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LA REPUBLICA. Domingo de setiembre de 1988 15 Doctrina social de la Iglesia FOPNON La identidad latinoamerica Pastoral social Lic. Claro González Hegel veía con desdén aquellos acontecimientos históricos que no estuvieran a la altura de las conquistas de Alejandro Magno o de las guerras napoleónicas.
Para Leopoldo Zea, insigne maestro y pensador de nuestra América mestiza y criolla, es más hermosa y grande, al menos en desprendimiento, la gesta libertaria de nuestras repúblicas. La espada de Bolívar estuvo al servicio de la libertad.
Otros héroes, en otros continentes, empuñaron sus armas, en actitud de conquista o en aras de la codicia América tina, formula el pensador, tiene Un largo viaje hacia sí misma. Un penoso recorrido desde su noche colonial hasta la aurora de su propia identidad. Vencer, si no es vencida, complejos culturales hondamente enraizados en el espíritu y en la sangre del hombre americano.
Es un caso complicado y extraordinario, como dirá el maestro, citando a Bolívar: No somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Tal es lo excepcional de esta cultura de América. Cultura de expresiones encontradas y que, por serlo, lejos de mestizarse, de asimilarse, se ha yuxtapuesto.
Yuxtaposición de lo supuestamente superior sobre lo que se considera inferior.
Denunciando este complejo Dicho de una manera muy simple, la pastoral social es la aplicación de la doctrina social a la evangelización de la comunidad concreta en que vivimos. La evangelización es, por naturaleza, auténticamente liberadora, tiende natural Juan Luis Mendoza mente a transformar las actuales relaciones entre los hombres y a crear una sociedad verdaderamente fraterna y participativa.
de bastardía, ha dicho el maestro Zea en la Universidad de México y en todas las cátedras continentales, que es la misma relación que guardarán entre sí europeos y americanos, relación de señores y siervos, conquistadores y conquistados, colonizados y colonizadores.
Relación que en el Mestizo, tanto cultural como racialmente, se transforma en conflicto interno:Conflicto de hombre que lleva en su sangre y cultura al dominador y al bastardo.
Complejo que le viene al americano, no sólo por la sangre sino también por la cultura, o simplemente por haber nacido en América y no en Europa.
Entonces, ante la mirada Europea, el nacido en esta América se sabe subordinado; en cambio, ante la mirada indígena, será el explotador, al servicio del colonizador.
En estas circunstancias, según el pensamiento de Zea, se fue tejiendo un complejo difícil de desenredar sino en la hora más reciente de nuestra cultura latinoamericana. Al originarse ese complejo de inferioridad, una y otra vez impedirá la asunción cultural de su encontrado modo de ser, la definición de su identidad. Ese complejo se expresa, según el maestro, y se precibe diríamos nosotros, en ese afán inútil por ser distinto de lo que somos; en ser otro, renunciando a lo que somos por sí mismos.
Ya en el siglo XIX, si embargo, se plantea con toda energía el problema de una cultura original latinoamericana, prejuicios y que hoy, al romper esas ataduras socio culturales, emerge gloriosa la autoafirmación. Ya nuestros pueblos han tomado conciencia que no somos inferiores.
Fue un error dice el maestro mexicano el pensar que estos pueblos eran, por si solos, incapaces de incorporarse a una cierta forma de cultura o civilización.
Empero, en esta hora de América, pensamos nosotros, hay muchos que, por interés o por ignorancia, piensan que nosotros no podemos valernos por sí mismos. Hay quienes todavía cantan loas a la independencia y no se han liberado mentalmente. Como bien dijo Marti: El problema de la independencia no era un cambio de formas, sino un cambio de espíritu. En qué patria decía el Apostol puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, el ruido de pelea, del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles?
No todos los dias se pueden oir pensamientos como estos, tan aleccionadores.
Como dijo José Ingenieros Son como tajos: de luz en la penumbra americana.
Un participante en la conferencia del Dr. Zea le hizo esta pregunta: Dr. Leopoldo Zea, si ya existe conciencia de nuestra identidad. ahora qué deberán hacer nuestros pueblos Ahora sigue el momento de la solidaridad latinoamericana, y esa es tarea de nuestros presidentesrespondió el maestro, dirigiéndose al Presidente Dr.
Arias, que estaba en la primera fila de la sala en el Museo Nacional también, más explícitamente, una cultura nacional.
Nuestros proceres se refiere a Sarmiento, Alberdi, Montalvo y otros sueñan con una América que, como Europa, origine un conjunto de culturas nacionales semejantes a las que han nacido en el Viejo Continente. Junto a esa posibilidad, se empieza a plantear también la pregunta sobre una filosofia, tanto nacional como americana. Juan Bautista Alberdi, según el maestro Zea (Filosofia Americana como Filosofía sin más, Siglo XXI. es quien plantea el problema en los términos más precisos y realistas.
Al oír al maestro Zea en el Museo Nacional se nos hace difícil ver cómo es posible que no se haya consolidado una cultura autóctona, propia, en nuestros pueblos, si nuestro proceres nos heredan toda una sabia y sólida y estructura para la emancipación mental.
Estos pueblos, sin embargo, están tomando conciencia de su identidad. Esa identidad se percibe desde el momento histórico en que van corriendo el velo que viejas formas de organización nos anclaron a complejos y en ese sentido, toda pastoral ha de ser social. Es decir, ha de arreglárselas para que el mensaje evangélico se encarne en un mundo concreto de hombres y mujeres de características bien definidas y que esperan un buen anuncio. algo que les llame la atención, algo que les convierta.
No es fácil esto porque el ser humano se halla hoy en un mundo en que un montón de interferencias lo envuelven y le dificulta la captación de un mensaje que no le llega al nivel profundo de la conciencia o carece de fuerza para convertir.
