LA REPUBLICA. Sábado 21 de enero de 1989 7171999839 Bacial distalez CIRCULACION PRESTAMO WASHINGTON EUA (AP. Esta es una vista general de las ceremonias de inauguración del Presidente Bush y el Vicepresidente Quayle en el Capitolio. LASERFOTO)
Bush al frente de EE. UU. Reagan se va a California Habla de drogas, pobreza y crimen Nancy lloró Por Ary Moleon, de AP desde WASHINGTON El presidente George Bush presto juramento como Presidente de los Estados Unidos con una promesa de 35 palabras que lo tornó en la figura política más poderosa del mundo.
La impresionante ceremonia, bajo un cielo azul en un día desusadamente abrigado en medio del invierno, fue típicamente norteamericana.
Bush colocó su mano derecha sobre la misma Biblia usada por George Washington hace 200 años al posesionarse como primer mandatario norteamericano, que sostenia su esposa Bárbara, y prestó el juramento de rigor ante el Presidente de la Corte Suprema, William Rehnquist.
Bush besó luego a su esposa vestida con traje azul oscuro y agradeció seguidamente al ex presidente Ronald Reagan todo lo que había hecho por la nación.
Después, el nuevo Presidente, hablando con vez segura y pausada, proclamó en su discurso inaugural que se siente una nueva brisa, el dia de las tiranías ha pasado, barridas como hojas de un árbol muerto.
Bush apeló a la bondad del pueblo norteamericano que sólo alcanza su mayor grandeza cuando emprende grandes empresas del espíritu.
El discurso Los pueblos del mundo se levantan y piden libertad de expresión y libertad de pensamiento, a través de la puerta de las satisfacciones morales e intelectuales que sólo la libertad permite. Sabemos lo que funciona: la libertad funciona. Sabemos lo que es correcto: la libertad es correcta. Sabemos cómo conquistar una vida más justa y más próspera para el hombre sobre esta tierra: través de los mercados libres, de la libertad de expresión, de las elecciones libres, y del libre ejercicio de la voluntad sin las cortapisas del Estado. declaró. Debemos actuar según nuestros conocimientos. Tomo mos que ayudar a esas mujeres que están a punto de ser madres de niños que no pueden educar y quizá no podrán amar. Ellas necesitan nuestro cuidado, nuestra guía y nuestra educación. dijo.
La despedida El discurso del nuevo Presidente fue breve pero emotiva e hizo énfasis en la búsqueda de valores morales antes que la lucha por los bienes materiales. Habló sobre la plaga de las drogas sin acusar a nadie. Del aumento de la pobreza sin señalar las causas. Del crimen, sin mencionar las tensiones raciales El Vicepresidente Dan Quaylie prestó juramento antes que Bush junto a su esposa Marylin. Quayle es el primer vicepresidente que es juramentado por una mujer, la magistrado de la Corte Suprema, Sandra Connor.
El presidente saliente Ronald Reagan estaba a la espalda de Bush durante la transmisión del mando pero no volvió a la Casa Blanca sino que fue directamente a la vecina Base Aérea de Andrews para tomar el avión que la conduciria a Los Angeles donde sus amigos le han comprado una mansión no lejos de los estudios de Hollywood donde gano su primera fama como actor de reparto.
Reagan abordó un helicóptero frente a las propias gradas del Capitolio, junto con su esposa Nancy, que no George Herbert Walker Bush, nuevo Presidente de los Estados ocultaba las lágrimas en sus ojos, mientras Bush, Quayle Unidos.
y sus esposas agitaban sus manos en despedida e infantes como guía la esperanza de un santo: En los momentos cru de marina en traje de parada le rendían honores de rigor por ciales, unidad. En las cosas importantes, diversidad. En toúltima vez.
das las cosas, generosidad. dijo.
Bush había iniciado la jornada con una misa en la Igle Soplan nuevos vientos, y la antigua acción bipartidaria sia Episcopal de St. John que queda al otro lado del Parque debe ser renovada una vez más. mis amigos Sí, mis ami Lafayette, que luego cruzó a pie para ir a la Casa Blanca a gos en la oposición leal sí, la considero leal les tien tomar el último café con Reagan.
do la mano porque esto es lo importante: Esta es la era de la Después de tomar posesión, Bush pasó al interior del mano extendida. declaró.
Congreso donde todos los legisladores de los dos partidos. Amigos míos, tenemos trabajo por hacer. Nos quedan Republicano y Demócrata, esperaban en una rotonda llena y los desamparados, perdidos y deambulantes. Nos quedan de estatuas que evoca los salones vaticanos y le dieron esos niños que no tienen nada, ni amor, ni normalidad en una ovación de pie.
sus vidas. Tenemos a todos esos que no pueden librarse de Le seguían en el desfile unos 12. 000 estudiantes con las adicciones que los esclavizan, sean las drogas o el las bandas de sus colegios y sus uniformes coloridos, un cheque de la Oficina de Bienestar Social o la desmoraliza carnaval de carrozas decoradas con símbolos, un viejo ación que domina los barrios pobres. Tenemos que conquis vión de combate similar al que piloteó Bush en el Pacifico ditar la delincuencia, la peligrosa delincuencia callejera. Tene rante la Segunda Guerra Mundial.
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