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6. LA REPUBLICA. Lunes de enero de 1989 EDITORIAL ENFOQUE DE REDACTORES Educación y marginalidad Los niños no deben trabajar De los problemas que agobian a nuestro siste están lindamente planteadas en documentos oficiama educativo, y que han incidido en lo que prácti les de política educativa, que orientan acciones de camente todo experto conocido y todo gremio de mayor envergadura, sobre las que nos preguntaeducadores reconocen sin tapujos como deterioro mos que se estará haciendo en realidad al interior acelerado de la educación costarricense, el de la del Ministerio de Educación para convertirlas en reaatención a zonas rurales y urbanas marginales o su lizaciones concretas, en términos de un mejoramamente pobres, es uno de los aspectos más miento sustancial de la calidad educativa en Costa espeluznantes que el país enfrenta, pero no reco Rica. decimos Gobierno de la República, pero disnoce con suficiente claridad y sentido de la ur tinguiendo lo que puede ser la actitud más sensible gencia.
e interesada del MEP como tal y las políticas presuSe trata de la atención a estudiantes que viven puestarias que, en términos de asignaciones, sien zonas rurales extremadamente paupérrimas y guen sin reconocer como prioridad número uno del dejadas de la mano de Dios en casi todo campo de Estado y del gasto público, la educación. se sisu desarrollo integral, y en zonas urbanas realmen guen negando al Ministerio de Educación recursos te deprimidas, como ocurre con particular virulencia valiosos y necesarios que innegablemente condien los alrededores de San José.
cionan los esfuerzos sobre mejoramiento cualitatiHay escuelas y colegios ciertamente. Los niños vo de la educación, incluso ante la posibilidad de y jóvenes van a clases, también es cierto. Pero ade que el MEP pueda no ser muy eficaz. Es aquí donmás de alta deserción y ausentismo que significa, de hemos señalado el conflicto entre visiones cortoni más ni menos, más niños y jóvenes en las calles plazistas y reductoras de gasto que distinguen a un malogrando su tiempo, sus buenos hábitos y sus Ministerio de Hacienda, y las visiones más de desaoportunidades de desarrollo integral. Hay pésimas rrollo educativo que han de distinguir al MEP. La lucondiciones generales en la calidad de educación cha sigue, sin aparentes decisiones superiores de que reciben, particularmente por insuficiencias gra Gobierno que por fin restituyan los niveles de gasto ves de infraestructura y equipamiento, y más que to público destinados a educación, que se disfrutado, entendemos, porque la noble tarea de enseñar ban hace diez años y más atrás.
no está en manos de profesionales, quienes bus Pero, con más recursos, o con los actuales, recan ubicación en escuelas y colegios en zonas no sulta de cualquier manera preocupante conocer los deprimidas, sino en manos de aspirantes, principal informes oficiales y gremiales sobre la insuficiencia mente bachilleres de colegio que, como hemos de maestros, y la improvisación en que se incurre al constatado en distintas fuentes autorizadas en el buscar soluciones coyunturales que se hacen luecampo, son en gran parte jóvenes que por diversas go permanentes. Es posible que pueda hacerse razones no lograron ingresar en el sistema universi mucho más en este sentido, aún dentro de los nivetario, muchos de ellos malos estudiantes que pasa les de recursos actuales. esto tiene que ver con ron a duras penas su último año, y que muestran en la misma capacidad de acción del MEP y de sus jemuy frecuentes casos, hábitos, actitudes y habilida rarcas en particular, en cuanto a aprovechamiento des insuficientes que inciden negativamente en la imaginativo y consistente de los recursos disponiexcelsa tarea de educar a niños y jóvenes de por síbles en consecución de políticas claras y cohecon serios problemas de actitudes, valores y rentes. La atención de educación en zonas marcomportamiento social propios de esas zonas o ginales, como decíamos, se agrega a los muchos áreas donde se aglutinan tantísimos resquebraja problemas diagnosticados persistentemente sobre mientos de lo que visualizamos como niveles de vi insuficiencias crónicas y crecientes de nuestro da dignos, con bienestar y justicia social en todo sistema educativo, principalmente público o estatal.
sentido.
