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Jueves 20 de Mayo de 1993 LA REPUBLICA 16A Opinión La función de los partidos hoy ARNOLDO MORA CHISPORROTEOS ALBERTO CANAS Con bombo y platillos, ha comenzado el que han dado en llamar el proceso del siglo.
El proceso por el más sonado y espectacular robo de que haya sido objeto el Estado costarricen se: el escándalo del Fondo de Emergencias, cuyo monto exacto todavía nadie ha logrado establecer.
OD Dentro del gran escándalo, hay inserto un pe.
queño proceso: el que ordenaron seguir contra don Luis Alberto Monge (Presidente de la República cuando ocurrió el robo. por cuanto dicen que del Fondo de Emergencias salió dinero para con prar un mueble de los que tiene en su residencia (no se especifica si un escritorio, un aparador, una silla, un armario o un cenicero de pie. y para reparar el aire acondicionado de esa misma resi.
dencia con ocasión del agasajo oficial que el Presidente de la República ofreció al Primer Ministro de Suecia.
Hace apenas poco más de dos años y a escasos meses del fin de su gestión administrativa, el presidente Oscar Arias celebraba con bombos y platillos el Centenario de la Democracia Costarricense. Nuestro máximo coliseo cultural, el Teatro Nacional, obra igualmente casi centenaria, se convertía, para tales efectos, en solemne escenario de una magna reunión de mandatarios latinoamericanos que, a coro, entonaban loas a la estabilidad política de nuestro país, convertido en vitrina democrática para todos los países de la región. Tras su mal disimulada apariencia de humildad, Costa Rica pretendía, así, erigirse en juez y maestra de una lección de democracia. que muchos de sus vecinos debían pronto aprender, pues venían apenas saliendo de décadas de regímenes, eufemísticamente llamados autoritarios por quien había sido hasta entonces su principal apoyo: el reverenciado padrino del Norte.
Esta versión de nuestra historia política, transformada en liturgia oficial para prez y gloria de nuestro flamante Premio Nobel de la Paz, ocultaba, como toda historia oficial. una verdad a medias. En sentido estricto, no era cierto que nuestra democracia hubiera nacido hace cien años, pero sí era verdad que, a partir de ese histórico de noviembre de 1889, nuestra democracia dio un paso significativo al cobrar, a partir de entonces, los partidos políticos una relevancia imprescindible en la vida nacional.
Dentro de un régimen democrático, en efecto, los partidos resuelven un problema vital en la vida política: el de la sucesión en el ejercicio del poder, evitando así la perpetuación en el mismo de una sola familia. Los partidos obligan, a quienes ostentan el poder, a someterse a un veredicto popular ofreciendo al pueblo diversas alternativas, tanto en cuanto a personas se refiere, como en a ideologías y programas, de modo que nadie se puede sentir propietario a perpetuidad de una riqueza que sólo al pueblo pertenece y que, como la vida fisica, es inalienable: su libertad.
Quizás no sea superfluo recordar, de esta manera, siquiera sea brevemente, lo que la doctrina clásica nos enseña sobre el ser y la razón de ser de los partidos políticos. Desgraciadamente, en la época actual, éstos han olvi.
dado lo esencial y parecen haber sucumbido al hechizo de los medios de comunicación y a las técnicas del marketing. Hoy despilfarran los dineros del erario y otros que provienen de fuentes no muy honorables no para hacer de las campañas electorales escuelas de civismo. como decía Don Pepe, sino para promover la imagen del candidato. En un alarde de rara lucidez para un político de nuestro medio, hace unos años me decía un dirigente, venido hoy a menos en el Partido Liberación Nacional, que actualmente nuestros partidos políticos se han convertido tan sólo en maquinarias electorales. Se agotan en intrigas personales, que no son más que subastas de puestos.
Todo esto constituiría un sainete de mal gusto, si no fuera porque encierra un grave peligro: el desencanto del régimen democrático por parte de grandes masas de la población, que cada día se empobrecen más y más y sucumben a la frustración, cuando no a la rabia. Los ejemplos tomados de sucesos recientes, acaecidos en países cercanos, llenan cada día las páginas de los periódicos. Aun en nuestro medio, de arraigada tradición cívica y de sólida institucionalidad democrática, la distancia entre la vida política y la vida cotidiana aumenta. Los partidos no parecen responder a las necesidades reales de grandes sectores de nuestra población. Por eso, hoy más que nunca conviene preguntarnos que deben hacer los partidos, a fin de que cumplan la función para la que fueron creados hace poco más de cien años La República Jorge Milá por nuestros abuelos, sublevados en la aldeana San José finisecular.
Para ello deben comenzar por cambiar su imagen de lo que es el pueblo. Este no es una masa de votantes, una clientela electoral, sino un conjunto de necesidades básicas. El pueblo busca quién le ayude a resolver sus problemas reales, esos que no han resuelto ni éste ni los anteriores gobiernos y que cada día se vuelven más agobiantes. qué han hecho los partidos. Cuál se ha tomado la molestia de presentar un programa, una fórmula técnica y políticamente concebida, para resolver a corto o mediano plazo esos problemas. Qué programas de gobierno nos ofrecen. Cuáles son sus equipos de asesores, de especialistas, de profesionales que estén trabajando febrilmente por ofrecer al pueblo fórmulas viables para nuestro medio y poder, así, afrontar los grandes retos que nos presenta un mundo en cambio vertiginoso. Cómo estamos preparando a las nuevas generaciones, a nuestros hijos, para que sean los ciudadanos responsables y felices del siglo XXI, ya a las puertas?
