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Réplicas Servidores públicos laboran en empresa privada HILDA GONZALEZ Viceministra Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes a antigua Penitenciaría Central adquirió un perfil hoy invaluable al transformarse en el Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (Museo del Niño. Este mérito corresponde a la exprimera dama de la República, Gloria Bejarano, quien coordinó los esfuerzos de diferentes entes públicos y privados para la restauración y equipamiento del centro.
Sin embargo, quienes dirigimos en la actualidad el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, encontramos una situación ambigua, por un lado es conceptual y por otro de índole legal.
Existe un error de concepto cuando una fundación se nutre con fondos públicos y le niega al Estado la potestad de definir las directrices que en materia de ciencia y cultura quiere diseñar ese centro, como parte de un plan nacional de desarrollo.
Esta potestad es soberana, viene del pueblo y en este momento la tiene el Gobierno de la República y la tendrán las administraciones futuras. Se da una dicotomía peligrosa cuando los jerarcas de la Fundación Ayúdanos para Ayudar desconocen la rectoría y orientación del Estado, habiendo recibido más de mil millones de colones hasta la fecha.
Desde el punto de vista legal, el Ministerio se encuentra atado de pies y manos en lo referente al personal nombrado con plazas públicas y que labora en el centro.
Según lo indica la legislación vigente, para que exista una legítima relación de trabajo entre el Estado y el empleado público, deben darse tres condiciones: prestación de los servicios en forma regular, pago de salario por la prestación del servicio y una relación directa de subordinación; lo cual entraña el ejercicio pleno de facultades de mando y dirección, de coordinación y aplicación del régimen disciplinario del Servicio Civil. Además, el Código de Trabajo contiene normas de derechos y deberes fundamentales que deben respetar el trabajador y el patrono.
En el caso de la Fundación Ayúdanos para portes laboren bajo la dirección de una fundaAyudar que administra el Centro de la Cien ción privada?
cia y la Cultura no se dan esos principios, ya Si bien es cierto que las fundaciones son enque los trabajadores nombrados por el Estado tes ágiles y eficientes, no por ello podemos desy están bajo la dirección de funcionarios de alto conocer mandatos legales que regulan el manivel pagados por la fundación.
nejo de los recursos públicos. En el pasado, mis Entonces, cabe preguntarse. Está de acuer compañeros en la Asamblea Legislativa, por do el costarricense que más de ochenta emplea quienes guardo gran respeto y cariño, los sedos del Ministerio de Cultura, Juventud y De ñores Rodolfo Méndez y Luis Fishman, se pro2009 La República Sergo Miran nunciaron públicamente en contra de las asociaciones privadas que se nutrían de fondos del presupuesto nacional.
Lo que el Ministerio como institución de sea, es actuar dentro del marco de la legalidad, sin que por ello se dude de nuestra decisión de colaborar con proyectos de interés cultural, como es el Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura.
El místico profano n una ocasión le dije a don Benjamín Núñez, el Padre Núñez, que él era parte de los héroes que habitaron, en una época añorada, mi fantasía infantil. Hoy, que vive en mi conciencia de adulto, lo veo, pero más bien lo pienso, como una mezcla de dos conceptos: lo místico y lo profano; pero también: lo material y lo espiritual, lo concreto y lo abstracto y lo realista y lo idealista. Esas condiciones marcaron su vida, hasta tal punto, que, antes de entregarse a los brazos de la muerte, exclamó. Qué misterio la historia, qué misterio mi vida, qué misterio mi muerte. con esa parca elocuencia definió lo indefinible y pasó a ser abstracto en lo concreto.
Las campanas, doblando, me sacaron de mis pensamientos. Benjamín, el Padre Núñez, iba a ser sepultado. Delante de mí pasaba el cortejo fúnebre. Desfilaban las contradicciones, vestidas de civil, de militar y de clero.
Iban poniendo cara de misterio. No era para menos, el lugar mismo inspiraba para ello.
San Isidro de Coronado está situado en el regazo de una montaña, con un ambiente entre Navidad y Semana Santa. El lugar es tranquilo, invita al descanso.
El templo parroquial es imponente, es bello y lleno de secretos; porque, a pesar de su circunstancia, es de un estilo europeo. El estilo gótico evoca la historia, el presente y el futuro. Sus formas arquitectónicas apuntan hacia Dios e imponen respeto. No existe mejor lugar para dormir en el sueño eterno. allí quedó, Benjamín Núñez, metido en el suelo, bajo el alero del templo, debajo de una lápida blanca y, a sus pies, un pedacito de Tierra Santa.
Un ramillete de recuerdos quedó bajo su tumba, en donde reposa con una sola historia, el pastor de almas, el dirigente sindical, el Ca.
pellán del Ejército de Liberación Nacional, el cura párroco de San Isidro de Coronado, el Ministro de Trabajo, de Relaciones Exteriores, el diplomático, el académico, el teólogo, el ideólogo político, el sacerdote, el científico social y el místico profano. Qué misterio la historia, qué misterio su vida, qué misterio su muerte. DR. JOSÉ MANUEL UREÑA CECILIANO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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