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14 LA REPUBLICA. Viernes 30 de junio de 1989 Foro Lucha contra los males sociales derivados del alcohol y drogas de la política La situación creada en nuestro país por el excesivo consumo de alcohol y los problemas que constituyen la drogadicción, son objeto de análisis por las apirantes a primera dama de la República, Dra. Kira de la Rosa de Castillo y doña Gloria Bejarano de Calderón. Asímismo, por la Dra. Irma Morales de Flores, experta en ciencias sociales, directora de la Junta del Instituto sobre Alcoholismo y profesora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica.
Consideran que debe darse una lucha frontal contra el alcohol y las drogas y que debe impulsarse la unión de la familia y el diálogo entre jóvenes y alultos. Durante una visita que realicé hace ya varios años a un hogar de rehabilitación, un joven de pantalón corto y cabello a rape, con la mirada profunda de un hombre que ha vivido demasiado, que ha visto mucho, pero con la voz juvenil de aquél que apenas está dejando la adolescencia, sentenció frente a mí: Señora, no crea que por su posición económica y social, sus hijos están a salvo del problema que me trajo aqui.
En este momento, y por primera Gloria Bejarano vez, me sentí realmente amenazada de Calderón por el problema de las drogas. El, claramente, sabía lo que decía; sabía por experiencia propia de lo que hablaba; y durante su breve exposición, con palabras sencillas, habló de su soledad, de su abandono, de su caida a los niveles más bajos de la degradación humana; su adicción, su miseria, su inmenso dolor; y de cómo, él llevó a muchos otros jóvenes, a ser parte de ese mundo de desesperanza y de terror. partir de entonces, he pensado una y mil veces, cómo proteger a mis hijos y a miles de muchachos que están expuestos día a día al consumo de drogas y de alcohol. Cómo advertir a aquellos campesinos que por necesidad, hoy siembran marihuana donde antes cultivaban arroz y frijoles; de que ese beneficio inmediato les puede acarrear desgracia y dolor para su familia.
Cómo señalar ante tantos seres humanos las consecuencias y la reponsabilidad tan grande que asumen al traficar y consumir drogas; y cómo hacerle ver a los padres de familia que sus hijos se sienten solos, necesitados de una palabra de aliento, de un beso, de un consejo que les transmita seguridad para no caer en el consumo de drogas.
Consciente soy de que realizar una acción efectiva para detener un poder tan grande como el desplegado por el narcotráfico internacional, es una labor que parece imposible. Pero yo creo en el pueblo de Costa Rica, en sus valores y tradicciones, en su deseo de superación, en su capacidad y honestidad. Por eso, debemos hacer un esfuerzo nacional, informary capacitar a nuestra gente; y que todos y cada uno de nosotros nos convirtamos en trabajadores de una misma causa: terminar con el consumo y el tráfico de drogas en nuestro país.
Durante la semana del 12 al 17 de junio nos dimos a la tarea de informar a muchos del riesgo en el que crece y se desarrolla nuestra niñezyjuventud; asimismo conocimos más de los esfuerzos que hacen entidades públicas y privadas y de la gran necesidad que tenemos de coordinar acciones y aunar esfuerzos para que los frutos del trabajo de tantos se cristalice en una Costa Rica libre de vicios. El reto es grande, y la responsabilidad es de todos; por ello, debemos de prepararnos, con la esperanza de que, a corto plazo, podamos desplegar en Costa Rica una acción mucho más amplia y decidida en el campo de la prevención, con la participación de todos.
Sin desplazar las funciones que le son propias a la misma familia, teniendo en cuenta, como puntos cardinales: el respeto a la persona humana, la solidaridad, la búsqueda del bien común y de la justicia social, más los subsidios del Estado, se debe impulsar la regionalización, la incorporación de movimientos de voluntarios, el mejoramiento de la educación, el desarrollo de los deportes populares y el sano entretenimiento de la familia costarricense. El fortalecimiento del núcleo familiar, como base de nuestra sociedad, es vital para la conformación de una sociedad con principios éticos, morales y religiosos, libre de vicios, educada para el trabajo y la superación. Los socialcristianos ponemos a consideración de todo el pueblo costarricense, una serie de ideas y programas, resultado de un estudio profundo de nuestrarealidad nacional, convencidos de que la prevención es la mejor arma contra los problemas de índole social, político y económico.
Desde hace más de años está en la Asamblea Legislativa el proyecto para promulgar el Código de Alcoholismo que, de habersalido, hubiera dado medidas oportunas para contener la escala de alcoholismo que dado medidas oportunas para contener la escalada de alcoholismo que vive el país. Cada día aumenta más este tipo de bebidas y el uso indiscriminado del alcohol en las fiestas; y la forma clásica como se ha entronizado su uso de tal manera que no hay actividad social, en ningún Dra: Irma Morales nivel, donde el alcohol no tenga de Flores preponderancia. Si lo vemos así y entramos al hogar, nos damos cuenta de que es allí donde se aprende a beber.
Hay un hecho que se ha reflejado en esta última década y es que, en las casas nuevas, de cierto poder económico, en lo primero que se piensa es, en qué esquina de la casa se va a colocar el bary hecho esto, se le anuncia a sus amigos como un buen suceso su establecimiento.
Ahora bien, como en los mismos hogares se sirve licor, se le da a los niños como si se trátase de leche, y éstos aprenden a servir licor a la par de sus padres. Naturalmente, entonces, que las consecuencias las tenemos a la vista: muchos hogares destruidos, divorcios, separaciones, niños abandonados, madres solteras. Casi no se puede mencionar un problema social, que no tenga algo que ver con el alcohol.
