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REPRODUCCION SOLICITADA LA PRENSA LIBRE 19 de enero de 1994 Costa Rica y sus grandes retos Fernando Soto Harrison Biblioteca kolscellation giretsid El electorado costarricense y en especial los jóvenes que van a emitir su voto por primera vez, aunque abrumado por una propaganda inconcebible en un país culto como el nuestro, ya sabe a ciencia cierta por qué partido debe votar en las elecciones de febrero, porque quiere, sin duda alguna, inspirado en su alto espíritu cívico, la opción que más conviene a Costa Rica para que no se pierda y más bien se fortalezca su solidez democrática, su paz social y su prestigio internacional. Creo que nadie ha explicado con mayor claridad en que se diferencian los dos grandes partidos que participan en esta contienda electoral, haciendo que resulte indubitable que la mejor opción la ofrece el Partido Liberación Nacional, como lo ha hecho don Rodrigo Madrigal Montealegre, cuyo estilo literario me hace siempre recordar a Mario Sancho y de quien copio a continuación unos párrafos tomados de su magnífico artículo Las voces de Odio (La Nación. 16 enero 1994, página 15 El Partido Liberación Nacional. Además de respetar con nobleza generosidad las valiosas conquistas sociales de sus adversarios, sus credenciales adicionales las constituyen la eliminación de las fuerzas armadas y la canalización de esos recursos en la construcción de represas hidroeléctricas, de universidades, de hospitales y de una valiosa infraestructura. Además puede esgrimir la democratización del crédito, la industrialización del país, la diversificación de la economía, el impulso a la población urbana, el acceso del campesino a la propiedad, la construcción de viviendas populares, el fomento de la educación superior, la modernización del Estado y el surgimiento de una vasta dinámica clase media de empresarios, profesionales, funcionarios e intelectuales que ha impulsado el progreso y la prosperidad del país, pero que desafortunadamente está amenazada con la extinción.
Debemos reconocer con hidalguía, además, la sabia, noble y prodigiosa iniciativa de paz que le confirió un enorme prestigio al país y evitó que toda la región fuera arrastrada por las grandes potencias, como una víctima expiatoria, en una dolorosa y devastadora conflagración como la de Vietnam, la de Angola o la de Afganistán, lo que fue burda ytorpemente combatido, con impune irresponsabilidad, por los adversarios del doctor Oscar Arias.
La opción ideológica se reduce, por lo tanto, a escoger entre una posición progresista que forjó a esta nación excepcional o una doctrina inspirada en un liberalismo derechista, que idolatra el viejo capitalismo deshumanizado que solo dejó ruinas en otros países y que ha sido repudiado por nefasto, dañino e injustoen países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canada, España, Grecia, Israel o Chile, donde el candidato liberal, José Piñera, recogió hace pocas semanas apenas el 6, por ciento de los votos, por el repudio, el desprestigio y la impopularidad que cosechó en el pasado.
Para ocultar todas esas flaquezas, los fariseos, los tartufos y los pseudomoralistas que fingen un falso maniqueísmo, tratan de ocultar el Sol con el dedo y de aturdir con el eco de las mismas voces del odio que antaño, acusaron al doctor Calderón de ser comunista, a don Pepe Figueres de ser fascista, así como a Orlich, Oduber y Monge de ser bolcheviques. Sin embargo, como en la anécdota de la película de suspenso, los oráculos de las encuestas confirman que una gran mayoria conserva la lucidez, la sensatez y la cordura que le impide ser arrastrada por los espejismos de la manipulación o las pompas de jabón de la demagogia y que sabrá votar con patriotismo, generosidad y sabiduría.
Por lo transcrito, estoy seguro que el electorado instruido ahora con tanta propiedad por don Rodrigo sabrá muy bien lo que deberá hacer el de febrero.
Firma responsable: Marco Gutiérrez Céd. No. 387 036 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.