Etica médica en Cuba. Kalossi Dr. José Eliseo Valverde Monge CIRCULACIONS PRESTAMO E ha llamado la atención un artículo reciente de un distinguido médico cubano, el Dr. Alberto Fibla, quien actualmente se encuentra en el exilio luego de haber pasado 26 años prisionero en las cárceles del régimen comunista de Castro.
Se refiere especificamente a que el régimen cubano impone una ética peculiar a sus médicos y que para comprender mejor, considero necesario suministrar antes algunos conceptos de ética médica.
Etica médica es la vida de relación entre un médico y sus pacientes, así como un médico y los demás médicos. Se inicia mediante un proceso de toma de conciencia durante la época estudiantil y, a partir de ahí, se va organizando paulatinamente hasta llegar a constituir el lenguaje silencioso de los médicos La ética médica no se enseña ni se aprende. Entra por el ojo y por el nervio y se apodera del ser. Ella es quien establece la conducta que el médico habrá de seguir durante toda su vida.
Para el Dr. Fibla, la ética médica constituye un concepto humano profundamente arraigado que señala un derrotero. Es el alma del médico.
Su super yo.
De acuerdo con conceptos tan claros y hermosos, se hace difícil aceptar la orientación comunista, como la existencia hoy en día de un folleto titulado Principios de la Etica Médica, que ha sido elaborado por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Consta de diez páginas, y fue impreso en la Editora Politica en el año de 1983.
Algunos de los aspectos que contempla dicho folleto, podrá usted leerlos a continuación. Nuestra actuación en el complimiento del deber sólo puede responder a los principios éticos de la moral comunista (Pág. Existe la disposición probada de los trabajadores de la salud de defender la patria socialista, tanto ofreciendo sus conocimientos médicos en el plano militar como en las armas directamente, si fuera necesario. Pág. Los trabajadores de la medicina cubana se identifican con la concepción dialécticomaterialista de los fenómenos naturales y sociales Trabajar sorfstcyentemente, allí donde la sociedad lo requiere; estar siempre dispuestos a brindar atención médica necesaria, con el elevado espíritu internacionalista. Pág. Comportarnos en todo momento con sencillez, modestia, honestidad y dentro de las reglas de la elevada educación política. Pág. Mantener en todo momento un porte y aspecto personal acorde con nuestras costumbres y moral comunistas. Pág. Como puede apreciarse, la piedra angular del folleto en cuestión se basa únicamente en el ente comunista, desde su esencia filosófica dialécticomaterialista hasta su moral y sus costumbres. El aspecto médico queda atrás, como la noche.
Por eso, en el médico comunista existe un valladar enorme que lo separa del enfermo; para él lo esencial es el partido, el paciente es secundario. Sin embargo, el Dr. Fibla reconoce que pueden haber excepciones, porque en algunos de ellos los principios marxistas no se han arraigado o no los han convencido.
En Cuba, la propaganda radial y televisada transmite varias veces al día los siguientes mensajes. Son principios de la ética médica la modestia, la sencillez y la honestidad. La ética médica es un principio de la conducta social. La ética médica es un deber y un honor de la medicina cubana.
Lo que trata de venderse o de hacerse conocer es nada menos que la ética médica, como si hubiera muchas clases de éticas médicas o como si toda la ciudadanía tuviera que ver con la ética médica.
Lo que realmente sucede es la existencia de un trato completamente inadecuado y hasta grosero por parte de una gran cantidad de médicos hacia sus pacientes, cuya realidad se pretende desvirtuar con los anuncios.
Todo esto lo conoce la mayoría del pueblo cubano, todos los enfermos, desde la embarzada hasta quien necesita de un certificado médico.
Las injusticias por la falta de la verdadera ética médica en un país comunista, no se pueden denunciar, por temor a las obligadas represalias. De tal manera que continúa siendo el rumor la mayor fuente de información en los países que cno tienen libertad de prensa ni etica médica.
Otras muchas cosas todas materiales le solicitan insistentemente, sobre todo en los medios de comunicación social, en la publicidad. Hay, por otra parte, estructuras sociales tan cerradas que el hombre, víctima de ellas, resulta un ser dificilmente accesible a la acción de la pastoral social.
La Iglesia ha ejercido una pastoral social, desde siempre, valiéndose de instituciones surgidas en su mismo seno que se han dedicado a la asistencia y promoción de los necesitados, dentro de su particular misión de evangelizar al mundo. Podríamos llamar a esta pastoral social indirecta. en cuanto que mediante esas instituciones la Iglesia da a conocer el mensaje haciendo obra social.
Hoy día se ha puesto de moda también la pastoral social directa que se caracteriza porque el mensaje va directamente, sin instituciones que medien, a los destinatarios del mismo. Tres instancias se dan fundamentalmente: 1) el anuncio del mensaje evangélico; 2) la denuncia que implica de una realidad que no se ajusta a lo que Dios quiere; 3)
la correspondiente reacción para que la realidad, iluminada por el evangelio vaya cambiando según las exigencias del mismo, gracias al aporte de todos los implicados en la situación. Sin desestimar el primer modo de pastoral social, que hay que mantener, se impone el incorporar el segundo y cada vez más.
En América Latina la pastoral social se haya en una etapa de transición entre una forma, muy arraigada y antigua de asistencia al necesitado, y otra de promoción de que el hombre se valga por sí mismo, que es mejor, como lo afirma el viejo dicho: que más vale enseñar a pescar que dar pescado.
En todo caso, lo propio de la Iglesia no es ni lo uno ni lo otro; que lo es el evangelizar en orden a la salvación, aunque puede muy bien hacer ambas cosas.
Otro día seguimos con el tema, Dios mediante.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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