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BISLIOTECA Opinión Los malditos de calle LUIS PAULINO VARGAS SOLIS CHISPORRO TEOS ALBERTO CANAS Me temo que la campaña política que comienza va a ser la más conflictiva si no la más sucia de las últimas décadas.
Más que una campaña política, esto tiene trazas de convertirse en un concurso de antecedentes. De malos antecedentes, quiero decir.
En vez de mirar hacia el futuro, hacia el futuro del país, la mirada de los dirigentes está puesta en el pasado. En el pasado de los candidatos, y también en el pasado del país.
CIUDADALO El periodismo averigüista como lo llama don Beto Cañas ha alcanzado nuevas cumbres. Ahora le tocó el turno a los vendedores ambulantes de calle 8, convertidos, sin duda posible, en nuevos hijos de Satanás. Tremendo descubrimiento el de que, entre los armatostes de las ventas, se trasiegan drogas y hay carterazos, suciedad y mendigos. Es como descubrir el aguadulce. Pero el asunto tiene sentido: permite aparentar que se cumple una función de adecentamiento social, y se gún lo manda la seudosensibilidad dominante contribuye a reforzar esa imagen de los marginados, que los representa co mo indeseables y enemigos de las bue nas costumbres. No importa que sea en ambientes refinados y de decente apariencia. en nada malolientes como la calle donde se llevan a cabo los grandes trasiegos de droga, y los grandes robos y estafas.
El asunto hay que situarlo en el contexto de la ola de intolerancia, que viene manifestándose en estas últimas semanas. Entonces se entiende que don José Loría, ante las denuncias de Telenoticias, se pregunte al parecer muy en serio si las autoridades tomarán acciones contra los maleantes, cuyo proceder delictivo fue de mostrado (i. por la tele. el que luego el señor Loría, se sienta en la necesidad de llamar a que se apliquen detenciones sumarias por vagancia. todo en bien de la tranquilidad de los ciudadanos honestos y trabajadores.
Tratandose del distinguido periodista Loría, todo ello es perfectamente consistente con sus muy originales tesis acerca de que la Biblia no se interpreta, y en relación con el dere chohumanismo. Lo primero funda el superdogma antidog.
mas de la religión, y hace de la Biblia un conjunto de cuentos, aptos para contárselos a los niños al acostarse, o a lo sumo un puñado de verdades directamente escritas por Dios, dentro de un discurso plano, sin desdoblamiento posible, y, por tanto, absolutamente descontextualizado de todo marco histórico y cultural. Justo la receta perfecta para la intolerancia religiosa perfecta, pero, además, una fórmula precisa para ignorar en el mensaje de Jesús, todos sus contenidos liberadores concretos.
La tesis del derechohumanismo. por su parte, plantea una relativización de los derechos humanos, que se construye so bre la base de la exclusión de su disfrute para ciertos grupos de la población. Los diáfanos ciudadanos, portaestandartes de las buenas costumbres, tienen unos derechos humanos tales que les es permitido limitar quizá anular los derechos humanos de individuos que no se acomoden a esas buenas cos tumbres. Finalmente resulta llevado el argumento a su conclusión lógica inevitable que estos individuos quizá sean algo más que animales, pero en todo caso no llegan a seres humanos. Sin pretender ponerle etiquetas a nadie, hay que remarcar que esa es exactamente la fórmula que permitió justificar los imperios esclavistas, o la matanza de judíos en la Alemania nazi; la misma que ha motivado el asesinato de indígenas en Centroamérica, o el de niños y adolescentes mendigos en urbes suramericanas.
El periodista don José Luis Fuentes se adhiere a esta línea argumental, si bien en su caso lo de línea argumental es solo un decir. Fuentes, simplemente, se enreda en los mecates de sus propias confusiones, para al final dejar en claro tan solo una cosa: el enorme prejuicio desde el que escribe. Confundir a quien es diferente con quien es criminal, es nada más que el equívoco típico, del que cree que su moral La Republica Jorge es, en forma excluyente y absoluta, la moral. Tan solo otra variante del mismo criterio de intolerancia.
Queda claro que algunos respetabilísimos ciudadanos, es pejos de virtudes y guardianes de la moral y las buenas costumbres, andan que se tiran de los pelos ante el derrumbe de las certezas que solidificaban la previsibilidad perfecta de sus vidas. Pero, evidentemente, no entienden un comino del por qué del desastre, y ni siquiera captan sus verdaderas manifestaciones. Lamentable sería que, entonces, opten como otros respetables ciudadanos en otros momentos por el camino fácil, pero violento y destructivo, de la cacería de brujas.
TECENTE Creería un recién llegado o un desavisado, que lo que se está jugando de aquí a febrero son las Garantías Sociales. la figura del Dr. Calderón Guardia le roba la cámara al candidato Rodriguez, si no en las mismas proporciones que hace 50 años se la robó al candidato Picado hasta hacerlo desaparecer, sí de manera considerable.
COCA Nuevamente, pero ahora de manera casi subliminal porque se trata de generaciones nuevas, se vuelve al estribillo de medio siglo atrás: el trabajador costarricense DEBE agradecerle su situación a alguien. Pero en 1944, en 1948, en 1962, el pueblo costarricense no quiso reconocer la factura que le presentaron. eso que en 1962 votaron ¡por fin! los que catorce años antes de cían que querían votar. Mientras tanto, los del otro Partido (lo menciono así, pero no olvido que formo parte de él. tienen como una de las bases de su campaña, el que sus conquistas económicas y sociales están en peligro. La obra de don Pepe. Pero estoy no me digan que me parcializo si parece tener validez dada la guerra que los Chicago Boys del PUSC y del gobierno le tienen declarada por razones más ideológicas que políticas al Esta.
do Benefactor que nos legó el primer Figueres ¿Educación en sentido amplio o estricto? esto le llamaban familiarmente privatización, pero en vista de que algún maje de entre ellos deslizó en el programa el ICE, la Caja de Se guro Social y la educación universitaria, cundió el pánico, se han pasado más de dos años ponien do el motor en marcha atrás y, para disimular, ahora le llaman cariñosamente modernización.
