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ski Editorial EDITORIAL APUNTES DE LALO LIBERACIÓN HABLA DE RUPTURA DE DIALOGO 2 DIGALE LA UNIDAD QUE AUN SIN DIALOGO SEGUIREMOS DISCUTIENDO Centroamérica y la comunidad caribeña PUSC PLN Con gran visión de futuro, los cancilleres centroamericanos han optado por una política de acercamiento con las naciones del Caribe insular.
below AL DIA El huidizo consenso Nos cuesta entender que el acuerdo de voluntades es necesario si queremos solucionar los difíciles problemas que nos trajo este fin de siglo.
RODRIGO FOURNIER para las esde que se inició la crisis en la década pasada, los costarricenses hemos sentido la necesidad de que los partidos encuentran áreas de coincidencia en ciertos aspectos fundamentales de la actividad estatal, entendida ésta como la dirección suprema de nuestra sociedad, no porque tengamos una concepción ingenua, pintada de rosado, de lo que es el áspero ejercicio del poder, sino por la complejidad de los problemas que nos ha traído este fin de siglo. Si no hay, por lo menos, una perspectiva común, las dificultades continuarán sin solución. El repertorio de coincidencias puede ser pequeño. Los políticos necesitan el debate y la disputa. Nadie les pide que renuncien a su pasatiempo favorito. Algunos de ellos son hombres de talento poco común. Estamos seguros de que tienen plena conciencia de que la reforma del Estado, por ejemplo, sólo podrá realizarse en virtud de una coincidencia de voluntades políticas. Sería un error que el Gobierno desprecie ahora el apoyo de la oposición que hace algún tiempo buscó, ni que Liberación Nacional considere que todas las decisiones de quienes ejercen el poder le deben ser consultadas. Ambos, oposición y Gobierno, deben comprender que sobre los partidos está el interés del país y que no nos podemos dar el lujo de aplazar soluciones, hasta que los líderes políticos dejen de enseñarse los dientes. Lo más sensato es mantener abiertos los foros de discusión y diálogo.
ace mucho debió establecerse este diálogo, que puede beneficiar a nuestros pueblos en una época de relaciones globales. Lo que la geopolítica separó durante siglos, es necesario hoy conjuntar en aras del progreso.
Si bien se ha de reconocer el liderazgo de Honduras en este proceso, lo cierto es que la Cancillería costarricense no se ha quedado atrás en sus esfuerzos por vincular a dos regiones tradicionalmente aisladas la una de otra. El mérito de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto no está en lo novedoso que el último acercamiento ha resultado (es la primera vez que centroamericanos y caribeños se reúnen formal mente, en un marco político creado de manera específica para desarrollar agendas de cooperación. Más bien, radica en la capacidad de nuestros diplomáticos de aprovechar esta positiva coyuntura diseñada por el Presidente Callejas y su Canciller Mario Carías, para ampliar y fortalecer la reconocida vocación latinoamericanista del Ministro Bernd Niehaus, que antecede en muchos años sus aspiraciones a ocupar la Secretaría General de la OEA.
En efecto, junto con Gonzalo Facio, el actual Canciller de la República, se cuenta entre los más reconocidos defensores de la diplomacia hemisférica de Costa Rica. Una diplomacia que vino muy a menos a partir de 1982 y que, incluso en los momentos de mayor brillantez del gobierno del Presidente Arias Sánchez, lució muy desdibujada ante la obvia prioridad que las últimas dos administraciones atribuyeron a sus relaciones con los EE. UU. y la Comunidad Europea.
La importancia de este encuentro con el Caribe es política más que económica. Ya se ha comprobado que la posibi.
lidad de ampliar sustantivamente los nexos comerciales con la comunidad isleña es, en el mejor de los casos, reducida, y en el peor de ellos, ilusoria. La ausencia de comunicaciones ágiles y directas entre las islas y Centroamérica (zrecordamos el fracaso de NAMUCAR. la estrechez de los mercados, la similitud de productos de exportación y la evidente carencia de redes de apoyo tanto culturales como diplomáti cas, vuelven sumamente difícil el establecimiento de un gran mercado circuncaribe que pueda ser ventajoso partes.
Sin embargo, de cara a la formación de bloques en donde unos pocos países se han ido convirtiendo, como lo demuestra el Grupo de Río, en los rectores de las relaciones políticas de América Latina, la unión de CentroaLa República Jorge la mérica y el Caribe resulta de importancia estratégica. Es urgente contar con un contrapeso que impida que las agendas de los grandes se vuelvan hegemónicas en detrimento de las legítimas aspiraciones de los demás pueblos del continente.
Ello se vuelve aún más perentorio ante la evidente incapacidad de los mecanismos panamericanos, incluida la OEA, para enfrentar, en el marco de un entendimiento regional equilibrado, los grandes retos que el sostenimiento de la paz demanda.
La llama de esperanza que se ha en cendido en San Pedro Sula nos llena de entusiasmo y la avivaremos con ener gía. Ojalá podamos verla irradiar lumi nosos destellos de integración muy pronto.
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