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16 La República 24 de marzo En Turrialba se puede admirar uno de los jardines tropicales más hermosos, hecho y din gido por la joven señora doña Georgina Orlich de Rojas. Varias manzanas de terreno y cuato jardineros de tiempo completo cuidan de las numerosas plantas en que unas se destacan por la belleza de sus flores o de sus hojas aunque no Horezcan, todo dispuesto con arte y maestría, pudiendo admirarse los límites de heliconias de varias formas, árboles florecidos, crotos de grandes hojas amarillas o rojas, palmeras, sin faltar las orquídeas. Tener la oportunidad de visitar este jardin es trasladarse a un paraíso de encantamiento.
Un gran jardín verde verde es el que rodea la residencia de doña Vicky Orlich, y fue creado para no interferir con la hermosa vista de San José en primer plano y un fondo de montañas y volcanes. Tres manzanas de terreno de esmeralda, en la Colina de San Rafael de Escazú, a donde llegan los vientos del paso de la Palma.
Un seto de mirtos lo rodea, y el portón de ingreso está flanqueado por milenarias rocas naturales.
Escalonia florecida, en el jardín de doña Olga de Trejos.
En Costa Rica: Jardines de película Myriam Francis Especial para La República el primer jardin que oímos hablar ha sido el tamoso jardin del Edén.
con su árbol del bien y del mal y su primera pareja. después han seguido, a través del mundo, a través de los tiempos, jardines que aún son leyenda por la belleza que fueron y algunos lo son todavia: los jardines colgantes de Babilonia, los de Moctezu ma en México, los de los árabes en el sur de España, los inigualables jardines de rosas que pudimos admirar en Asia Central, especialmente en Samarcanda, los de los palacios italianos plantados hace cientos de años y que se conservan y se cultivan cuidadosamente como en los tiempos en que eran solaz de principes y de cardenales, como los de la Mortola, Isola Bella en el lago Maggiore, de las Villas Lante, Monastero, Melzi, Boboli en Florencia, con sus estatuas, pérgolas, albercas, escalinatas y juegos de agua, villa Carlotta prácticamente cubierto de azaleas. No hay que olvidar los jardines de Versalles ni los del Vaticano y otras residencias reales, y tampoco los jardines japoneses algunos formados sólo por piedras y arenas. Roberto Burle Marx, brasileño, ha sido el creador de un tipo de jardin muy personal, dando énfasis a las plantas tropicales y usando grandes manchas de plantitas de color Entre los jardines más bellos, si no el más.
de los Estados Unidos, figura Longwood Gardens, en Pennsylvania, cedido por su propietano el señor Pierre Dupont (1870 1954) al Estado y que es visitado anualmente por cientos de miles de personas. Está dividido en el jardin italiano, el jardin tropical, jardin de rosas.
invernadero de orquídeas, biblioteca, un conservatorio donde se efectúan conciertos, conterencias y actividades sociales para beneficencia En un área de mil acres está el Fairchild Tropical Garden, en la Flonda, creado por un militar retirado, ya fallecido, el Coronel Robert Montgomery, tiene una grandiosa colección de palmeras con más de mil especies, coniferas, plantas tropicales diversas y un gran número de lagunas artificiales que dan trescura al ambiente En Canada, es célebre el jardín Buthchard, al que diera inicio una sencilla ama de casa sin ningún conocimiento de horticultura, pero con un increible amor por la naturaleza Estaba casada con el ingeniero encargado de una planta de cemento y vivía junto al sitio donde se extraia la cal Cuando este elemento se agoto.