Más recursos, son deseables, y nos hemos pronunHemos dicho reiteradamente en nuestros Edi ciado enfática y honestamente en favor de ello. Petoriales, que el Gobierno de la República. así en ro también hay que iniciar un extenso y juicioso deabstracto, no parece tener clara conciencia sobre el bate nacional sobre el punto de cómo se gastan los deterioro enorme que la educación en Costa Rica recursos actuales, en función de los resultados ha sufrido, y que no basta con computadorizar es que se están generando realmente en materia educuelas y colegios para forjar al costarricense del futu cativa, cuáles son concretamente estos, y qué rero que ha de llevar al país a una situación de desa tos plantea ello a los partidos políticos y candidatos rrollo pleno e integral. Ni el bachillerato debe ser vis que aspiran a ganar el voto popular en febrero de to como la respuesta por excelencia al deterioro de 1990. Y, más importante, qué respuestas tiene ésla calidad educativa en Costa Rica, ni tampoco la du tos, que permitan al elector razonar objetivamente ra lucha por el uniforme único.
su voto.
Hay muchas otras cosas y aspectos que incluso Sobre esto volveremos.
La idea de poner a trabajar a los niños que piden limosna en las Ferias del Agricultor, seria digna de encomiar, si no existieran tratados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT. firmados incluso por Costa Rica, que establecen la edad mínima para que un menor trabaje.
Si bien es cierto con esa medida se pretende solucionar un grave problema que caEsther Montenegro da día se agudiza más, no sólo en las Ferias sino en las calles capitalinas y en todo el territorio; la medida debe ser otra y no el trabajo.
Los niños deben ser tutelados por un organismo del Estado, pero pareciera que no se tienen recursos para ello. en esta solución la empresa privada también debiera poner su granito de arena.
Deben también tomarse en cuenta no sólo los limosneros sino la gran cantidad de criaturas que se dedican a la venta de confites, flores, periódicos, que cuidan carros, incluso en horas de la noche, y los que cantan en los autobuses. Estos pequeños, en lugar de jugar y estudiar como lo establecen sus derechos, deambulan por las calles ofreciendo sus productos; recibiendo muestras de cariño de algunos, pero también groserias de otros que engrandecen más las heridas existentes en sus pequeños corazones.
La situación se hace aún más grave cuando nos damos cuenta del curso que toman las ganancias de estos pequeños agentes vendedores y cantantes. Gran parte de esas ganany cias van a los bolsillos de padres alcohólicos, mientras que otras van a manos de abuelitas, madres o encargados de los pequeños; que, quizás por la edad, o enfermedades, familia numerosa o simplemente por vagancia, no trabajan.
Reitero que existe un convenio sobre edad mínima ratificado por nuestro país, el cual debe cumplirse.
También deben poner su grano de arena los intermediarios que, como bien lo señaló Monseñor Román Arrieta Villalobos, son parte responsable de la situación económica que se vive en el país, llevando con su actitud la pobreza a muchos hogares costarricenses.
Hay niños que al levantarse no tienen siquiera un poco de agua de azúcar para llenar sus estomaguitos vacios y menos leche que cada dia se encarece más, así como el pan y los productos básicos.
Son muchos los que deben ponerse la mano en el corazón, para que de una vez por todas los niños costarricenses dejen de ser explotados por sus progenitores y por la misma sociedad, que ni siquiera les ofrece seguridad.
MULTA POR TIRAR BASURA EN LA VIA PÚBLICA La República e 911 Publicado por Editorial La Razón LO TIRE PARA VER SI REBOTABA NO SE PREOCUPE, QUE ALGO LE TOCARA DE REBOTE Director: Yehudi Monestel Arce Gerente General: Enrique Odio Herrera Jefe de Información: Luis Cartín Sánchez Subgerente General: Luis Guillermo Holst Quirós Jefe de Información: Eduardo Castro Chinchilla Gerente de Publicidad: Roberto Ulloa Monge 89 lab Central telefónica: Publicidad: 22 92 15 23 02 66 Ejecutivos de Publicidad: 23 51 24 Oficina San José Cobros: 23 06 96 21 51 96 Suscripciones: 23 88 85 Apartado: 2130 1000. Télex: 2538 Facsimil Nº 55 39 50 LA REPUBLICA Las publicaciones en este tipo de letra son pagadas.
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