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La República Jueves 22 de Abril de 1993 Gentes y Paisajes Cosas del terruño. Curpito y el tigre Miguel Salguero engo setenta años, amigo y como si nada. De repente hago amarra porque quiero dejar pinta.
Es Curpito, que a los setenta años quiere hacer amarra o encontrarse una compañera para dejar pinta. Sí, a los setenta años. Pero no se asuste, compañero. Todavía no ha nacido el caballo que me dé el barquinazo, ni palo que no pueda labrar, ni muchacha que se mente. Aquí hay coyunda dura pa mucho rato.
Estamos sentados sobre los troncos de un encierro, en una haciende ganadera del Pacífico Sur, allá por Dominical. Curpito, viejo banero guanacasteco que desde los catorce años anda por aquedos parajes, nos relata sabrosas anécdotas de su vida, a las cuales durante tanto tiempo ha venido adobando a su gusto y sabor: Mes mi amigo, aunque usted no lo crea, yo puedo sacar la cédala porque ya tengo edad. Nací en Sardinal de Guanacaste y desde que tenía catorce años me vine para estos rincones. Muchas cosas ae han sucedido. Quiere que le cuente las que pasé con el ñato?
El ñato es el tigre. El tigre que hace correr la imaginación de Curpito con la velocidad de las nubecillas que van sombreando Juan José Cupertino Espinoza Contreras Vargas los potreros. Porque el tigre es el amo de la selva y al vencerlo, Gutiérrez o, más sencillo: Curpito.
aunque sea sólo con la fantasía, el hombre crece ante sus compañeros, que entre crédulos y socarrones se deleitan con los cuentos.
Los cuentos de Curpito Juan José Cupertino Espinoza Contre se van y yo que vuelvo a ver. Ayyyy aaayyyyaayyy, compañero.
ras Vargas Gutiérrez para servirle. son famosos en toda la región. Curpito se acomoda en la montura los dos callos en que se han Una vez andaba yo por el lao de Savegre. Era por onde había convertido sus posaderas. Saborea su puro, que lucha desesperamucha ñágara, en la parte baja. De pronto, amigó, oigo esa bulla damente con un Pringue de fuego que se le pega como una gaque se me venía encima Eeeh. y esto qué es. Pues nada, los chan rrapata, y nos sigue contando.
chos de monte. Pues yo que elva a ver y. ummm, cuesta crerlo Más de 500 jodidos que venían arrasando con todo.
pero es verdá. yo que vuelvo a ver y el tigre también. Eso era, Umm a ellos no me les pongo por delante, aunque tuavía ten amigo, eso era lo que me jincaba. Que el tigre, asustao con los ga senos que desarrollar. Yo que estaba en ese apuro cuando veo chanchos, también se trepó al tronco y estaba pegando espalda con en medio de un bijagual que había un tronco. Sin pensarlo pegue espalda conmigo. donde se fueron los chanchos, los dos volviun brinco y me encaramé. Pues a tiempo lo hice, porque allí no mos a ver y quedamos pegando las quijadas. Ehhh, yo me asusté más llegaron los chanchos y me rodearon. Por dicha el tronco era y me volé del tronco, pero también el tigre se llevó un susto tan de roble y por más que estuvieron escarbando no pudieron mover grande que pegó un brinco como de diez varas.
me. Pero. ha de creer una cosa? De vez en cuando yo sentía que. quí hizo usted, Curpito?
algo me jincaba en la espalda. Umm, debe ser algún bejuco. Hom. Yo tenía mi chopo y le apunté al ñato. Pero me arrepenti.
bré, pues, al rato los chanchos de aburridos se fueron. ellos que Pobrecito, dije, si él también se asustó. Es mejor que se vaya.
Ah, pues seguí de larguito a los chanchos y maté dos, uno para el tigre y otro para mí. Vay, como además del susto que le di, el pobre animal no había cazado nada, por eso le dejé un chancho muerto pa que se repusiera.
Así, en aquellos bajos de Savegre, allá por la costa entre Quepos y Dominical, Curpito, el hombre que se ha tragado con la vista millones de árboles y ha recorrido una y otra vez los solitarios caminillos en la selva, estuvo compartiendo su miedo con el rey de los animales. Otras vez íbamos a pescar. Yo llevaba un chopo viejo que se desarmaba a cada rato. Déjemen caminar alante por si acaso aparece algo que tirar. Este chunche solo dispara una vez. Por eso hay que aprovechar. les dije a mis compañeros mientras iba fumándome un puro. Cuando yo, que iba así por un ángulo del camino y en eso veo que venía un tigre, hermano. Ay Jodido, este mano gateado me come si no me las ando listo. Lo tiro o no lo tiro? Pues no había más que tirarlo. Yo llevaba una bolsa llena de bombas pa pescar en el río. La puse a un lado y apunté chác chác chác. tres martillazos y nada que reventaba el tiro. Cambié el cartucho. y nada tampoco. Cambié otra vez. y menos que daba fuego. Ah no, aunque tenga que pagar este chopo viejo, que no es mío, a éste yo lo mato con la culata. donde se me acercó, pummmm, allí le tiré el rifle con toda fuerza. lo mató, por supuesto. No qué va. Donde vio el rifle ¿ha de crer que el malvado animal hizo esto en el aire, lo agarro y se sentó encima del chopo. No puede ser. Se lo juro. Era un tigre como no he visto otros. Si con decirle que cuando pasó donde mí se hizo un hebra de hilo en el camino. Bueno, pues lo cierto es que se sentó con el rifle. Ah carajo, dije yo, ahora sí que quedé jodido. Yay, será meterme en ese gambón de ojoche. Pues yo que me iba a esconder, cuando me acuerdo de las bombas. Ah carambas, si aquí llevo bastante pa pescar.