quedó una inmensa cavidad de paredes pela das La dama las tue cubriendo de enredaderas y pequeñas plantitas, y luego gracias a su interés, al intercambio con botánicos de todo el mundo, a su sentido artistico, transformó el vasto terreno en una verdadera maravilla de color y de armonía y que sus hijos explotan como una empresa, visitada por innumerables personas En nuestro pais. guardando las debidas distancias, se han hecho jardines particulares que merecen la admiración de propios y extraños. No hay un estilo que podría llamarse tipico, sino que se hacen siguiendo el gusto y las inclinaciones de sus dueños El verdadero jardin tipico vendria a ser un conjunto de plantas de toda clase y tamaño sembradas en un área grande o pequeña, pero sin el menor orden ni concierto Un ejemplo que todos podemos apreciar es el pequeño trangulo de tierra al lado este de la estación del terrocarl al Atlántico, en que se ven arboles arbustos. matones, geranios, rosas, margantas, algunas matas de maíz, algunas de ruda fior de muerto, etc. puestas sin ton ni son Por su clima y la teracidad de sus tierras, Costa Rica cuenta con una extraordinaria vanedad de plantas no sólo autóctonas sin de otros lugares lejanos y que se han aclimatado magnificamente. Las vemos no sólo en los patios y jardinillos de todo el país, sino tormando parte de otros, verdaderamente suntuosos, que son or gullo de sus dueños y ¿por qué no? de todos los que amamos la naturaleza Un recuento somero nos permite recordar al caballero inglés don Carlos Lankester, cuyo jardin, ampliado, pertenece ahora a la Universidad de Costa Rica, el descubrió y clasificó orquídeas que llevan su nombre, además importo numerosas variedades de otras plantas, por ejemplo, esos hermosos linos blancos que florecen con las primeras lluvias de mayo, traídos de Uganda. Africa El jardin de doña María Eugenia Jiménez de Roy, es de una belleza imponderable. La entrada no más nos maravilla y encanta: buganvillas Más de cien mil guarias florecieron en un jardín, y existen jardines sofisticados, uno de los cuales fue tomado en cine por personeros de Longwood Gardens de Añosos higuerones, guanacastes, manos de tigre, palmas, siccas, helechos, aráceas, rafias, rayos de luna y muchas más, en todos los tonos de verdes intensos, claros, tiernos, oscuros, apenas con alguna pincelada del azul de las hortensias. Es quizá, o sin el quizá, el jardín más original que hayamos admirado.
También en Turrialba doña Lydia Troyo de Carazo mantiene un bello jardín en el que curiosamente florecen hortensias azules, procedentes de zonas altas y frías.
En la parte alta de Heredia posee don Alfonso Jiménez Alvarado un hermoso predio en el que reúne ejemplares que ha ido trayendo de diversos países, como Estados Unidos y Sur América especialmente. Tiene una linda colección de camelias de los más variados colores, además de orquídeas, ginger amarillo (maracas) aves del paraíso, bromelias, así como las lilas (syringa vulgaris) que florecen al despuntar la primavera en los países nórdicos después del sueño invernal, y aquí en nuestro trópico ha logrado verlas en flor.
En Alajuela es bien conocido el jardin de Ana María Rodríguez, quien ocupa la mayor parte de su tiempo dirigiendo el cuido de centenares de suculentas, crotos, helechos, enredaderas, etc. todo dispuesto con exquisito gusto.
Doña Olga de Trejos es una entusiasta de la floricultura, habiendo traído plantas del extranjero, como la escalonia de Guatemala; representantes de Longwood Gardens que suelen visitarnos en busca de plantas exóticas, tomaron películas de su jardín para mostrarlas como ejemplo de un jardin bien planeado.
Las colecciones de azaleas de doña Olga de Echandi en sus jardines en San José y Coronado son las más completas, una de estas de color lila, lleva su nombre.
Una muestra del jardín tropical es el de dona Carmen María Pinto de Montealegre, en que destacan bellísimos ejemplares de grandes hojas.
