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Jueves 31 de Marzo de 1994 LA REPUBLICA 13A Opinión Costa Rica y la OEA: una estrategia equivocada CHISPORROTEOS ALBERTO CANAS CARLOS MURILLO ZAMORA La forma en que la prensa costarricense ha tratado la muerte de dos ilustres hombres de letras: José Coronel Urtecho y Eugene lonescó, podría dar lugar a un grueso volumen.
Coronel Urtecho, eminente poeta nicaragüense de dimensiones mas que continentales, falleció aquí. Ionesco, renovador del teatro contemporáneo, en París. De la muerte de Ionesco se ocupó toda nuestra prensa, porque la noticia vino de las agencias noticiosas. De la de Coronel Urtecho este lector, valga el ejemplo, se enteró cuando el suplemento Ancora de La Nación le dedicó un largo artículo muchos días después.
Es muy probable que las agencias noticiosas hayan informado de la muerte de José Coronel Urtecho y que en el resto de América su desaparición haya sido noticia. Pero aquí no lo fue.
Dice Clausewitz que el acto de reflexión más trascendente que el estadista y el comandante tienen que hacer es establecer la clase de guerra en que se han embarcado, sin confundirla, sin tratar de convertirla en algo ajeno a su naturaleza.
Traemos a colación esta frase, a raíz del fracasado intento del Ministro de Relaciones Exteriores de ocupar la Secretaría General de la OEA, una situación predecible desde hace muchos meses, aún antes del anuncio de la candidatura del presidente colombiano, César Gaviria.
En relaciones internacionales y en diplomacia, el estratega tiene que identificar todos los escenarios posibles. Tiene que conocer las actitudes, las capacidades y las posiciones de los contrincantes y de los aliados para definir la táctica y la acción de acuerdo con ellos, como anota Clausewitz en su libro De la Gue.
rra.
Por ello, si como el actual Gobierno argumentó en todo momento, que la candidatura del Dr. Niehaus no era personal sino de Costa Rica, y aún más de Centroamérica, los estrategas de nuestra política exterior, y en particular el presidente Calderón Fournier, debieron definir un plan de acción acorde con los requerimientos del campo de batalla.
Por encima de los personalismos debió estar el país, pues, para citar al mismo autor, El estadista, que viendo que la guerra es inevitable, vacila en atacar primero, es culpable de un crimen contra su país.
Si la intención era obtener la candidatura para Costa Rica, la estrategia no era presentarla como una decisión de países pequeños, ya que a todas luces era establecer una división en el bloque latinoamericano, sobre todo en momentos que la sociedad internacional busca hacia la bloquización geográfica.
Pensar que los grandes o potencias regionales del continente iban a responder con el pobrecito que caracteriza a los costarricenses, fue una táctica equivocada. No olvidemos que en esa sociedad aún impera la ley del más fuerte; este es un hecho inevitable y al que debemos responder con estrategias propias del flanqueo y la guerra de guerrillas.
Desde hace muchos meses, por diversos canales, se le insinuó al gobierno costarricense la conveniencia de proponer otro candidato, pero las rivalidades politiqueras, y en algunos pocos casos personales, impidieron el cambio que habría dado un triunfo seguro a Costa Rica y a Centroamérica.
Hoy vemos desaprovechada una excelente oportunidad para que el país recuperara el prestigio de años atrás e hiciera valer la trayectoria de respeto a los derechos humanos y la desmilitarización que lo caracteriza.
Con lo anterior no pretendemos, como dice nuestro pueblo, hacer leña del árbol caído, por cuanto esta situación la expusimos en diferentes oportunidades a colegas y en reuniones desde hace bastantes meses.
Por el contrario, nuestro objetivo es que este fracaso se considere una lección, para que los estrategas de nuestra política exterior entiendan como se deben planificar una estrategia y como enfrentar los retos que ofrece el medio internacional.
No podemos esperar que con argumentos propios de otros escenarios actuemos en el campo de batalla de las relaciones internacionales.
En este terreno hay que actuar como lo haría el general al frente de su ejército en posición de batalla, o el mercadólogo en el momento de lanzar su plan de mercadeo. Aprendamos la lección, es para beneficio del país.
Ahora no se trata de responsabilizar a aquellos países que no nos apoyaron, pues en el futuro los necesi.
tamos como nuestros aliados en otras luchas, sino de que cada quien, en Costa Rica, reconozca su responsabilidad tras cuatro años de fracasos en materia de política exterior.
José Coronel Urtecho, protagonista, valedor y preconizador de las vanguardias literarias de entreguerras, fue un fenómeno literario de repercusiones enormes en la Nicara.
gua postdariana. Fue, además, el primero en reconocer y proclamar que la poesía podía seguir dando frutos en su país después de Dario, siempre que se decidiera a prescindir del paisano inevitable como él lo llamó. de alguna manera fue él quien decidió independizarse, emanciparse del peso enorme del inevitable antepasado. Poeta travieso, poe.
ta buirlón, poeta desenfadado en su juventud, Coronel Urtecho fue a lo largo de su larga vida (ha muerto a los 87 años) el eterno disconforme y el eterno mecenas espiritual de los es.
critores jóvenes Cuando EDUCA, bajo la dirección de Sergio Ramírez, emprendió la tarea de divulgar a los escritores centroamericanos en Centroamérica, una de las más gratas emociones que tuvimos los lectores fue el trabar conocimiento con la obra poética completa de José Coronel Urtecho. Felicitaciones Bernd!
