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Lunes 3de Agosto de 1992 LA REPUBLICA 19A Debate Bibliotecas ACTUALIDAD Genera HEMEROTECA Biblioteca Una crítica al Presidente de la República por sus declaraciones en España, así como un cuestionamiento sobre el devenir de la democracia, son los temas con los que iniciamos la semana. Mariana Lev MCTD leur LUIS GUILLERMO SOLIS RIVERA Politólogo. Historiador Calderón: ni Natura ni Salamanca vez. Logró cosas increíbles que no se pueden negar, pero destruyó cualquier posibilidad de construir un sistema de vida, fundamentado en el marxismo, que sirviera al desarrollo de todos. Su esquema creado con la complicidad posiblemente inocente de Lenin, quien dio alas a ese genio demonio que embrujo al pueblo soviético, de terror y de control centralizado de la vida en todas sus dimensiones, materiales y espirituales perduró hasta que explotó visceralmente, desde adentro. El stalinismo destruyó, contradictoriamente, las posibilidades de construir sociedades desarrolladas con base en el socialismo. Para los que creemos que el planteamiento marxista es de todas formas insuficiente y hasta errado en algunos aspectos medulares, el asunto no representa gran pérdida, excepto en el hecho de que sembró la autoexclusión de un planteamiento que de una forma u otra es importante para el mismo juego democrático, pues servía para contrastar ideas más liberales que contribuyeran a resolver el laberíntico proceso del desarrollo socioeconómico social e individual, al que los seres humanos de buena voluntad han de contribuir y al que todos aspiramos para nosotros y nuestra descendencia. Hoy en día y con ligeras excepciones, hasta los más recalcitrantes y perturbadores izquierdistas, se han metido al closet y hasta en muchos casos renegado de su ideologia. Tienen miedo a ser perseguidos y, como en la época de Stalin, rechazados, humillados y excluidos de la actividad política y socioeconómica; la democracia imperfecta como es, no es todavía lo tolerante que debiera ser; duda de su misma esencia y de la fuerza que aquella emana. Esto lamentablemente y en largo plazo no le sirve a nadie, pues atenta contra la misma naturaleza de la democracia, como lo hizo Stalin con la utopía marxista.
Hoy en día se plantea la posibilidad de lograr el desarrollo socioeconómico entendiéndolo como aquel esquema que hace posible y facilita la satisy facción de las necesidades materiales y espirituales, individuales y sociales, de los seres humanos que viven y vivirán con base en la idea de construir macroeconomías eficientes con la aplicación de las leyes de la oferta y la demanda, de la llamada economía de mercado. El planteamiento es interesante y tiene fundamento, pero es insuficiente, pues el logro del crecimiento económico cuestionable su logro además en virtud del orden económico vigente y a la cada vez más delicada problemática ambiental, no necesariamente viene aparejado por el desa rrollo, que implica esquemas redistributivos mínimos, imposibles de lograr a través de los esquemas económicos actualmente en boga, desnaturalizados, además, por el orden económico internacional vigente y la incapacidad del mercado, de por sí solo manejan adecuadamente la problemática ambiental. El mercado carece de espiritualidad y cualquier esquema que carezca de ella es insuficiente para lograr el desarrollo; de allí que el apego a lo mate rial, a producir y consumir conspicuamente, no deje más que una momentánea sensación de satisfacción, una euforia, mucho desperdicio y mayor contradicción social. Si el centralismo democrático y la pla nificación centralizada de los soviéticos no funciona, y si la eficiencia económica con base en el mercado y la democracia electoral es insuficiente, que nos queda? He allí el dilema universal, que de no resolverse podría degenerar en consecuencias funestas, en una o dos generaciones más. La respuesta no es fácil y el que la tuviera sería genial.
La República Jorge illa CARLOS MANUEL ECHEVERRIA Ex Viceministro de Planificación en as desafortunadas declaraciones de don Rafael Angel Calderón en España me acongojan. Pese Ja que los costarricenses estamos acostumbrados a escuchar, con penosa frecuencia, las mentiras de quien nos gobierna; y que las repita aumentadas en el exterior me preocupa por lo mal parado que deja al país. Debería el señor Presidente tranquilizar su obsesivo afán de desprestigiar a don Oscar Arias y dedicarse a gobernar, que es, al fin de cueny tas y aunque él a veces no lo tenga muy claro, la tarea para la cual fue electo.
