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14 LA REPUBLICA. Martes de marzo de 1987 EDITORIAL PENTAGRAMA Una causa de criminalidad Seiscientos mil estudiantes no es cualquier cosa. Demandan un esfuerzo conjunto de instituciones, autoridades y ciudadanos en general, para garantizarlos en su seguridad y desplazamiento. los choferes hay que rogarles abrir los ojos.
et De seis a siete de la mañana, pisar suavecito al acelerador. No correr o andar calmos. Usar la bocina si se hace necesario, aunque nos ahoguemos en el escándalo.
Red Lo mismo al mediodía.
Ojos abiertos, oidos atentos. Tratar de ver más allá de la masa móvil de carros y carricoches. Intentar escuchar, dentro del ruido automotor las voces de los niños, sus risas. Adivinar sus piruetas y carreras. Llevar presto el freno. Conducir a la defensiva. Pensar en nuestros hijos, en los hijos del her.
mano, en los del vecino y en los de los padres desconocidos, que sufren tanta angustia, como nosotros, al mandar a sus muchachos a escuelas que, desgraciadamente, están entrampadas en el caos automovilístico y arquitectónico de la ciudad.
Solo queremos que cada conductor se convierta en un ángel de la guarda.
Con razón, todos sentimos alarma por de los más altos valores humanos.
el crecimiento de la criminalidad que ha En cumplimiento de ese propósito, la puesto en vilo la seguridad de los habitan Cámara elaboró un proyecto de ley de rates.
diocomunicaciones en Costa Rica y lo preFrente a los homicidios, catorce duran sentó a la Asamblea Legislativa en la que te los meses de enero y febrero pasados, fue acogido por varios diputados para su la reacción ha sido la de clamar por un au trámite.
mento en el monto de las penas que se No se trata, desde luego, de una acimponen a esa delincuencia, especial ción estridente, de esas que llaman inmemente porque ésta se ve rodeada cada diatamente la atención y mueven tras de vez de mayor violencia. Los entendidos, sí a masas algunas veces vociferantes, coa nuestro juicio con acierto, han dicho que la propuesta no representa una solu RA hubiera iniciado, a raíz de la ola de mo habría ocurrido, por ejemplo, si CANAción adecuada al problema, porque en aquellas sociedades que mantienen la los últimos días, una campaña en favor asesinatos que ha conmovido al país en más severa pena, como es la de muerte, de la pena de muerte. Se trata, por el conel índice de criminalidad no ha bajado en ellas.
trario, de un trabajo serio, valioso hondo, que ha merecido el respaldo y la felici¿Qué hacer, entonces. debemos pre tación de los organismos americanos de guntarnos. Hay un sector que ha formu radiocomunicaciones. Se trata, en fin, de lado una respuesta adecuada: combatir un aporte muy valioso para el combate las causas de la criminalidad, o, por lo meque todos deseamos a las causas de la nos, algunas de ellas, ya que siendo criminalidad creciente.
múltiples resulta un tanto utópico pretenHa ocurrido con ese proyecto, lamentader atacarlas todas simultáneamente.
blemente, lo que generalmente pasa con Se acepta, casi sin excepción, que la los importantes: que está envejeciendo exhibición de la violencia, presentada coen la Asamblea Legislativa a tiempo que mo cosa natural y corriente y la ausencia los homicidios, en alguna forma estimude campañas enderezadas al fortaleci lados por la falta de reglamentación a las miento de los valores superiores del ser radiocomunicaciones, aumentan a nueshumano, son dos causas importantes de tro alrededor.
la criminalidad.
Ni el Poder Ejecutivo ni la Asamblea La Cámara Nacional de Radio (CA Legislativa han tenido interés efectivo en NARA. se dedicó, hace ya varios meses, estudiar la propuesta de CANARA, para al examen cuidadoso y serio de ese pro aceptarla si es buena y cumple con los blema y al estudio de una propuesta propósitos que se le señalan, o para recapaz de evitar que las radiocomunica chazarla si es mala. Entre tanto, todos ciones sean vehículo de violencia y se nos satisfacemos con clamar por la pena conviertan, al propio tiempo, en medios de muerte que, aunque sea terrible el procon espacios dedicados al fortalecimiento ponerla, es lo más fácil de hacer.
Hay que practicar la virtud de la paciencia y la prudencia.
te.
Esperar callado, resignado, que atravjesen la calle esas interminables filas de figurillas en uniforme, sonrientes y despreocupadas.
Los nervios en calma, el corazón gozoso, el pensamiento mirando al futuro y jugando a que adivina cuáles de esos pigmeos en uniforme, los queridos pitufinos. van a ser los grandes hombres de la patria del futuro.
No hay por qué descalabrarles los nervios a los estudiantes a pitazos. No hay por qué meterles prisa, haciendo rugir el motor de los coches en aceleramientos criminales.
Bajo ninguna circunstancia, una fila de estudiantes harán perder a un apurado automovilista, más que unos minutos de su tiempo.
No hay prisa bastante que valga la vida de un niño. No hay apuro tan grande, que justifique matar a un estudiante.
Ellos son nuestros hijos. Pero valen mucho más que eso: porque son la Costa Rica del mañana camino al progreso, la paz, la democracia y el desarrollo. si somos costarricenses claros de entendimiento y lealtad, es nuestro deber proteger a la patria y no traicionarla atropellando a quienes la sustentarán cuando hayamos emprendido el viaje sin retorno al más allá.
DE ACUERDO CON LA UNICEF, EL HAMBRE LAS ENFERMEDADES COBRAN EN EL MUNDO UNA VIDA INFANTIL CADA DOS MINUTOS PUEDE SER QUE AL TERMINAR DE LEER, YA NO EXISTAMOS La República Publicado por Editorial La Razón, Director Vicepresidente: Gerente General: Lic. Joaquin Vargas Genė Enrique Odia Herrera Subdirector: Subgerente General Yehudi Monestel Arce Luis Guillermo Holst Quirós Jefe de Redacción: Luis Cartin Sánchez Gerente de Ventas Luis Adolfo Pérez Gerente de Producción: Ricardo Lang Alvarado Gerente de Mercadeo Coordinación Randall Arias Molina Gerente de Circulación Fernando Badilla Chamberlain 87 lalo Central telefónica: Publicidad 22 92 15 23 05 60 23 02 66 22 28 14 Cobros: 23 06 96 23 00 76 23 06 44 Suscripciones: 21 04 29 23 04 37 23 88 85 23 00 22 Apartado: 2130 1000 Télex: 2538 Las publicaciones en este tipo de letra son pegadas Impreso en los talleres de Editorial La Razón, SA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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