OLIMPIA LOPEZ AVENDANO Modernización es un término muy apropiado y paso a explicar por qué, Don Alejandro Aguilar Machado nos explicaba a los alumnos de año del Liceo de Costa Rica, que la historia universal se divide en cuatro grandes etapas: La Edad Antigua, que alcanza más o menos hasta el hundimiento de la civilización clásica con las invasiones bárbaras del siglo V; la Edad Media, que se extiende de allí a hasta la época de los descubrimientos geográficos y primeros destellos del Renacimiento en el siglo XV; la Edad Moderna que llega hasta la Revolución Francesa de 1789, y la época Contemporánea, a partir de entonces.
Al hablar de educación es posible referirse a un proceso que está presente y se vive en todas las acciones humanas, educación informal, o bien a procesos con diversos grados de sistematicidad que conducen a los conceptos de educación no formal y formal o escolarizada. Los límites entre los tres conceptos, cuando se pretende etiquetar las prácticas educativas, son a veces imprecisos.
Sin embargo, es orientador intentarlo por la dinámica y la concepción que cada uno de ellos conlleva.
Hace algunas semanas el periódico La República publicó una serie de artículos sobre la educación en el país, bajo el título de Debate. Sin embargo, no hubo debate ya que la perspectiva de análisis de los articulistas tuvieron mucho en común. En la ma yoría de ellos se criticó la educación sin señalar si se referían a primaria, secundaria, superior, o a la educación como totalidad.
Sin embargo, los planteamientos tenían algo en común y es el cuestionamiento a las modificaciones que se impulsan actualmente desde el Ministerio de Educación Pública. Algunos analistas señalaron su preocupación por la falsa dicotomía entre conocimientos y procesos. Lo que conduce a la contraposición entre contenidos y métodos didácticos, entre lo que se enseña y aprende y la forma en que esto se realiza. El argumento es válido y digno de análisis por las repercusiones que conlleva en la formación de los educandos. Cuando se privilegia el conocimiento, se deja de lado áreas que también forman parte del conocer, como son el logro de habilidades intelectuales, de procesos de razonamiento y la reacción interna de la persona, ante lo que se va a conocer.
Para algunos conocer es repetir y reproducir, de la manera más fiel posible, datos, conceptos, teorías. No importa si se comprende, se aplica o si se es capaz de crear a partir del conocimiento adquirido. Para otros, más importante que el contenido es el proceso que conduce a su adquisición. En este caso, se privilegia la metodología, la actividad más que lo que se aprende. Ambas posiciones son peligrosas, la primera conduce a un aprendizaje sin significado, de poca duración y utilidad para la vida. La segunda puede llevar a una actividad desordenada, sin sentido en la que se desconozca el bagaje cientifico que ha acumulado la humanidad hasta la fecha.
La concepción educativa que el Ministerio impulsa en el pre sente es una alternativa ante la tendencia tradicional y memoristica que manifiesta la educación formal en el país. Sin embargo, su puesta en práctica implica la reflexión constante y la interiorización de una concepción educativa dialéctica. Esto implica la ruptura de la falsa dicotomía. Contenidos y procesos deben inte rrelacionarse estrechamente para provocar un aprendizaje lógico, coherente y útil para los sujetos involucrados.
Es necesario reconocer que durante muchas décadas no hubo preocupación real por lo que ocurría en las aulas de los centros educativos del país. El proceso mismo de enseñanza aprendizaje estuvo olvidado. En este sentido el esfuerzo del actual gobierno es digno de reconocimiento. Desde luego que el paso de la teoría a la práctica conlleva una variedad de acciones que conduzca a su correcta aplicación e inclusive al perfeccionamiento de la propuesta desde las acciones educativas diarias y en los diversos contextos en que se realice. Habrá que trabajar por romper la falsa dicotomia, pero ello no invalida el esfuerzo que se realiza.
Es necesario finalizar indicando que esta discusión se refiere a la educación formal, escolarizada. Es necesario un debate nacional sobre la educación informal. Esa que moldea las visiones de mundo de la juventud, desde la televisión, los vídeos y demás me dios. Esa educación que es responsabilidad de todos y que nadie controla ni analiza. Esa educación que induce al consumo sin sentido, a la violencia, a la visualización del ser humano como objeto.
Esa educación que compite con la del aula y muchas veces le gana la partida. Para contestar la pregunta qué educación queremos para nuestros hijos no basta pensar en la escuela o el centro educativo. Es necesario repensar la sociedad costarricense actual como un todo.
Durante muchos años, los afanes de progreso de los pueblos se fincaron en contemporaneizar, en actualizar, en poner al día (lo que hizo el Dr.
Calderón con Costa Rica en 1940. La nueva ter minología prefiere modernizar y tiene razón: lo que nos receta es un regreso a la Edad Moderna, a la época anterior a la Revolución Francesa.
Los economistas que inspiraran el neo liberalismo son los del siglo XVIII.
Bueno, ya por pelear con ellos me olvidé del tema central, que eran los negros augurios que pueden hacerse sobre la campaña política. Nuevamente mirar al pasado: a la Costa Rica de antes, cuando las campañas políticas eran pleitos de comadres si no pleitos de perros.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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