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4B LA REPUBLICA. Lunes de setiembre de 1994 GALERIA Padres al borde de.
LUCIA CORTÉS CANTILLO LA REPUBLICA Niño, estate quieto, no toqués, no corrás. no rayés las paredes. no. dicen a menudo los que desean con todas sus fuerzas que el niño se comporte como un adulto. Pero es un niño! y lo será durante muchos años. Es mejor aceptar esa realidad, porque lo acompañará durante muchos años hasta que el niño efectivamente sea un adulto. Impedir en el niño la actividad es quizás el mayor error de la crianza criolla.
Grave error, porque habitua a los niños a ser inactivos, perezosos de cuerpo y de mente, poco o nada curiosos. Les hace torpes las manos y cansinos los pies. dice el y doctor Alfonso Bernal en su libro Errores en la crianza de los niños. El ejercicio de la autoridad entraña el amor. y bajo este principio se debe educar y orientar a los niños, asegura el sicólogo clínico Manuel Martínez, del Patronato Nacional de la Infancia.
Los niños necesitan límites, la forma y la técnica en que se aplican harán de esos niños hombres y mujeres equilibrados con pocos problemas de adaptación en la sociedad. Ante todo se deben evitar los extremos, no se debe ser muy flexible ni muy inflexible. Hablamos entonces del justo medio. afirma el sicólogo.
Para educar a los niños no hay recetas, depende de la personalidad de cada niño y de la edad. Hay aspectos generales que lo pueden ayudar a formar su propio plan de operaciones.
Lo primero es fijar los límites; a partir del año y medio un niño ya puede entender las ordenes sencillas, por lo que hay que fijar cuáles van hacer las reglas del juego.
Piense antes de establecer los límites: no prohíba cosas que van en contra del desarrollo físico y mental del niño. Después de establecer las reglas explíqueselas a sus niños con palabras que ellos entiendan, no es justo que se enteren sobre la marcha.
Si el niño ya conoce las reglas, entonces adviertale sobre las consecuencias si las rompe. La tarea de los padres es poner límites y la de los hijos es probarlos. dice Martínez.
De los padres depende que los hijos respeten las reglas, agregó Martínez. Cuando violen el reglamento, se deben mantener firmes en el castigo, si no perderán autoridad.
Además, deben ponerse de acuerdo para evitar las contraordenes y de confunу dir al niño, ya que este sacará partido de la discusión entre los padres. Si la madre casotros dicen; escuche la versión del niño. si la situación no es clara déle el beneficio de la duda. cuántos delincuentes han quedado libres porque los jueces no encuentran clara su situación. con mucha más razón su hijo. explica Martínez.
Si no queda la menor duda de la culpa del niño, debe aplicar el castigo. Recuerde los límites y sus consecuencias. Cuál es la mejor forma de castigar? Está comprobado que el castigo físico no produce ningún cambio beneficioso en la conducta del niño. Conozco un caso en que la madre vino con la mano casi fracturada por una golpiza, y el niño no soltó ni una sola lágrima. Lo que hacía era burlarse. dijo furiosa.
Hay niños que desarrollan una alta tolerancia a los golpes, una técnica que nunca logrará cambios importantes en ellos. afirma el sicólogo del PANI. veces, un pellizco o un manotazo puede resolver un incidente momentáneo, agrega el sicólogo, pero nunca corregirá la conducta del niño. Se recomienda el método de retiro de estímulos. Para esto se deben conocer los intereses de su hijo y aplicar allí el castigo: no dejarlo jugar con su juguete preferido, no ver el programa de televisión que más le gusta, no jugar con sus amiguitos durante la tarde, no comprarle el juguete que deseaba.
Los castigos no deben ser cadenas perpetuas (quince días sin ver televisión, una semana sin salir de la casa. Está situación, según lo asegura Manuel Martínez, castiga el buen comportamiento. Si el niño cometió una falta hoy y se le castiga toda la semana, estará castigando los días de esa semana que sí se portó bien.
Puede parecer un método muy engorroso, pero la práctica le enseñará que tiene mejores resultados y no es tan complicado como parece.
Es importante recordar, afirma el sicologo, que el castigo no debe obedecer a un desahogo personal. Si vamos a sancionar al niño y no podemos controlar nuestro enojo (a lo mejor por causas externas al niño. entonces lo mejor es alejarse de la situación. Este es el único caso en que se justifica la cancelación del castigo, para no utilizar al niño como fuente de descarga.
Es un tema complejo, del cual no se encuentran manuales. Además, desgraciadamente no se planea, dice Martínez.
Cuando una pareja se va a casar, piensa en los plazos de financiamiento para casa o en las mensualidades para el carro.
Pero de la educación de los hijos no hablan sino hasta que el niño nace. Es importante que los padres jalen parejo. y esto solo se obtiene si hay diálogo y un plan por seguir.
Recuerde que lo que en el niño se siembra, trigo o cizaña, en el hombre florece. afirma el doctor Alfonso Bernal.
la tiga, ella debe ser la que levante el castigo, aunque el padre no este de acuerdo.
Las razones del castigo se discuten a solas. Todas las personas cercanas al niño deben entender esto y someterse a las disposiciones de los padres. be Castigos saludables Cuando el niño incumpla las reglas, antes de castigarlo escúchelo y luego pídale cuentas. No juzgue por lo que ve o por lo que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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