Soy presidenta de la Asociación Nacional de Alcohol y Drogas y nuestro esfuerzo se encamina hacia el logro de una educación popular, y no sólo formal porque hay mucha gente que no está cerca de este tipo de educación.
Vamos a comenzar en octubre próximo una campaña por radio dirigida sistemáticamente a la familia orientada a los problemas de alcohol y de alcoholismo. Creo que existe un gran esfuerzo nacional por atacar el alcohol y la drogadicción. Desde 1955 Costa Rica marcha a la vanguardia en esta lucha al crearse la primera Comisión Nacional de Lucha Contra el Alcohol, que me correspondió presidir.
Luego se han redoblado esfuerzos al crearse el Instituto sobre Alcoholismo y Drogas y hay grupos privados que dan la batalla en este campo, con la participación, en algunos casos, de alcohólicos rehabilitados. Pero, a pesar de todo esto, el problema es tan grande, que todavía vemos alcohólicos tirados en la calle.
El Seguro Social y el Consejo Nacional de Drogas se pusieron de acuerdo para autorizar a los hospitales a que reciban enfermos en crisis, cosa que antes no se daba y es uno de los logros más grandes en este campo.
Tenemos que reforzar programas de educación formal, desde la escuela primaria, para que el niño entienda que el alcohol es una droga como cualquiera otra y que causa consecuencias tan graves como las que conocemos.
Ahora se ha hecho un esfuerzo mayor por darle al Instituto sobre Alcoholismo más fondos para el tratamiento de más pacientes, pero ello no se puede, dada la magnitud del problema.
Hacemos esfuerzos con otras drogas mediante la creación del consejo nacional respectivo en coordinación con el Ministerio de Gobernación, sin embargo es bueno señalar que, el problema del alcoholismo es superior al de todas las drogas juntas, en nuestro medio. Qué se puede hacer? Tenemos que reforzar la vida en familia; el diálogo entre los jóvenes y adultos; mayor y mejor recreación para todos y programas de divulgación muy amplios para que la gente esté alerta al peligro de las drogas. Me he referido aquí a aspectos sociales, sin entrar en lo económico, el que todos conocemos por la gran destrucción que causa el gasto que nuestro pueblo hace en bebidas alcohólicas; sin contar las horas hombre que en el campo del trabajo se pierden por las bebidas alcohólicas y aparte de esto, los accidentes laborales y de tránsito.
En síntesis, lo que nosotros queremos, es fortalecer la espiritualidad de la vida en familia, ya que el alcohol y las drogas conducen a su destrucción física, moral y espiritual.
No podemos considerar como bien organizada una sociedad si a todos sus miembros no se les brindan los cuidados y las oportunidades para su adecuado crecimiento físico y espiritual. Toda acción tendiente a la promoción de la niñez debe partir de la familia; la cual no sólo ha de ser fortalecida con instituciones jurídicas y valores morales, sino también con la atención eficaz de sus necesidades básicas como lo son, el empleo, la vivienda, la salud, educación y Kira de la Rosa creación.
de Castillo La familia es el ámbito normal de desarrollo y, como bien nos lo ha dicho Su Santidad Juan Pablo II, constituye la primera comunidad hecha posible gracias al empleo.
En los últimos años de la década de los 70 al presente, las convulsiones del sistema social han afectado a nuestra familias y a nuestras comunidades; el costo de la vida, el desempleo y las necesidades de vivienda han generado un aumento de las desigualdades sociales, han provocado un resquebrajamiento de la unidad familiar y han propiciado una mayor vulnerabilidad psicológica de nuestros niños y de nuestros jóvenes.
En mi formación médica, juré salvar y curar la vida de las condiciones infrahumanas de sus máximas condiciones precarias, del abandono, de la orfandad afectiva, del alcoholismo y de todas las drogas.
Como costarricense comprometida con los más altos ideales de mis conciudadanos, sumo a mi condición profesional la tarea de alcanzar, cada vez más, una mejor distribución de los bienes, una mejor justicia social, mejores oportunidades de trabajo honesto y digno, y todo lo que hace que el hombre y la mujer, los niños y los ancianos, puedan llevar una vida verdaderamente humana.
El doloroso problema del niño abandonado; del alcoholismo, y de la droga, es profundo y complejo, por esto, jamás debe ser de exclusiva competencia de una comisión ad hoc, sino de un programa nacional permanente; y también de una actitud y de un compromiso de todos.
Nuestra gran tarea debe concentrarse en la obligación de dignificar a nuestros niños, de reivindicar al alcohólico, de rescatar y rehabilitar al drogadicto, de abogar por la integración familiar, de promover nuevas fuentes de ingreso.
Unidos por este afán de dignificación, haremos de la solidaridad costarricense el más fuer te cimiento de una Costa Rica más justa, más humana, en la cual, entre otras cosas, sea posible: a) la reforma de las leyes que rigen la protección para el niño, a fin de que se extienda desde el momento mismo de su concepción. b) el establecimiento de unidades cantonales que integren todos los programas existentes, en beneficio del niño; con la participación del Estado y de las organizaciones sociales interesadas. c) La protección a los niños de madres solteras, a las cuales se les debe capacitar para que encuentren medios propios y dignos de subsistencia. ch) El apoyo subsidiario del Estado a los hogares carentes, permanente o transitoriamente, de recursos para atender al menor. d) La prevención del maltrato, del abandono y del abuso de los niños.
Sólo con la participación de todos, con el análisis integral debido de la situación y del conocimiento cabal de las causas, lograremos detener la lamentable cadena de desunión familiar, del abandono, del riesgo social y de los vicios.
Cumplamos todos con esa hermosa misión humanitaria; demos un rutundo sí a la protección de la vida; y demos también un sí a un futuro común lleno de esperanza.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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