Merece un párrafo especial el jardín de guarias de la finca Cocaleca, en Palmares, en que el dueño, Javier Solórzano Murillo, logró, a partir de dos matas que se halló tiradas en el monto y que logró revivir y multiplicar, llegando hasta sumar varios miles. El año pasado tuvo una floración de siete mil ramos de las moradas y mil de las blancas; calculese de diez a quince flores por ramo, y se tendrá una idea de lo que es este mar de orquídeas que ya ha llamado la atención de la prensa internacional que le ha hecho reportajes culturales y conservacionistas en su tipo el jardín Cocaleca es sin duda el má.
hermoso de Costa Rica, de ambiente rústico y natural Podría citarse el jardín de Las Cruces, al sur del país, pero se trata de un jardin botánico que debe describirse por aparte.
Esta muestra de jardines costarricenses pone a las claras el interés y el amor a la naturaleza de un selecto grupo de personas.
Gracias a estas gentes, aquí y en el mundo, acaso pueda ser salvada la naturaleza, pese a la destrucción que propician otros.
Entre tanto, oremos con el poeta: de color lila en plena floración dan la bienvenida al visitante. Dona Maria Eugenia tenía en su antigua residencia en el Paseo Colón un bellísimo conjunto de árboles y flores, completado con flamingos rosados, aves traidas de la Florida.
Algunos de los árboles los hizo transplantar a su otra residencia en Curridabat, que ocupa actualmente, las grúas levantaron los árboles con su correspondiente adobe y llevados a su nuevo espacio, además, se aprovechó todo lo sembrado anteriormente integrándolo a un diseño perfeccionista, se acondicionó la lecheria para transformarla en un invernadero, se construyeron otros para orquídeas y anturios; además de la piscina hay un laguito bordeado de macetones con vandas suavis y vandas ceruleas, traidas del Africa hace tiempo y que se han aclimatado a la perfección en nuestro país, además agapantos, aves del paraíso, heliconias, helechos, etc. Seria incontable detallar las bellezas de este precioso lugar, uno de los más bien dispuestos que hayamos podido admirar Su sobrina, doña Ileana Jiménez de Terán, ha seguido su inclinación, logrando un jardin igualmente bello, habiendo traído del exterior plantas que ahora enriquecen nuestra tierra, como la lluvia de encaje. del Ecuador, y los amarilys rosados. Posee gran cantidad de orquideas, siendo una reconocida orquideóloga; actualmente preside, por segunda vez, la Asociación Costarricense de Orquideología, y ha hecho una gran labor por la propagación de la guaria morada, la flor nacional, en peligro de extinción Años atrás, doña Olga Volio de Fischel, ya desaparecida, poseia en una antigua residencia en Santo Domingo de Heredia, un jardin de guarias, las que fiorecían por miles en los troncos de los árboles, en pretiles, en las tapias, en macetas, complementadas con árboles para dar sombra. Ya ese jardin desapareció también, desgraciadamente. Sin embargo, un amigo nuestro, extranjero, obtuvo permiso de su dueña para tomar una película del mismo que espero conserve y pueda permitir su exhibición ante MASALAR or Dios JARDIN OF NINGUN ORALES Vanda suavis en plena floración, en el jardín del señor Jean Martin.
quienes quieran recrearse admirándolo.
Otro jardin de orquídeas es el del señor Jean Martin, en la misma zona, con una entrada de buganvillas enanas y luego una gran zona sembrada de güitites, árboles muy amados de las orquídeas, cuyos troncos están literalmente cubiertos de ellas, especialmente las blancas tan escasas en la actualidad y gracias a esos aficionados como don Jean podrán salvarse; además, otros troncos, sirven de amparo a los dendrobios, las vandas, las miltonias, los phalenopsis y otras muchas: ha viajado especialmente a adquirir ejemplares aquí, con constancia y amor, ha conseguido multiplicar; su jardín está cercado de bungavillas y agaves, y en la época del verano, cuando todo está florecido, es un paraje de encantamiento El beso del sol para perdonar.
El canto de los pájaros para alegrar Se está más cerca de Dios en un jardin 978293 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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