Hoy muchos conciudadanos andan buscando no un hombre pues la época de los caudillos y mesías pasó sino un partido serio y responsable, apoyado en equipos de especialistas competentes y patriotas, que ofrezcan una alternativa viable a los desafios de la época. Si hubiese al menos un partido así. qué diferente sería este año electoral!
Nuestros conmovedores y patrióticos periodistas investigativos, no han investigado cuál mueble de don Luis Alberto es el que señalan como comprado con fondos públicos, y se limitan a informar del proceso en forma tal, que han logrado que en la opinión pública se confunda el proceso del siglo, con el proceso contra Luis Alberto Monge.
Sin que la prensa haya publicado ni comentado las razones que los tribunales aducen, éstos se han negado a aplicar al expresidente Monge el inciso del artículo 171 de la Constitución, y el procesamiento contra él no se ha tramitado conforme a ese inciso, pese a los antecedentes que el país y la historia conocen, como la acusación que le formularon y proceso que le abrieron a León Cortés al salir de la presidencia, de haberse robado una lámpara de la Casa Presidencial y un cerdo de la Escuela de Agricultura. Lo cual fue conocido y fallado por la Corte Suprema de Justicia, de acuerdo con la Constitución.
Como dije, las razones que han aducido los jueces para tratar a un expresidente de la República como a cualquier hijo de vecino o columnista de periódico, no se han publicado; exactamente como ha sucedido con el objeto preciso que lo acusan de haber comprado con fondos públicos: nadie sabe cuál es ni la prensa se ha preocupado de preguntarlo. Ese es, según muchos, el proceso del siglo. Cacareco Con motivo de un comentario que publicamos en fecha reciente, en estas mismas páginas, varios ciudadanos nos llamaron para informarnos que organizaban un partido protesta. Motivados por el gran descontento popular que existe contra los partidos tradicionales y la decepción que muestra el pueblo hacia los dirigentes políticos que les piden su apoyo, han comenzado a gestar un movimiento que persigue captar todo ese descontento popular con la mira nos explicaron no a lograr votos para alcanzar cómodas diputaciones, sino contar con una tribuna para denunciar todos los males que carcomen la esencia misma de la patria costarricense.
Nos informaron, además, que coincidían con el planteamiento hecho por nosotros en el mencionado comentario, en donde demostramos que las próximas elecciones no pasaban de ser una novillada más de las que se celebran cada cuatro años en nuestro país. Por esta razón, su objetivo es brindar un medio de protesta al pueblo y no tratar de alcanzar el poder por el poder mismo, como ha sido la meta de los partidos tradicionales en Costa Rica.
Claro, el proceso del siglo es el otro, el que se sigue contra los que asaltaron el fondo de emergencias, y, es de lamentarlo, contra el entonces Vicepresidente de la República Armando Aráuz, de cuya ingenuidad y buena fe se aprovecharon los JOSÉ CORDERO CROCERI asaltantes de la hacienda pública, y que se ve ahora envuelto en el asunto, señalado como negligenNo será entonces nos dijeron un partido organizado te.
en la forma habitual, sino un movimiento dispuesto a defender con valentía las más caras conquistas del pueblo El pueblo costarricense tiene un singular olfacostarricense, como son, entre otras, el seguro social, la to, y ha mantenido a Monge en el primer lugar de banca nacionalizada, los servicios eléctricos y de teleco las encuestas de popularidad, porque sabe que si municaciones, etc. etc. y denunciar con decisión a los po como gobernante cometió errores, es falso que colíticos que han entregado todas esas conquistas, por algo metiera delitos. que su gobierno se caracterizó más que un plato de lentejas.
por su espíritu bonachón y bondadoso, del cual Toda esta inquietud nos hizo recordar el triunfo electo como en el caso de Aráuz se aprovecharon mural obtenido en Sao Pablo, Brasil, por un rinoceronte muy chos.
popular de su Parque Zoológico, a quien llamaban Cacareco.
El proceso del siglo debería ir por un lado, y el Se presentan unas elecciones para elegir gobernador o pequeño proceso de la mezquindad contra el ex alcalde, si mal no recordamos y el pueblo, cansado de tan presidente, por otro. Pero no ha sido así. El juez ta burla y tanto despilfarro, promovió un movimiento pa que instruyó todo eso en época electoral ocupa ra que los ciudadanos pusieran el nombre del rinoceronte hoy un cargo político, y el asunto lo fallará otro en las papeletas de votación. El resultado fue sorprenden tribunal. No hay razón humana para que Monge te. Cacareco obtuvo una inmensa mayoría de votos y su tenga que ser parte en un proceso que se sigue triunfo, sin duda, sirvió para que los dirigentes de aquel contra otros por actos en que él no tuvo nada que gran país comenzaran a cambiar de rumbo, hasta lograr ver. Pero así venimos entendiendo las leyes en destituir a un Presidente por malos manejos de los dine Costa Rica. Voy a comentar un poco más mañana ros públicos, como pasó en fecha reciente.
sobre este asunto. Sucederá lo mismo en Costa Rica? 2011 och Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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