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18 LA REPUBLICA. Martes 24 de noviembre de 1987 COMENTARIO INTERNACIONAL catorce años del pronunciamiento que puso fin al régimen marxista y representó el advenimiento al poder de las Fuerzas Armadas y Carabineros, no son muchos los que tienen presente que el actual Gobierno de Chile ha sido objeto de una de las más grandes campañas de desinformación de la historia contemporánea. Esta campaña, originada y financiada en la Unión Soviética, a la cual se han sumado otros sectores bien o mal intencionados se ha concentrado en los organismos internacionales de derechos humanos, donde, sistemáticamente, se ha acusado al pais sudamericano de graves violaciones de los mismos.
das. Tampoco mencionan el desabastecimiento casi total de alimentos y artículos de primera necesidad y el gigantesco mercado negro, dirigido e implementado por el propio gobierno.
Los críticos del gobierno chileno y actuales defensores de los derechos humanos jamás mencionan el clima de violencia generalizada que establecieron en el país, con ocupaciones violentas de predios, industrias, viviendas, etc. Silencian también que en Chile actuaban impunemente más de 15 mil terroristas extranjeros, instructores de guerrillas y milicias urbanas, apoyados con armamento procedente de Cuba, Un análisis sobre Chile Por Dr. Raúl Rojas cionales y luego mediante la Constitución Poltic que en 1980 aprobó el 67 por ciento del electorado, e un plebiscito que dio amplias garantías a todos los sectores.
El 11 de marzo de 1981 se inició el período cons tucional. El mandato de la Carta Fundamental se ed cumpliendo integralmente, en el fondo y en la forma.
El Presidente Augusto Pinochet afirmó reciente mente: El sentido profundo de la intervención milita del 11 de setiembre de 1973 es justamente su carác, ter transformador y fundacional, por cuanto signifies el nacimiento de una nueva institucionalidad política, económica y social del país.
En el plano institucional, hay un completo avan.
ce, con expresiones muy conocidas, como la ley de los partidos políticos, apertura de los registros eleclorales (donde ya están inscritos casi millones de ciu dadanos) y todo un conjunto de leyes que aseguran una democracia perfeccionada e integral.
La calidad de vida mejoró espectacularmente, pese a las afirmaciones en contrario. Un 97 de la po.
blación urbana y un 78 de la población rural cuentan con agua potable y alcantarillado.
La extrema pobreza bajó del 21 al 14, de la población, entre 1970 y 1982, gracias, en parte importante, a que el 61 del gasto fiscal se dedica al cam.
po social. Hay 630 mil nuevos propietarios de viviendas. La esperanza de vida y las atenciones de salud aumentaron en forma más que significativa.
Estas son algunas de las razones que avalan el llamado que recientemente hizo el gobernante a proyectar la nación hacia el siglo XXI, por medio de un sistema político moderno, ágil y seguro, que haga realidad las siete condiciones de nuestro desarrollo delinitivo: un pais sin extrema pobreza; una organización eficiente para el progreso; una cultura chilena que afiance nuestra identidad como nación; un desarrollo científico tecnológico; una proyección chilena al mundo; una voluntad de emprender, y un desarrollo integral de la persona.
Checoslovaquia, Alemania oriental y otras naciones.
Por último, han olvidado también que el Partido Comunista proclamó abiertamente su objetivo de alcanzar el poder total, mediante la guerra civil. todo esto, en nombre de la libertad y la democracia!
Son muchos los que hoy se esmeran en presentar a las fuerzas armadas chilenas como protagonistas de un golpe de estado tradicional. No mencionan que su intervención fue para salvar a Chile del abismo y que todos los sectores políticos no marxistas, incluyendo a algunos que hoy aparecen en posición contraria al régimen, exigieron su enérgica actuación.
Desde el primer momento, el gobierno preciso que su intervención no constituiría un paréntesis, para luego dejar que las cosas volvieran a la misma situación anterior. Los mandos máximos comprendieron que la democracia chilena, una de las más respetables de América, se encontraba indefensa frente a la demagogia, la politiquería y el extremismo marxista leninista. Por eso, el régimen emprendió la construcción de una nueva institucionalidad, limitando sus atribuciones, primero a través de las Actas ConstituLa campaña de falsedades tuvo como primera finalidad hacer olvidar al mundo que la coalición marxista, que llegó al poder legítimamente en 1970, se convirtió en un régimen ilegítimo por el ejercicio abiertamente inconstitucional de su mandato. El Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia y la Contraloría General de la República emitieron, en su momento, dictámenes denunciando esta realidad.
Desde 1973 hasta la fecha, bajo el piadoso manto de la defensa de los derechos del hombre, se ha buscado que la comunidad internacional olvide que el gobierno marxista sumió al país en la peor crisis politica, moral y económica de su historia.
