
falta de salarios y los graves indicios que los la medida a los personeros de la compañía ba Días después viajé a Nueva York a la Asampersoneros del Gobierno teníamos de que la nanera, el Sr. Breck regresó a Nueva York. blea General de Naciones Unidas. Llevaba en United Fruit, subsidiaria de United Brands y Fue necesario que transcurrieran varios mente encontrarme con altos personeros de la propietaria de Compañía Bananera de Costa días antes que la normalidad volviera a las United Brands Co. para dilucidar diferencias Rica, deseaba abandonar los cultivos antes de plantaciones de Golfito. Finalmente, los sindi. y lograr la mejora en las relaciones laborales cumplirse el plazo establecido en los contra catos aceptaron que una Comisión Técnica en la subsidiaria costarricense. Me reuni con tos bananeros al de agosto de 1988, según la coordinada por el Ministerio de Trabajo e in nuestro embajador ante la ONU, Sr. Rodolfo ley 133 de 23 de julio de 1938, por los costos de tegrada además por representantes de la Aso Piza Escalante, y le manifesté mis intencio producción en la División Golfito y un exceso ciación Bananera Nacional y de la Cámara Na. nes. United Brands, cuya sede principal estå de fruta en el mercado, propuse al presidente cional de Bananeros, determinara cuáles tari. en esa ciudad, debía saber que el Ministro de Carazo asumir el control temporal de las plan fas y salarios de los trabajadores deberían rea Trabajo de Costa Rica se encontraba ahí e intaciones agrícolas de esa zona, los servicios de justarse y que los despedidos, siempre que no teresarse por la entrevista sin que la gestión muelle y ferrocarrileros y todos aquellos que lo hubieran sido por causa de un fallo de los partiera de mí. Así lo logró el embajador en se requirieran para asegurar el normal fun Tribunales de Justicia ni por actos graves, se. una fina indiscreción. La llamada del Sr.
cionamiento de la agricultura del banano y de rían reinstalados según lo determinara una Seymour Milstein, presidente de esa Compa.
la palma africana.
Comisión Tripartita integrada por los traba ñía y principal accionista en ese entonces, no Pesó además en mi ánimo el resultado de jadores, la empresa y el ministerio.
se hizo esperar. Me invitaba a visitarlo en su un sondeo que realizamos en la zona de huel Días después mudaron las labores y oficina, que pensé estaba todavía en uno de los ga: la mayoría de los trabajadores se expresa el Gobierno de la República alcanzó los fines pisos superiores del edificio de la Pan Ameri ba en su contra, pero se negaban a regresar al perseguidos: reestablecer los trabajadores en can. Recordé que años atrás Mr. Ely Black, su trabajo porque temían que desautorizando el la producción bananera que habían sido sus antecesor, había caído por una de sus venta movimiento y a sus dirigentes, no tendrían pendidos por la huelga, reajustar los salarios nas, muriendo al instante. Expresé al Lic. Pi: luego quien los defendiera ante abusos de la inferiores a los usuales en ese tipo de labores, za que debía lograr que la entrevista se realiempresa. Dije entonces a mis colaboradores reinstalar a los trabajadores despedidos sin zara en las oficinas de la Embajada de Costa más cercanos: ino seré yo el responsable de justa causa, acabar con el estado de necesidad Rica en Nueva York, el día y la hora que yo fique volvamos a los tiempos de Mamita Yu y evitar que la compañía bananera, por el in jaría. Ante la aceptación del Sr. Milstein prenai. terés de la transnacional que era su propieta paramos el escenario: Yo me sentaría en el esEsa intervención, que nunca antes se ha ria, levantara sus bártulos y abandonara la critorio del embajador, con el retrato del Prebía aplicado en Costa Rica, tiene su fundamen producción ocho años antes del vencimiento sidente de la República al fondo y la bandera to en el Código de Trabajo, y procuraba la su del contrato. De todo informé oportunamente de Costa Rica desplegada. Junto a mí el embapervisión de las relaciones laborales de la em al Consejo de Gobierno de la administración jador. Milstein y su asesor legal, el Sr. Skelly.
presa y de los trabajos de siembra y cultivo del Carazo.
al frente en dos despachadoras sillas que no banano, de manera tal que esas relaciones Varias semanas habían transcurrido des fue difícil conseguir en nuestra Misión Diplo transcurrieran conforme a lo dispuesto por la de la conclusión de la huelga bananera del Pa. mática. Debían sentir quien mandaba en CosConvención Colectiva de Trabajo, suscrita en cífico Sur de 1980. Personeros de la compañía ta Rica. Llegó la hora de la cita y conversamos tre la compañía y el sindicato y las leyes de bananera quisieron imponerle al Gobierno por espacio de dos horas. Milstein regresaba trabajo vigentes, y que los trabajos se efectua cuál debía ser su conducta frente al sindicato de un viaje por la China Continental y estaba ran con la urgencia requerida para evitar las que había decretado la huelga, bajo el mando impresionado por las condiciones sociales en pérdidas en ese ciclo agrícola. El presidente de reconocidos dirigentes comunistas, y nos que ahí se vivía. Quería mejorar la produc Rodrigo Carazo estuvo de acuerdo y el 13 de cobraban el que no hubiéramos utilizado ese ción según me dijo siendo justo en las rela agosto de 1980 firmamos el Decreto Ejecutivo conflicto para liquidarlos de una vez por to ciones laborales. Concordamos en que el camde intervención, aclarando que el menciona das. Cierto era que la huelga se produjo bajo po de las empresas transnacionales debía ser do control de plantaciones y servicios no im un trasfondo político que respondía a los inte estrictamente el agrícola, comercial y finan plicaba la intervención financiera y comercial reses de la izquierda criolla. Pero también era ciero de su producción y no incursionar en el ni de administración de la empresa.
cierto que miles de trabajadores costarricen terreno político o ideológico frente a la diri Al tiempo que me encontraba redactando ses y sus familias, ajenos a esa circunstancia, gencia sindical, pues el ejercicio de la demo el Decreto Ejecutivo, cuyo borrador original pagaban las peores consecuencias del conflic cracia, la estabilidad social y económica y los aún conservo de mi puño y letra, recibí la lla to bananero y que en ese conflicto subyacían factores políticos son del manejo exclusivo del mada de un amigo norteamericano, Sr. Berny intereses comerciales: el deseo de la transna Gobierno de la República y ajenos a su opera Firchow, con un mensaje del Sr. Warren cional de abandonar cultivos que no le eran ción comercial. Al terminar nuestra entrevisBreck, vicepresidente de United Brands Co. rentables en momentos de exceso de fruta en ta me preguntó si quería que hiciera cambios quien deseaba entrevistarse conmigo, con las el mercado mundial sin esperar el vencimien en los altos ejecutivos de la compañía bananereservas del caso, para tratar sobre la huelga to del plazo contractual. Recibí injustos atacreder stor bananera y sus posibles salidas. Acepté la cic ques de aquellos personeros por los medios de ra en Costa Rica. Le expresé que él y yo habíamos llegado ya al pleno acuerdo sobre el co ta y él viajó de Nueva York a Costa Rica en el recomienicación colectiva, pero poco a poco las rrecto manejo de las relaciones laborales y que wavión privado de la compañía. Nos entrevis aguas fueron volviendo a su nivel. Pública sabría quienes actuaban dentro de esos prin Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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