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Irma Prego Pluma desmitificadora Iema Bego e veo en esdición, desnudar la mutilación de te trance la mujer en el horizonte estrecho al porque. cóque se la confina.
mo decirle Tras un gran hombre hay que no a Irsiempre una gran mujer. es la ma? Se trata frase corriente. Es cierto, a veces entonces, la mujer contribuye al éxito del igual que lo hacen todos ustedes, de hombre. Pero a menudo a través manifestar nuestra adhesión a la del empobrecimiento por el desupersona y a su obra, tan imbricadas so de sus propias facultades y la una con la otra.
reducción progresiva de su misma Vehemente y apasionada es ella.
personalidad.
Una fuerza de la naturaleza, capaz Nada que agradecer, por lo deL de vivir y sobrevivir. Y, por lo mismás. Es su función; es la propia mo, transgresora de las normas sode que habla Magón.
ciales alienantes y provincianas, En ocasiones, terminada la reI con base en su exigencia de autenlación, la mujer se despliega. Coticidad y honestidad fundamental.
nozco el caso de una mujer que, Mi primer contacto con su obra iniciándose a los 75 años, se conT desmitificadora lo tuve cuando, havirtió en una gran pintora.
ce algunos años, en una reunión de tenemos también a Irma.
amigas, una de ellas llevó un cuenEl valor social que tiene para la to de Irma aparecido ese día en un mujer la conservación del homperiódico.
bre, prueba de su realización, y Reímos mucho y nos descubripara el hombre el de la monopoliR mos, cada una, identificadas con zación de la mujer, son la mayor uno u otro paisaje.
salvaguarda de las bases tradicioLo curioso es que las presentes nales de la convivencia de la pareA proveníamos de ocho o diez países ja.
latinoamericanos distintos. TermiPara alterar el sistema hay que namos redactando ahí mismo una volver los ojos a la renovación del tarjeta de hermandad, y desde enу sistema social.
tonces la acompañamos.
Todo esto nos lo dice Irma, con Hoy tenemos un nuevo libro susu estilo inconfundible, con sus yo. Son nueve cuentos y una novejuegos verbales que nos transforla breve, que da el nombre al conman al juez de lo contencioso en junto: Agonice con elegancia.
juez de lo dispendioso. Tragicomedia reconstruida del larCon sus giros hiperbólicos que go monólogo que trasluce las entravuelven grotesco el drama; con un ñas recubiertas por la cáscara instieficaz barroquismo de la expreA tucional, que alberga a una glamosión; con la facundia increíble que rosa pareja humana.
hace brotar una catarata de 75 epíNo tratan los cuentos de episotetos, ametralladora que acaba con dios excepcionales. Abordan situala vida de Timoteo Araya en esceciones comunes, de la rutina diaria, sobre los que Irma concentra una es tu cruz. sentencia la madre para bido: la mujer diosa, luz, ángel, lla Medea nica, que no se vuelve, luz cruda, revelándoles la escondi que sigamos por los siglos de los ma blanca, estrella, casta belleza, como la de Cólquida, contra los hida sordidez.
siglos diciendo igual a nuestras hi flor única. Condición transitoria jos, sino que pone a Jason en la piLo menos normal, lo especial, es jas y preservar así la sagrada insti que caduca pasada la primavera. cota y lo acribilla.
que el espejo cóncavo o convexo tución.
Recuerdo una vieja película de Con el tableteo reímos y reímos, de su lenguaje frente a la realidad Porque la mujer asimila en tal Raimu, el gran actor francés, La aunque sabemos que también hubo dramática nos arranca la carcajada forma su condición que se convier mujer del panadero. Cuando este dolor.
o la sonrisa.
te en la más eficaz mantenedora del se lamenta por su casquivana cón Irma, te queremos mucho.
Porque la imaginación en perpe stablishment femenino.
yuge, la vieja concierge intervietua ebullición de Irma encuentra el Pero de eso se trata: que no siga ne. Así son las mujeres. Raiepíteto jocoso que, sin embargo, mos. Ya vamos ganando el mundo mu, inquisitivo. Cómo lo sabe.
llega también hasta la pepa del al de la armonía y la fraternidad en ella. Yo también fui mujer.
ma, llevando luz a nuestra propias nuestro género, desacreditada ya la Hoy no queremos deslumbrarnos Elena Nascimento penumbras. Qué difícil es ser obje rivalidad a muerte, generadora de con el halago: la madre excelsa, la to del propio conocimiento.
soledad.
mujer ideal, el amor eterno. QuereNos libera y nos acusa: hija, esa Cuánta gentil perversidad ha ha mos llegar al hueso de nuestra conAgonice con elegancia na.
Escritora LA REPUBLICA. Domingo de ocxtubre de 1994 Sección Cultural Siomod Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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