Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
6BDOMINGO. LA REPUBLICA. Domingo de marzo de 1989 Por Forbes Stuart de Gran Bretaña Hoy Cajas de whisky escocés esperando su envio a los mercados mundiales, a finales del siglo XIX.
El mezclador de whisky requiere un sentido especial del olfato.
Dini a. Offer 00 NA WS Escocia descubre el secreto de whisky Un museo en que se narra la historia Viaje en un tercito en forma de barril. la salida una tienda que ofrece de todo CE rid Maqueta de una destilería de malta de las Tierras Altas, en el Scotch whisky Heritage Centre. mayo de 1988, abrió sus puertas al público en la parte alta de la Milla Real. Edimburgo, el Scotch Whisky Heritage Centre, cuya misión será la celebración de la perdurable gloria del usquebaugh. El agua de la vida. nombre del whisky escocés en idioma gaélico. bebida de renombre internacional.
Toda visita a este centro posee un carácter educativo y de distracción. En el sector dedicado a exposición se encuentra una demostración gráfica del proceso de fabricación del whisky, desde el whisky malteado a base de cebada, hasta las mezclas obtenidas al mezclar la malta con el mosto procedente de otros cereales. El visitante se ve envuelto en paisajes de cebada y turba, con olor a brezos en el ambiente y el silbar del viento en las parameras. En un programa audiovisual de siete minutos de duración, se pasa revista al proceso de elaboración del whisky. También puede contemplarse una maqueta funcional de grandes dimensiones de una destilería, en la que puede apreciarse el entero ciclo de producción, hasta las operaciones de embotellado y etiquetado de la bebida, lista para su exportación a todos los países del mundo. continuación, los visitantes entran en un vehículo eléctrico configurado a manera de un barril de whisky, que pasa lentamente por una serie de cuadros, en los que se reflejan los principales aspectos sociales e industriales de la historia del whisky escocés. Este trayecto de 15 minutos se halla envuelto en una rica atmósfera de sonidos y sensaciones típicos de más de tres siglos de historia, si bien, los origenes del whisky en Escocia e Irlanda están circundados por el velo del misterio.
El visitante escucha el mugir del ganado vacuno y el balar de las ovejas en las montañas de las Tierra Altas, mientras llega hasta él el olor de la turba quemada en un alambique doméstico, en donde un campesino de las Tierras Altas está destilando su propio whisky. El agua de fuente en la que pone a remojo la cebada ha pasado por turberas y corrido por rocas graníticas, que da al whisky malteado su sabor característico.
En otro cuadro aparecen los jacobitas (partidarios del rey católico Jacobo II) quemando la destilería de Ferintosh, porque su propietario, Duncan Forbes, había apoyado la causa del protestante Guillermo III y María II (su esposa) en 1688, fecha en que se transformaron en monarcas de Inglaterra, mientras Jacobo huía al exilio. continuación, el visitante contempla a la milicia siguiendo en la noche la pista de los destiladores ilegales.
Las fuertes contribuciones impuestas durante el siglo XVIII hicieron que apareciera un número aún mayor de destilerías secretas y fomentaron el contrabando del whisky entre las Tierras Altas, y las ciudades. En otro cuadro aparecen dos contrabandistas tratando de evadir la ley en el viejo Edimburgo.
El siguiente acontecimiento registrado dentro de la historia del whisky es el ocurrido en 1822, fecha en que el rey Jorge IV realizó una visita real a Escocia. Este fue la pimera vez que un rey había cruzado la frontera, desde que el hijo de María Estuardo, Jacobo Vi de Escocia, se convirtiera en Jacobo de Inglaterra, a la muerte de la reina Isabel en 1603. La visita fue organizada por sir Walter Scott. Para brindar por el rey, que iba vestido con falda escoces a el poeta y autor eligió, naturalmente, el whisky, bebida nacional de Escocia. Esta aprobación real trajo consigo importantes y duraderas reformas, con reducción de impuestos y el establecimiento de reglamentos preciso para el funcionamiento de destilerías aprobadas en las Tierras Altas. Para 1825, el número de dichas destilerías era de 263.
Como resultado de la expansión legal de la elaboración del whisky, las destilerías comenzaron a investigar métodos más rápidos y económicos de producción. Un alambique inventado en 1830 contribuyó a reducir considerablemente el período de destilación e hizo posible la obtención de un whisky de grano ligero y agradable al paladar. Dos decadas después, comerciantes de licores habían comenzado ya a experimentar con la mezcla de este nuevo whisky ra de grano con el whisky malteado tradicional y, algo más tar ha de, se estaban produciendo ya mezclas intrincadas de disJa tintos whiskies, de acuerdo con recetas secretas. Los mez ch cladores orientaron sus actividades hacia la exportación, qu concentrando inicialmente sus esfuerzos en la venta al conlo: siderable número de escoceses que había emigrado a Nortedie américa, Australia y Suráfrica. No tardaron mucho en comprobar que el whisky poseía un gran atractivo y, para finales del siglo XIX, el whisky escocés se estaba exportando a todas partes del mundo. Destiladores de malta emprendedores aprovecharon esta creciente popularidad de las mezlo clas para la exportación de sus whiskies a dichos mercados con maltas individuales.
En otro cuadro se contemplan los bulliciosos muelles, en donde los estibadores realizaban la carga de cajas de whisky en barcos listos a zarpar por todo el mundo. pesar del prohibicionismo introducido en los Estados Unidos (1917 1933. siguieron enviándose barcos enteros de whisky escocés a la línea costera de New Jersey, en donde los contrabandistas contaban con pequeños botes para trasladar el licor ilegal a tierra firme.
Nos estamos acercando ya al final de este interesante trayecto a través del tiempo. Nos hallamos ahora en 1945 y un soldado americano está celebrando el final de la segunda guerra mundial con una botella de whisky. Al igual que muchos otros americanos, había vuelto a descubrir los placares del whisky escocés durante su estancia en Europa.
Alentados a exportar, los mezcladores de whisky no tardaron en aprovechar esta oportunidad para volver a enviar sus productos a través del Atlántico. Durante los últimos 40 años, las exportaciones de whisky a todas partes del mundo han florecido, habiéndose establecido nuevas destilerías de malta y grano, mientras que las ya establecidas se veían forzadas a ampliar sus instalaciones para dar satisfacción a la demanda.
Esta gira histórica del whisky escocés concluye con el escocés sir Harry Lauder, renombrado comediante y escritor de canciones, quien canta las virtudes del usquebaugh. su salida, en una bien surtida tienda, se venden numerosas marcas de whisky malteado y de mezcla en botellas de diversos tamaños.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.