Si ofensiva y equivocada es la comparación que hace don Rafael Angel entre Perú y Costa Rica, entre don Alan García y don Oscar Arias, ésta es comprensible. El Presidente es un político acostumbrado a las apuestas; juega duro; es dilecto discípulo de aquella vieja escuela de los años cuarentas que utilizaba el poder como un fin en sí mismo. Me duele eso sí que el primer mandatario de mi país parezca ufanarse de ser una versión vernácula de Alberto Fujimori. Francamente a mí don Rafael Angel siempre se me ha parecido más a Dan Quayle que al dictador peruano, pero de todas maneras, si fuera él, buscaría emular a una figura que tuviera mejores referencias.
Así pues, en cuanto a esta primera aberración calderoniana, que sean las cifras las que desmientan lo que el Presidente ha afirmado. Podrán economistas y sociólogos, médicos y trabajadores sociales, explicar al país y al mundo mejor que yo, quién es el culpable del empobrecimiento de Costa Rica, del desplome de sus índices de salud, del aumento del desempleo y de la caída estrepitosa en la calidad de la vida. Además, el juicio definitivo sobre este asunto lo hará el pueblo dentro de un año y nueve meses, y estoy seguro que será contundente y aleccionador.
Lo que sí me molesta, como ciudadano y como historiador, es que don Rafael Angel exprese que en estas tierras, a la llegada de los españoles. no había aborígenes. Ni mi hija que está en primer grado se atrevería a decir semejante barbaridad.
Nadie está obligado a lo imposible, ni siquiera el Presidente de la República, pero saber rudimentos de historia patria es en este caso algo que uno supondría obligatorio en quien, supuestamente, tiene que tomar decisiones bastante importantes para el futuro del país.
Lo más grave de todo es que este desliz presidencial, a diferencia de la comparación arriba señalada, revela una condición mental, no una decisión política fríamente calculada. Es decir, es ignorancia de verdad; ignorancia que, cuando yo era pequeño, se calificaba con un cero en el cuaderno de vida. Qué tristes, qué justificadamente indignados, tienen que sentirse los descendientes de Garabito y Pablo Presbere, de Cocorí y de Nosara, por tan grande e insólito desconocimiento presidencial!
Dice el refrán popular que lo que Natura non da, Salamanca non presta. Ciertamente, aquí ni dio Natura ni prestó Salamanca.
La democracia la encrucijada a caída del comunismo en Europa ha sido verdaderamente impresionante, se derrumbó todo castillo de naipes. Cuando estudiaba economía soviética en 1976, en la Universidad de Harvard, con el profesor Edsey Domar, cocreador del famoso mo delo de acumulación Harrod y Domar, comprendí que la tesis del Dr. Domar, de que el sistema comunista, autoritario y de planificación centralizada no sobreviviría muchos años, era correcta.
Sin embargo, jamás pensé como creo que nadie lo hizo que la caída sería tan estrepitosa y que desencadenaría fuerzas como las que ha desencadenado.
Conocí varios de los países comunistas, incluyendo la Yugoslavia de Tito, hoy deshecha y desangrándose, pero en su tiempo sui géneris, con su sistema de planificación descentralizada, socialista al fin, pero tomando prestados importantes elementos de la economía de mercado. Hungría, Rumania Albania y la Unión Soviética fueron algunos de los países que también visité y en los que, como representante oficial, tuve la oportunidad de tratarme con la nomenclatura burocrática y por supuesto darme alguna que otra escapadita para conocer lo íntimo de la sociedad, lo popular. Ello me permitió apreciar, por un lado, la doble cara del marxismo leninista stalinista y, por el otro, el enorme bagaje cultural de esos países.
Stalin fue sin duda alguna un genio y, se podría decir, si el demonio existe, un ser endemoniado a la Las opiniones vertidas en los artículos de la página Debate son independientes de la línea editorial de este periódico y son responsabilidad exclusiva de sus autores.
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