Voy a tirarle una a este bandido. cogí la más hermosa, le pegue fuego con el puro, y se la tiré. Hombre, ha de crer que el nato donde la vido hizo lo mismo que con el rifle: chás, la agarró y se le sentó encima. Ayyy, pero no había terminado de sentarse cuando vino el cachapummmmm. No quedó nada donde esteba. Al rato lo que me cayó encima fue la lluvia de orines. Por el ruido de la explosión llegaron los compañeros. Acaso querían crerme? Entonces volví a ver para el palo y ¿sabe una cosa? Hombré, les dijé, vean donde quedó mi pariente en aquella horquetada, estaba la cabeza del tigre. Por dicha, sino no me cren el cuento.
De ballenas y más. Por qué se llama Bahía Ballena, un poco más al sur de la Uvi Igual sucede en la región Atlántica, allá por Manzanillo. Es ne quien reproducimos una entrevista. Qué bárbaros y qué memota. Porque dicen a esa parte de nuestro mar Pacífico llegan las cesario que el Ministerio de Agricultura tome cartas en el asun ria! Usted le hizo una entrevista a Curpito. nos dijo un seballenas jorobadas en determinada época. No sabíamos que hay to; de lo contrario, se acaba el rice and bings. Por cierto Emete ñor, 29 años después. Memoria de disco duro, sin duda. fuiballenas con joroba; pero lagartos chingos, sí.
rio no come este plato limonense. Afirma que le sabe a broncea mos de visita a la finca de John Tresemeyer, donde estuvimos hador.
ce mucho tiempo. Pero John, uno de los impulsores del Parque Marino Ballena andaba en Estados Unidos. Tiene Juan TresmeY es que en nuestro último viaje a La Uvita, hacía la bicoca Todavía la luz del ICE no ha llegado a Bahía. En las cabinas ses. como le decimos, un lindo lugar turístico: Ave Oro se llade 17 años, sufrimos un descalabro mayúsculo: el yip terminó en Chamán tienen un sistema muy sui generis para alumbrar las cer ma.
un estero, invisible. Hubo que recurrir a cinco jinetes, quienes, canías de los domitorios: canfineras colocadas en alto, en cañas después de que un buzo localizó el vehículo, lograron sacarlo gra de bambú. El asunto es muy romántico.
cias a la fuerza de los equinos. Mirá, las gringas se están paseando en el turismo en DomiUna noche en Bahía: tres o cuatro negocios venden comidas nical y La Uvita. nos dijo por teléfo Sergio Barrantes, de San Mientras iban a pedir ayuda, nos quedamos dormitando en un y bebidas. Hay dos salones. Todavía los vecinos llegan a ver te Isidro de El General. Por qué decís eso. le preguntamos.
ranchillo de pescadores, de vara en tierra. Luego nos enteraría levisión como si fuera un pequeño cine. una rockola se desga Idiay, porque se bañan desnudas. Muchacho. no es memos de que en ese estero o paso del río Morete vivía el Chingo, ñitaba con toda clase de melodías. Sin embargo, nadie bailó. jor el asunto así, sin nada. Qué va! nos contestó. porque toun famoso largo. Cuando lo mataron, años después, encontraron das son ya viejitas y parece aquello el Valle de los Caídos. Vieen su panza un par de espuelas y una dentadura postiza. Seguro ras vos.
murió de indigestión, no matado como afirman los vecinos. Cholo Mena es uno de esos personajes de los que todos hablan. la manera de Nor Román en Cartago y Nor Garúa en San Ramón. Dicen que en una ocasión se le cayó el radio en el este Otra talla o historia a la manera de Cholo Mena. Una vez per¿Qué es broma? No, qué va. El Chingo existió y además, ase ro del Morete. Como era de noche no pudo buscarlo. Tres meses dió un reloj de pulsera en plena montaña. Como tres años más guran que en una ocasión se echó al buche a un jinete, al cual ba después volvió a buscar el aparato, que era de batería. Le fue fá tarde pasó por el mismo lugar y de pronto oyó, en lo alto de un jó del caballo cuando el hombre iba muy orondo pasando el es cil localizarlo, pues apenas se acercó a la orilla del estero oyó la árbol, el tic tac de un reloj. eso qué es? Un reloj allá? Se tretero con el agua a la panza del Rocín.
voz de Javier Rojas que decía: Aquííiií Columbiaaaaaa. pó al árbol y entonces descubrió que era el suyo. Lo que ocurrió fue que un árbol nació en el centro de la pulsera y claro, conforme crecía, así iba el reloj para arriba. Tres años después todavía Las palmeras de coco están muriendo en un sector de Bahía. Nos acordamos y en Bahía aún lo recuerdan de Curpito, de caminaba. Bueno ¡Ahi perdonen. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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