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APRENDAMOS con La República No 915 Prof. José Rodolfo Arce Moya MENSAJE PARA EL INICIO DEL CURSO LECTIVO DE 1987.
MENSAJE PARA EL INICIO DEL CURSO LECTIVO DE 1987 DE NUEVO CLASES ENIO VIQUEZ RODRIGUEZ Subdirector División Operaciones Ministerio de Educación Pública Prof. José Rodolfo Arce Willy Vargas Mosquera Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Iniciamos un nuevo año en el Suplemento Aprendamos con LA REPUBLICA. La alegría de descubrir nuevos horizontes, de obtener otros conocimientos nos señalan que hoy empezamos una nueva etapa de nuestra vida.
Las vacaciones han pasado volando. Parece que fue ayer cuando nos despedimos de compañeros y maestros, algunos con lágrimas apenas disimuladas, otros felices por escapar del trabajo escolar. Sin embargo, ha habido tanta experiencia distinta, que estos meses de descanso serán inolvidables: alegrías y tristezas, aventuras y trabajo, largas horas de juego, conversación y lecturas, tantos sueños sin realizar y, al final, una nostalgia incipiente por volver a clases, por contar a compañeros y amigos lo que pasó durante las vacaciones y por saber que ha sido de ellos.
Durante los últimos dias, el calor y las ráfagas de viento seco anuncian ya que los caminos polvorientos están listos para millares de niños y jóvenes estudiantes, que se acerca marzo y hay que volver a clases. Ante los preparativos inevitables, cada cual tiene sus propias esperanzas, cada cual tiene sus propias angustias.
En el Ministerio de Educación crecen las congojas por la demanda urgente de servicios, de nuevas escuelas y más maestros. Los resultados de las pruebas practicadas al finalizar el curso lectivo pasado van a exigir medidas urgentes en cuanto a un mayor aprovechamiento del tiempo lectivo, más perfeccionamiento docente y materiales didácticos para los centros educativos.
Sobre todo, hay conciencia de que el pueblo espera un control más efectivo de lo que pasa en las aulas costarricenses.
Los educadores, en su gran mayoría, se aprestan para vover al aula con renovados brios, con un coraje aumentado por el reto de levantar el rendimiento de sus alumnos y demostrar la calidad del producto de su trabajo. Anhelan sentir de nuevo entre sus manos el alma de los niños costarricenses: para brindarle las experiencias que la hagan crecer, los conocimientos esenciales que le permitan enfrentar con éxito sus problemas y los mejores valores de nuestra nacionalidad para que adquiera un verdadero compromiso con el fortalecimiento de nuestra vida democrática Ciertamente el educador costarricense, el legítimo maestro, prepara su respuesta al pedido de la patria, apegado a la esencia de la misión educadora: hacer de su vida y su palabra una senda de ejemplo para sus alumnos.
Por su parte, los padres de familia miran con esperanza el futuro de sus hijos. Sienten que enviarlos a las escuelas empiezan a otorgarles el mejor legado que les puedan dar. Pero también sienten una profunda inquietud por la incertidumbre de poner su más preciado tesoro en manos extrañas. La gran mayoría comprende que la educación no es solamente una responsabilidad de la escuela, saben que su interés y sobre todo que su vida en familia son fundamentales.
Ante el nuevo curso lectivo asumen el compromiso de no dejar solos a los maestros y profesores; de vigilar celosamente la calidad de la educación que reciben sus hijos; de contribuir a que cada uno de ellos se exija y de lo mejor de sí mismo, sin esperar más de lo que las limitaciones naturales le impongan. Para lograrlo saben que es indispensable dialogar constantemente con sus hijos sobre lo que hacen en clase, felicitarlos por sus éxitos, aunque parezcan pequeños e insignificantes, revisar sistemáticamente sus cuadernos y visitar frecuentemente al educador para hablar y discutir con él lo que estime mejor para su hijo, para felicitarlo si su labor es buena; para plantearle, con serena y respectuosa firmeza, sus inconformidades.
Finalmente, para los jóvenes y los niños se acerca el momento de enfrentarse consigo mismos, de compartir nuevamente las pequeñas travesuras y los momentos inolvidables de amistad y compañerismo. Ellos no desconfian, ignoran que son lo más importante de todo el sistema, pero intuyen que los queremos, que jamás los maltrataremos y esperan lo mejor de todos. El primer día de clases algunos seguramente van a llorar, otros estarán felices de volver, pero todos ellos van a tener los ojos muy abiertos para captar el modelo que le presente su maestro y el corazón en la mano para avanzar. Qué respuesta encontrarán?
Nosotros nos preparamos para brindar a los pequeños y grandes lectores lo mejor y de mayor utilidad en cuanto a temas escolares y colegiales; algunas ayudas en enseñanza superior.
Bienvenidos los niños, los jóvenes y los padres de familia a nuestro Suplemento, al igual que otros años solicitamos nos envíen los temas que necesitan se publiquen, ya sea a través del Buzón Estudiantil o por la vía telefónica.
LA REPUBLICA. Martes de marzo de 1987 19 Deseamos muchos éxitos a todos los que nos involucramos en la educación nacional, que Dios nos ayude y bendiga todas las cosas que hagamos en bien de nuestra patria.
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