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4C LA REPUBLICA. Domingo 16 de Mayo de 1993 Domingo El Crimen den Colima Quiero ser inocente ELBERTH DURAN La República equeño, de tez oscura y ojos achinados, Lorenzo Palacios no olvida. Después de purgar 17 años, meses y días en prisión por el crimen de Colima, fue extrañado del país, a donde no podía regresar.
Un cambio en las leyes costarricenses se lo permitió.
de llegar. Ve San José con la sorpresa que provocan 25 años de ausencia. Camina silencioso, cavilando, como sabiéndose sobreviviente de una tragedia que el país seguramente no termina de olvidar.
Dos abogados, Enrique Benavidez y José Francisco Chaverri, lograron la libertad para él y dos compañeros tras la revisión del caso, a finales de los años sesentas.
Pese al éxito de aquel esfuerzo legal, una cosa resultó imposible: enmendar la condena previa y dictar la inocencia de los el indulto. En 1968 el gobierno de dez les concedió la gracia.
Si para el derecho se registró nada los afecta, están muertos.
la esperanza de verse librado para siempre de la deshonra con Acaba de llegar. Ve condenados. La única salida fue San José con la don José Joaquín Trejos Fernánsorpresa que un indulto, para la justicia no provocan 25 años Hernández y Ronulfo Morales ya de ausencia. Solo quien les sobrevive guarda Camina silencioso, que ha vivido más de la mitad de cavilando, como presentado ante la Sala Tercera sabiéndose sobreviviente de de prisión por muchos años, y una tragedia que el tores costarricenses, José León país seguramente no la misma que espera ver cerrar termina de olvidar. semanas.
su vida. Un recurso de revisión ron dos oficiales con quienes fui hasta un da. Eran técnicas para amedrentar.
de la Corte Suprema de Justicia, campo de tiro, cerca de un cafetal. Ajá, Todo pasaba al principio sin que yo sueste viernes, pretende ponerle amigo. no va a decir nada. me pregun piera nada de que otros dos compañeros punto final a esta historia.
taron. Nada tengo que decir, contesté. Me acabarían metidos conmigo en el enredo.
En la casa de un compañero hicieron una llave, caí al suelo y me ras En la primera vista yo le dije al alcalpé la cara. Enseguida empezaron a gol de Stanley Vallejo que no sabía de qué se ahora de los más famosos escri pearme con los puños y a patadas. De me acusaba. No supe responderle dónde pronto uno me agarró los testículos con estuve el 23 de diciembre como a las dos Sánchez, en Heredia, Palacios tanta fuerza que me desmayé. Fue la pri de la tarde, aunque mencioné que en esos contó a La República su historia, mera vez de un ataque así. Vinieron mu días había estado yendo donde Héctor chos más en los testículos. Otras veces lle. Trejos, el mismo que, supe después, me se para siempre en las próximas garon a punzarme con un palillo los oí acusaba de haber cometido el crimen.
dos, o me pinchaban el cuerpo con punAsí habló Palacios.
tas de bayoneta, siempre insistiendo en que confesara. Hasta hicieron un día un simulacro de fusilamiento. Esa vez de veRecuerdo fatal ras no sentí miedo, le digo, más bien se Captura en barrio Keith me encendió la sangre ¿No tiene nada que Varios días después, cuando recordé decir? No, no tengo nada que decir. Si lo hecho pedí hablar con la investigación. mí me agarraron en mi casa del ba guieron maltratándome y al final vino Enseguida llegó un hombre llamado Arrrio Keith el 28 de diciembre de 1951, día uno de los oficiales y me sugirió hablar chivaldo Sáenz, detective o algo así. Me de los inocentes, y me involucraron con para acabar el suplicio.
dijo zajá, vas a declarar? No, le dije, es el crimen. En ese entonces trabajaba ayu Así fueron pasando los días. Tal vez que ya me acuerdo qué hice ese día. Se lo dándole a un amigo en una compra y ven nueve. Otra vez, a las dos de la mañana, expliqué. Había estado con Trejos como ta.
me llevaban cerca de la piscina y me em hasta las 11 de la mañana; luego me fui a Fui trasladado a la escuela militar de pujaron al agua gritando: Dejemos aho la casa, me cambié, volví a salir y estuve Guadalupe (donde está actualmente el co garse a ese hijuep. Al intentar salir me otra vez con él como hasta las dos o dos legio Napoleón Quesada. Allí me tortu doblegaron de un culatazo y allí perma y media de la tarde. Nos despedimos. Yo raron. Los primeros días los pasé en la necí no sé cuanto tiempo. Me volvieron a me fui a La Cañada para tomar el auto barraca. un baño subterráneo de don meter en otro baño bajo el chorro del bús a barrio Keith y él siguió para agade me sacaron para la primera indagato agua con la amenaza de volver a culatear rrar el de barrio La Cruz. Ahí vivía. Es ria en la Alcaldía de Goicoechea y Tibás. me si dejaba el encierro. Fue en una de decir, Trejos sabía perfectamente que yo De regreso me introdujeron en otro ba esas cuando llegó un oficial de investiga no podía ser el criminal de Colima.
ño; taparon el desagüe y con la regadera ción con una botellita. Ordenó beberlo Después entré en la cuenta de que tanabierta dejaron inundando el pozo hasta advirtiéndome que con aquello moriría. to Sáenz como Trejos debieron haber temila medianoche. Más medianoche. Más adelante aparecie Me lo bebí de un sorbo pero no pasó na jido una trama para echarnos la culpa a 100 90tals oralt att se Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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