14 LA REPUBLICA. Lunes de noviembre de 1988 Deportes SAST. 2350 Tres a uno; los florenses Chévez, Saborio y Carmona frente a Hilario. Castillo)
Wanchope decapitó al Saprissa Redactor dos GEL Gaetano Pandolfo Rímolo so fusilo pero con las uñas, el cancerbero florense como un lino, se lanzó y se trajo la pelota como con imán.
Un minuto después es Coronado quien sirve en bandeja a Medford, los cuatro zagueros locales quedan desubicados y en el ridículo, pero de nuevo es el cancerbero Hidalgo el que enfrenta al extremo morado y lo bloquea con sus piernas.
Pero otro minuto después, el Saprissa logra su objetivo tras una sucesión hermosa de pases entre Cayasso, Coronado y Medford, quienes bailan a toda la zaga jardinera, para que sea Herrnán el que venza fácilmente a Hidalgo con toque suave y medido para el 0.
Estrellas estrelladas Juan Cayasso al césped; el obstáculo insalvable fue Ronald Marín. Castillo) espigado Javier Vicente Wanchope ya había enviado el primer telegrama a la defensa del Saprissa apenas en el minuto 8, aprovechando una gran escapada de Ronald Marín, recibió un servicio del corajudo zaguero rojiamarillo y buscó el área enemiga; avanzó en línea recta pero lo mató la indecisión. En lugar de servir a Claudio Jara que estaba solo o penetrar más, remató de largo, débil y desviado y Herediano perdió la primera gran oportunidad.
Pero Wanchope ya se había presentado en el partido Sin embargo, antes de convertirse en juez y verdugo del Saprissa, tuvo que sufrir marca de su hombre Juan Cayasso, y la parlas consecuencias de lo mal que anduvo la te baja central de los campeones nacionales parte baja de su equipo, sometida por la de se convirtió en colador.
lantera morada a un verdadero calvario en De ese hueco se aprovechó primero Calos primeros 20 minutos de acción.
yasso en el minuto 8, para fugársele a ChéJorge Chévez y Ronald Marin parecían vez tras un despeje largo de Roger Flores y udesconocidos, Germán Chavarría perdió la bicarse frente a Jorge Arturo Hidalgo. CayasReacción florense Con el gol sin embargo, el Saprissa pensó que ya estaba todo hecho, y las estrellas y moradas se fueron estrellando en su propio fútbol. Hubo momentos de autosuficiencia que resultaron fatales, porque le permitieron al enemigo coger vergüenza y levantarse.
Apenas con 18 20 minutos de fútbol, con el 0 en su favor, y ya los parciales morados cantaban el ole, ole en los graderios, cuando el partido apenas nacía y eso resultó catastrófico.
Dentro de sus errores, dentro de ese hospital ambulante que es el actual equipo roEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.