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La República Jueves 14 de Mayo de 1993 Gentes y Paisajes Caminos y veredas. Nosara ha crecido PRIMERA VEZ QUELLEGAMOS a Nosara fue durante una gira que empezó en Carrillo y terminó en Tamarindo. La hicimos en compañía de nuestro amigo de muchos años, Danilo Alfaro, destacado empresario, pionero en transportes y turismo. Fue en esa ocasión cuando nos dimos un banquete de playas, porque por estos sitios están una tras otra. Pero. Pero no había.
Pero no había camino, sino veredas. En muchos trechos íbamos por la pura playa. Sin embargo, en verano no hay problemas; lo fregao es en invierno, porque muchos ríos no tienen (aún) en este 1993 puentes. Son poquitos pero, idiay, de repente se emborrachan con una lluvia fuerte y lo dejan a uno y aislado (claro, en invierno, repetimos, que en época seca es una chirotada y hasta en automóvil se pueden ustedes dar el lujo de recorrer esta zona. Nosara con doña Marjorie Uno de los principales centros turísticos cercanos a Nosara es el denominado Villagio La Guaria Morada, en donde se destaca este enorme rancho.
En otra ocasión aterrizamos en Nosara, en compañía de doña Marjorie de Oduber, cuando la Primera Dama anduvo repartiendo bibliotecas escolares por todo el país. En dicha ocasión, una vez que dejamos los libros de Nosara, seguimos peñas arriba hasta Hojancha, recorriendo un paisaje bello pero deforestado. Hoy, gracias a Dios, los hojancheños ha emprendido una etapa de forestación, y francamente ya no luce tan pelado este territorio interiorano. Doña Marjorie, es bueno recordarlo, llevó a cabo una admirable labor en pro de la educación nacional al dotar de libros a cientos de escuelas en todo el territorio.
Nosara es otra Nosara nombre de una princesa indígena es otra cosa hoy. El turismo ha hecho el cambio, y es lógico. Primero, adquirieron una finca de don Filimón Baltodano para hacer quintas, que se venden como pan caliente. Luego otras personas casi siempre extranjeras siguieron haciendo hoteles y restaurantes, al punto que hoy Nosara es una villa muy activa, desde donde parten autobuses que la unen con Nicoya y el resto del país. Todo se debe (isuquias. a las hermosísimas playas de este litoral de Guanacaste, verdadera Costa de Oro si se le sabe explotar. Lo malo es que, seamos francos, los medio chonetes no podemos darnos el lujo de, siquiera, dormir en uno de estos hoteles porque con los precios que cobran. quién va a dormir a menos que sea millonario (en dóla por supuesto. IBLIOTEC.
NACIONAL Todavía, sin embargo Ota en Sin embargo, todavía hay mucha tierra desocupada. es decir, sin otra actividad que una ganadería y agricultura de subsistencia. es que hoy la zona, como lo veremos en la próxima página, se encuentra deprimida por falta de incentivos a lo que ha sido tradicional, el cultivo del campo, y entonces la gente pesar de que lo moderno ha llegado a la región, aún se observan estas escenas de los viejos tiempos, o vive mal o emigra.
cuando el agricultor dependía del caballo para la mayoría de sus faenas.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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