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10 LA REPUBLICA. Domingo de noviembre de 1987 EDITORIAL ENFOQUE DE REDACTORES Invitación a una reflexión médica En esta tierra de paz. A Marx te en ce, er del estud Inglat се al ad nueve Si hay algo verdaderamente sensible en la centes.
vida de un país en vías de desarrollo, y atenaza Si hubo algún procedimiento equivocado en do por múltiples problemas económicos y socia el caso de los médicos que nos ocupa, debe les, es que proliferen los movimientos de huelser reclamado dentro del imperio de la ley y el ga que afectan a los servicios públicos.
derecho, y no con medidas de presión que no Resulta más peligrosa la situación, cuando son atendibles en materia de administración de estas decisiones de fuerza tocan a los servicios justicia. si el asunto surgió de la acción policímédicos y asistenciales del país.
aca derivada del problema, y puede probarse Al margen de las razones o sinrazones que trato humillante o desmoralizante o abuso de puedan alegar los grupos sindicales o profesio poder, pues también es la vía legal la que debe nales, que acuden a las vías de hecho, parali tomarse para la formulación de cargos contra zando los servicios de cirugía en tres hospitales quienes se hayan excedido en el cumplimiento de la capital, o amenazando con una cadena de sus obligaciones.
de paros que podrían trastornar las operacio Nuestra intención al comentar la actitud de nes normales de los restantes hospitales de la paralizar quirófanos hospitalarios, está sustenCaja Costarricense de Seguro Social, hay siem tada en el deseo de invitar a los médicos a una pre una serie de consideraciones éticas y mora reflexión profunda sobre el paso dado. Una reles, y otras puramente humanitarias y cristia flexión que conceda prioridad al entendimiento nas, que nos impiden aceptar como justifica de que no tienen por qué pagar los enfermos, das, actitudes semejantes.
los que sufren agobiados por el dolor y el temor La acción decretada por los profesionales a la muerte, las actitudes, equivocadas o no, de médicos de los hospitales Nacional de Niños, quienes tuvieron que actuar contra tres profesioSan Juan de Dios y Calderón Guardia, impidien nales de la medicina en obediencia a mandatos do por tiempo indefinido las intervenciones qui de los propios tribunales de justicia.
rúrgicas que no sean de emergencia en los quiSin intentar siquiera el examen de la situarófanos de los nosocomios referidos, para pre ción legal por la que atraviesan estos profesiosionar por la excarcelación de tres médicos a nales, lo que es del resorte exclusivo de los juequienes se atribuye el supuesto delito de homices, nos interesa tan solo que la actitud asumicidio culposo por la muerte de Luis Arnoldo Ma da por los médicos de los tres hospitales antesís Solano, un niño de 12 años acaecido el 18 riormente citados, pueda ser reexaminada por de setiembre de 1986, resulta no solo inconve ellos mismos, no sea que por reclamar supuesniente como ejemplo equivocado del camino tas injusticias caigan los reclamantes en la aque debe seguirse en procesos judiciales clara plicación de injusticias aún mayores, contra mente apegados a la ley, sino también en un in quienes resultan actores inocentes en un dradebido castigo. que se impone a terceros ino ma ajeno.
El domingo antepasado, con un grupo de familiares, realicé un paseo a las fincas bananeras de El Carmen, en Siguirres, a unos ciento cuarenta kilometros de San José. Los dias soleados de un verano que para desgracia de nuestros agricultores se ha adelantado más de la cuenta, prometían un viaje encantador a través de esa maravilla natural que es el Parque Nacional Braulio Carrillo y la magnifica carretera que, uniéndose a la Saopín conduce al viajero hasta Limón.
En el primer peaje, poco más allá de la intersección de Moravia, Carlos Vargas nos llamó la atención la presencia de un par de inspectores de tránsito y dos individuos, sin uniforme, en mangas de camisa y armados de ametralladoras que mos.
traban ostensiblemente. En el segundo peaje, a la entrada de la carretera que va al pueblito de Alegria, tuvimos que contemplar el mismo desagradable espectáculo. Supusimos (ya que ninguno de los armados tenía identificación alguna visible) que se trataba de guardias que custodiaban la recaudación diaria en las estaciones de cobro de peajes; pero, desdichadamente, no paró ahí la cosa.
En medio de los bananales de El Carmen Tres, nos salió al paso un grupo de unos seis individuos blandiendo metralletas. Uno de ellos vestía un raído y sucio chaquetón de reglamento. El resto lucia la más variada vestimenta, de suerte que a nadie le era posible adivinar si se trataba de autoridades, de asaltantes o de un grupo de huelguistas que se habían omado las fincas, como parece que se está poniendo tan de moda. Las autoridades sometieron al vehículo a un registro, al que no nos opusimos por temor a que nos fueran a pegar un tiro. Ni siquiera les pedimos la orden de registro firmada por un juez que debían tener para proceder en la forma en que lo hicieron.
Hicimos nuestro paseo disgustados por la vergüenza que hablamos sentido al ver tanto despliegue de armas, tanto desplante de matonismo en un pais en que no estamos acostumbrados a eso. Al regreso, el mismo espectáculo, con la diferencia de que esta vez, el piquete que realizó el registro de rutina como nos explicaron, estaba situado casi en el cruce con Moravia, es decir, después de la estación de peaje, camino a San José.
Para colmo de males, el día martes, iba a realizar una comisión a Pavas. En la esquina noreste de La Sabana, frente a la agencia Datsun, hice el alto para dar paso a tres autobuses llenos de turistas que posiblemente venían de los hoteles que existen sobre la carretera General Cañas y que supuse irían de excursión a Puriscal o Santa Ana, pero no, la excursión consistía en algo muy típico y bien planeado, la llevaban para que los visitantes vieran có mo vivia el Presidente de la República, premio Nobel de la Paz, en un país civilista, que no tiene ejército y que se esfuerza hasta lo indecible para mediar y poner paz en Centroamérica. Frente a la casa del doctor Arias, sin muros protectores, sin barricadas, sin bunkers, casi se detuvieron los autobuses repletos de turistas.
La visita hubiera cumplido su propósito y hubiera sido magnífica si en los cincuenta metros de acera que rodean la casa no hubieran estado, armados de ametralladoras, ocho guardias civiles. estos sí estaban uniformados. además de dos radiopatrullas, más dos impecables policías militares (PM. en la puerta de la residencia.
Sentí una gran tristeza por esa demostración de fuerza.
Creo que al Presidente debe cuidársele y debe cuidársele bien, pero, en Costa Rica, debería hacerse con la mayor discreción.
lismc delt ya e tal: a rició davi cons la di men lore rializ son teria auto tich cias suti CO.
jo ba re СС се ve ca a La República ESCENA DE LA VIDA DIARIA. POR QUÉ SE VISTIO DE SELECCIÓN NACIONAL, DONA CLOTILDE? Publicado por Editorial La Razón, 8C PORQUE NO QUIERO QUE ME METAN UN SOLO GOL CON LOS PRECIOS, NI CON LOS RECIBOS, NI CON LAS TARIFAS.
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