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Suplemento Banco Nacional de Costa Rica. LA REPUBLICA. Jueves de abril de 1987 25 de avio se darían exclusivamente para ese fomento, supliendo los fondos para la preparación de la tierra, gastos de cultivo, recolección de cosechas y demás trabajos agrícolas anuales, o para la compra de semillas, materias primas, abanos, materiales y otros, con plazo máximo de un año y con garantía de prenda agraria de cosechas, ganaderas u otras garantías a satisfacción del Banco; y de refacción, mobiliarios o inmobiliarios, agricolas o industriales, para la adquisición de aperos, utensilios, instrumentos, herramientas, maquinaria, etc. destinados a explotawiones agrícolas o industriales, para efectuar cultivos perennes, drenajes, formación de quiebravientos, construcción de casas, galerones y establos y demás trabajos inmobiliarios en fincas, fábricas, etc. para la manipulación, beneficio o transporte de productos agrícolas y pecuarios para la elaborasión, transformación o transportes de productos manufacturados. Estos préstamos se darían con un plazo máximo de cinco años. Como puede deducirse de todo lo anterior, se cubría la mayor parte de las necesidades de crédito, con una visión realmente revolucionaria para la época.
Bueno, el asunto comienza cuando don Jesús, tesorero de la Junta Rural de Crédito Agrícola de San Carlos, se enredó en sus mecates y entregó a un cliente dos mil colones de más en un dinero. Dos mil colones en aquellos dorados o mojados años era un verdadero capital. Para darle una idea: yo pensé que si no los recuperaba iba a tener que vender una propiedad esquinera, aquí en Ciudad Quesada.
Sospechaba don Jesús que el dinero se lo había dado a un señor de Pital, llamado José Molina. Entonces me fui a donde Paulino Porras, que tenía una pulpería, para que me mandara con alguien que fuera para Pital una carta a Molina, en la cual le preguntaba si por casualidad no le había dado dos mil colones de más. Pasaron los días y un sábado se presentó a donde don Jesús el susodicho Molina. Vengo a devolverle esos dos mil colones, que usted me dio de más cuando meentregó el dinero del Banco.
Don Jesús casi se cae de espaldas. por esta razón afirma don Jesús que los viejo de antes eran más cumplidos y más honrados. Ahora no solo no pagan ni los intereses sino que venden las prendas y encima amenazan al Banco con cerrar una carretera si no les perdonan las deudas.
Un típico hombre de la tierra guanacasteca: don Emel Velásquez.
La honradez de los viejos L paso del tiempo cambia hábitos y sistemas y lo que hoy parece ser indebido, mañana no lo es.
Verbigracia el destape. hoy día hasta en los más apartados rincones se ven escenas en cin y en la televisión que hubieran horrorizado a nuestros abuelos. Pero las modas se imponen y no resulta nada raro ver menores de edad en los cines observando tranquilamente a Silvia Kristel en sus trapisondas sexuales.
La honradez (en asuntos de dinero)
también ha sufrido modificaciones. Esto, como lo dicho anteriormente, es más sabido que la historia de Adán y Eva. Sin embargo, sirve de apertura a un caso que le sucedió a don Jesús Hidalgo hace más de 40 años, en el San Carlos lluvioso de toda la vida, y que demuestra que los viejos del terruño quizás y la duda no está sobrando eran más honrados que las nuevas generaciones. Porque ahora lo normal es que cada quien apercolla el dinero a como haya lugar; y si le llega de morolica, mejor que mejor.
En el campo siempre se inculcó en el joven los hábitos del trabajo y la honradez. Aunque ahora. como que los tiempos no cambian sin cambiar hábitos y costumbres. Sin embargo, un alto porcentaje del campesino sigue siendo fiel a la tradición. Viaje de entrenamiento. llama el ingeniero Yanuario Matamoros a esta añeja fotografia de los años cuarenta Cooperativa de Ahorro, Crédito y Servicios Múltiples del Cantón de Turrialba COOPERATIVA DE CAFICULTORES UNION COOPECOMUN FUNDADA EN 1969 CAFICUL BIZ. COOPERATIVA DE CTORES UNION TELEFONOS: 29 51 20 29 52 36 TEL. 56 09 55 56 03 94 310E JUNIO 1969 APDO. 62 APARTADO Nº 84 Turrialba, Costa Rica SAN RAFAEL DE TRES RIOS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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