RODRIGO CARAZO ODIO Hay luchas que se deben dar. Esta, la tuya, se dio sin descanso y sin pausa. No fuiste electo, pero ganaste la buena lid. Fue un triunfo de la dignidad costarricense, un triunfo del esfuerzo y la tenacidad, frente a todo lo que siempre se le ha atravesado a nuestro país cuando ha tratado de elegir un Secretario General de la Organización de Estados Americanos, lo que ha ocurrido si no estoy mal informado cuatro veces, contando la actual.
Una vez el candidato desapareció antes de llegar a la votación; en las otras dos ocasiones se nos contentó con un número bajo de votos. inclusive cuando un Expresidente de la República trató de ganar esa elección. Es bueno recordarlo, ahora que se dice que si Costa Rica hubiese propuesto a un Expresidente la cosa habría sido diferente.
En esta oportunidad tu candidatura llegó hasta el final, respaldada con votos comprometidos por escrito, o por lo que en otras épocas llamábamos palabra de honor. El 27 de marzo lo escrito se les borró a algunos, y el honor se les esfumó a otros.
Quedaste muy bien con tu perseverancia, como bien quedó el Presidente de la República manteniendo tu candidatura.
Una vez en el pasado propuse que la no debía seguir en Washington, si América deseaba una OEA libre e independiente. Hoy lo repito. No es justo que las naciones pequeñas, solo por ser pequeñas, no se les dé trato igualitario en la Organización de Estados Americanos. Quienes amamos historia, sabe.
mos que la Metrópoli abusa de su poder en beneficio del triunfo de sus tesis. En muchas cosas hemos criticado ese manejo arbitrario de votos en la hoy debemos hacerlo de nuevo. Quien paga la música, manda en el baile. Si esta tesis se válida para alguien en nuestros días, resulta grosera para quienes levantamos la dignidad como bandera.
Se nos considera país pequeño y por lo tanto los méritos de nuestro país no cuentan cuando se miden con la conveniencia de la Metrópoli, o en el momento en que se desea castigar el que se haya tenido iniciativa propia no sujeta a previa consulta con ellos.
De nada pareciera servir el que nuestro país no haya conocido la esclavitud como nación independiente, ni que se hubiese abolido la pena de muerte hace mucho más de un siglo, ni el que nos libráramos del ejército hace casi medio siglo. Tampoco cuenta el respeto a los derechos humanos que nos inspira a los costarricenses. De nada sirven la democracia ni la libertad que se practican en nuestro país. más cuenta el pequeño tamaño de Costa Rica. Como al poderoso ofende la dignidad y el coraje con que fue propuesta tu candidatura a la Secretaría de la entonces se tuercen brazos, se ofrece de todo, y todo se vale para lograrlo.
Felicitaciones Bernd, no fuiste electo, pero ganaste la batalla de la dignidad. Tu lucha será más recordada ahora, que si quienes ofrecieron su apoyo hubiesen tenido la dignidad de cumplir con su palabra.
Por no estar bajo Somoza, y no alejarse de Nicaragua, el poeta se estableció en Costa Ri.
ca, y fueron él y su legendaria esposa Doña María (fallecida a su vez no hace mucho. figuras protagónicas en la población fronteriza de Los Chiles. En lo que a mí se refiere, nunca olvidaré el viaje a Los Chiles que hice en 1971 acompañado de Ramírez y de Samuel Rovinski, a rendirle homenaje al poeta y a su mujer, y a invitarlo para que participara en el festival cultural con que aquí se celebró el sesquicentenario de la independencia.
Profundamente amante de Costa Rica sin dejar de ser entrañablemente nicaragüense (cosa que es posible. su extraño y vanguardista poema Ciudad Quesada es uno de los más conmovedores homenajes que un poeta extranjero le haya hecho a nuestro país, siendo como es una enumeración. Pero probablemente su mejor poema, el que lo inmortalizará porque es uno de los grandes textos de la poesía hispanoamericana contemporánea, es Pequeña Biografia de mi mujer. uno de los más puros y arrebatadores homenajes que poeta alguno le haya rendido a una mujer en particular. La legendaria Doña María.
Junto al notable poeta, el hombre agudo y penetrante. además, casi anecdóticamente, un dramaturgo originalísimo. Su farsa Chinfonía Burguesa (escrita alrededor de 1940 en colaboración con el malogrado Joaquín Pasos. no pudo ser recibida como teatro en ese momento, así era de heterodoxa. Hay que reconocer que, en alguna forma, se adelantó a lo que 15 años después inició ese Eugene lonesco de que se habló aquí hace un momento.
Muchas veces se habló de hacer un esfuerzo mental y ponerla aquí en escena, pero en vano. Sin embargo, escenificada por fin brillantemente por un grupo joven nicaragüense, la pieza del joven Coronel fue a mis ojos el punto culminante del Festival de las Artes hace dos años. El joven Coronel se convirtió en el viejo Coronel, y el viejo Coronel dejó este mundo hace algunos días. No se le puede desear que descanse en paz, porque sería trasgredirlo. Este viejo, este admirable e inagotable poeta no va a querer descansar nunca.
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Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas de linisterio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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