2B DOMINGO. LA REPUBLICA. Domingo 23 de abril de 1989 TINUAL AUDI 7 Free!
COP process ilable in ratou LD OF SECTS ENNUSTEET SALU ST MINUT WEEY NWEEK BIS A News TAP Otros tratan de esconderlos. Blanco de lectores implacables. Periódicos expuestos a fallas The New York Times as OLCXXXII NEW YORK SUNDAY, JULY II ONE DOLLAR CONGRESS SUSTAINS DOMESTIC SPENDING IN ITS BUDGET PLAN MOSCOW APPROYES ENIGRATION VISAS FOR PENTECOSTALS UNK TO MADRID TALK SEEN Resad Estates for Year Corta No furthe Cute Sowet terus Semua Bed to improve Hace pocos días, con ocasión de la muerte del director de un famoso museo de Nueva York, su amigo del alma escribió al New York Times para protestar: la convivencia de larga data de los dos hombres no estaba mencionada en la nota necrológica. El diario publicó la corrección.
La mayor parte de los errores se descubren a través de cartas de los lectores, especialmente los directos interesados: las fotos con epígrafes equivocados y los errores en los cargos en las empresas son fuentes inagotables de protestas.
Hombres de negocios, científicos y políticos están entre los escritores más activos de cartas de corrección. Los artistas y los deportistas parecen, en cambio, mucho más tolerantes sobre los errores en sus temas.
Los lectores más formales señalan errores de variados tipos: gráficos con los porcentajes equivocados, desviaciones geográficas, insensateces científicas.
Los errores son admitidos por el New York Times sin reticencias y sin excusas y, cuando es posible, se trata de explicar la razón de la equivocación cometida.
En los casos más graves, cuando el diario ha cometido una falta realmente gruesa y se temen consecuencias legales, es su propio director quien firma la correción, en un recuadro aparte. Un tipo de error que provoca cartas incendiarias es el de los horarios en los espectáculos teatrales afirmó un redactor del diario porque delante de las boleterías se producen escenas de verdadera guerrilla urbana y los administradores de los teatros no nos perdonan. veces, los errores son clamorosos: un titular de primera página, pocas semanas atrás, sobre la masacre de los oficiales polacos del bosque de Katyn durante la Segunda Guerra Mundial, localizaba la región en una nación equivocada.
El 12 de febrero último, el New York Times se equivocó en la causa de la muerte del actor James Dean. Pocos días después apareció la inevitable corrección: se trató de un accidente carretero y no de una enfermedad.
El de abril último en un artículo en tercera página dedicado a los funerales de la última emperatriz de Austria, la casi centenaria Zita, el New York Times escribió que la víctima del histórico asesinato de Sarajevo había sido Francisco Rodolfo. La corrección apareció una semana después: se trataba del archiduque Francisco Fernando.
Por Cristiano del Riccio de ANSA Said to Weigh 40 Increase In Military Funda for Latin Allies House Panel Set to Hear Charges Of Police Brutality to City Blacks Floods Along Colorado River Set Off a Debate Over Blame UCHOS diarios tratan de esconder sus errores. El New York Times los publica, destacados, en la tercera página. La vitrina de los horrores cotidianos del famoso diario, una sección fija titulada corrections. está entre las notas más interesantes y variadas del periódico newyorkino.
Es un universo impredecible y democrático, que no hace distinciones entre vivos y muertos, entre pudientes y menesterosos, entre buenos y malos. Los lectores más implacables son los de la necrológicas. confiesa un redactor del diario. Los familiares y amigos de los difuntos no están dispuestos a tolerar la más mínima imprecisión sobre el desaparecido.
Es la última ocasión para rendirle homenaje, una especie de lápida eterna.
Reduced Levels of Dioxin Found in Michigan Fish INSIDE EL NEW YORK TIMES DESTACA SUS ERRORES El New York Times es uno de los pocos diarios del mundo que corrige, a veces, sus errores el mismo día en que se publican. La sección científica de hoy identifica de manera incorrecta a una especie de pingüinos. comenzaba una reciente corrección. La explicación es simple: muchas secciones del imponente número dominical son impresas con varios días de anticipación y eventuales errores pueden, de esta manera, ser corregidos en la sección principal del diario, que se imprime el sábado por la noche.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.