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2 Turismo. LA REPUBLICA. Martes 31 de enero de 1989 Kinkakuji, demostración de la grandeza de Kyoto.
Este templo es conocido también como Pabellón de Oro.
LAMADA la Ciudad de los Mil Templos. Kyoto fue capital de Japón, durante más de mil años.
Fue durante este tiempo que ella logró su brillo, que no obstante el paso de los años, sigue teniendo y la convierte en un imán para los turistas.
Inmersa entre lo imperial y lo turístico, Kyoto sigue prosperando al ritmo dinámico que lo hace el Japón. La floreciente industria de la seda fue factor que hizo engrandecer esta ciudad. Hoy día la industria se ha apoderado de su espacio, pero no ha podido robarle la verdadera esencia imperial, que muy celosamente guarda.
La artesanía de Kyoto es famosa la fabricación de delicados artículos de hermosa porcelana, los decorados en laca, el tejido de brocados y la fundición de objetos de bronce, son sólo alguna parte de la amplia gama de productos que pueden hallarse en esta porción de Japón.
Kyoto se ubica en la isla de Honshu y fue fundada en el año 704 de nuestra era, por el emperador Kammu que la fundó con la intención de que fuera la capital de Japón.
Durante 400 años la ciudad disfrutó de una brillante época de arte, arquitectura y otros campos.
Es ese brillo, único de encontrar en Kyoto, el que el turista se encuentra al recorrer ya sea la parte tradicional, llena de edificaciones al estilo oriental, con casas de madera y templos de estilo chino, o la moderna y cosmopolita de hoy.
El tiempo se detuvo La cara moderna de Kyoto, llena de acero, cristal y concreto.
KYOTO Entre lo imperial y lo moderno Boris Andrés Ramírez La grandeza imperial de Kyoto se mantiene, dando la sensación de que el tiempo se detuvo. Aquellos edificios más representativos de la ciudad, construidos durante el período Ashikaga (1138 1573. fueron los sitios preferidos de emperadores y shoguns. No obstante, en 1868, la corte imperial recuperó el poder que había perdido, debido a la gran influencias de los shoguns. por lo cual al año siguiente, el emperador Meiji le dio a Tokyo (antiguo Edo. el rango de capital del Imperio.
Pero esa hermosa magia de Kyoto se mantiene y el turista la respira al visitar el más famoso de los templos del lugar, el Kinkakuji. también llamado Pabellón Dorado. Tras caminar varios metros, inmerso en un bosque, los ojos del espectador se encuentran una fantástica construcción, en medio de un lago, con un intenso calor dorado, ya que está recubierto con láminas de oro.
Al visitar Sanjusangendo, templo que recibe, además, el nombre de la Sala de los Treinta y Seis Espacios, el turista podría admirar 1001 estatuas de Kannon (diosa budista de la piedad. Estas representan las diferentes virtudes femeninas de Buda.
Otro de los pintorescos templos de Kyoto es Nijo, el cual tiene foso y puente levadizo. El más elegante de los palacios es Katsura, construido hace 300 años. Sus líneas sencillas y la falta de decoración, le dan la apariencia moderna.
La pagoda más alta del Japón se localiza en Kyoto. Su nombre Yasaka ofrece una visión grandiosa de la época imperial de la segunda capital del Japón.
Pero al visitar Kyoto uno encuentra y descubre dos aspectos: el antiguo, lleno de misticismo, magia, toques imperiales y riqueza cultural el segundo la enorme urbe de acero y cristal, con los consiguientes problemas de congestionamiento y sobrepoblación, evidenciando el dinamismo de un pueblo, que desde la antigüedad viene evolucionando: Japón.
Kyoto no es sólo una de las muchas ciudades que se encuentran en la hermosa geografía japonesa, es algo más. Esta interesante ciudad es un símbolo vivo de un misticismo ue choca frontalmente con un desarrollo acelerado.
Boda tradicional japonesa. Ella con kimono blanco, que luego cambia varias veces y él con el traje tradicional, en negro.
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