Quienes hoy alzan sus voces queriendo hacer creer al mundo que Chile vivía en una copia feliz del edén entre 1970 y 1973, omiten cuidadosamente recordar que la inflación llegaba al 000 por ciento anual y que las reservas de divisas estaban agotaT ANTO en la búsqueda de la to de la soberanía, a la búsqueda de la paz, a la solución de su deuda externa y al mejoramiento acelerado paz regional, en el tema de de la calidad de vida.
la deuda externa, enel diálo Otro aspecto fundamental que incide en la paz, y en la justicia social internacional, se refiere al diálogo go norte sur, debe participar Es norte sur, en el que tanto los países latinoamericanos, como España y Portugal tienen una especial respaña activamente. Para ello, hay ponsabilidad de actuación. Las condiciones de Espaquedesterraractitudesinsolidarias na derivadas de su situación geográfica, de su historia y de su mestizaje cultural, así como de su nivel iny promover la cooperación hori termedio de desarrollo, le obligan a participar activamente en la búsqueda de soluciones más equitativas zontal y reciproca entre ambos lapara la comunidad internacional.
dos del Atlántico.
Pero actitudes y acciones en este sentido, deben iniciarse en su propia casa. La visión simplista y negaLas relaciones de España y América Latina en la encrucijada Por Miguel Angel Escotet tiva de América Latina, como un conjunto de países ADRID. La actual España democrática endeudados y empobrecidos, representa una postura debe superar de una vez por todas, los errónea y peligrosa, a veces instrumentalizada desde vestigios de la política paternalista hacia una visión ideológica reaccionaria, recogida también América Latina que puede encubrir plante en muchos medios de comunicación social.
amientos desiguales y discriminatorios, arropados de una ideología hispanista o neohispanista, que está en Términos como tercermundismo y sudaces utilicontradicción con un planteamiento genuinamente cozados en forma despectiva en España, reflejan actitumunitario.
des insolidarias que se han insertado peligrosamente El respeto de las soberanías nacionales y la aplicaen el seno de muchos estratos de su sociedad y deción del principio de no intervención, emanado preciben ser adecuada y rigurosamente denunciados, des samente en el continente americano, deben guiar la de una actitud de defensa de los valores democrátiactuación de la política exterior española. Esto tiene cos, de tolerancia y de cariño y respeto, a unos paíuna especial aplicación en nuestros días en la crisis ses que han acogido con generosidad a tantos espacentroamericana, que está siendo negativamente añoles, y no de una forma transitoria como ocurre en fectada por intereses foráneos intervencionistas. El su mayoría con la migración hacia Europa. En definitiesfuerzo de Contadora, a los que se han sumado ova, la defensa de estos valores democráticos no sólo tros países del área, merece de España un apoyo a es un objeto exógeno, dirigido hacia afuera, a veces través de acciones y programas orientados dentro de abstracto, sino que debe profundizarse dentro de la esa estrategia de pacificación de la región, que supe propia sociedad española.
re las meras declaraciones de intención.
Por otra parte, la crítica de la política excesivamenAl mismo tiempo, España debe saber utilizar su dote retórica y declarativa tiene su contrapartida en la ble condición de país europeo e iberoamericano, para defensa de una política de contenidos que signifique favorecer iniciativas comunitarias orientadas al respe una respuesta concreta a problemas de desarrollo y a la promoción de las relaciones en doble vía.
Dar una respuesta concreta a problemas de desarrollo implica generar estructuras y capacidades al in terior de los países.
Si bien es absolutamente necesaria una ley de cooperación en España y el establecimiento de planes y y políticas, así como la coordinación entre los diferentes órganos públicos y privados, es rigurosamente esencial, flexibilizar la actual estructura del aparato del Estado que permita romper con la burocracia innecesaria y pasar de la cooperación de despacho a la cooperación de campo.
De cualquier forma, una visión prospectiva en el orden programático de la cooperación española con América Latina, debe de tener en cuenta las potencialidades de estos países derivadas de la mayor abundancia de recursos naturales y humanos, de su relativo nivel de desarrollo industrial, del pleno respeto a su cultura e idiosincrasia y de importantes logros alcanzados en muchos dominios que posibilitan la coo peración horizontal y reciproca entre España y América Latina.
Pero aun cuando existan la mejor intención de cooperación y el desarrollo de programas y proyectos, todo puede quedar en mera retórica, si paralelamente no existe un esfuerzo financiero sustantivo. La aportación en España a la cooperación debe representar progresivamente en términos cuantitativos, los nive.
les comunitarios europeos que alcanzan el 0, 51 del PIB, frente al 0, que se destina actualmente en este país. Este necesario y urgente incremento de recur sos tiene que estar inevitablemente acompañado de un esfuerzo de planificación concertada en el que se incluya la participación estructurada del sector empresarial, especialmente de la pequeña y mediana Industria, de los organismos Estado y de otros organismos nacionales e interna gnales, y muy especialmen te, de los países latinoamenicanos.
Finalmente, la incorpo dción de España en la CEE exige ahora más que nu a, la renovación y fortalecimiento de los vínculos con América Latina. Con ello, no solamente se evitara una proyección insuficiente y unidireccional de la politica exterior española, sino que se dará una respuesta cabal a las propias expec tativas de los demás países europeos, sobre el papel que juega España. Ser europeos sin renunciar a la identidad iberoamericana es el único camino posible en la actual encrucijada. ALA)
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica.

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