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LA REPUBLICA. Lunes 26 de febrero de 1990 17 COMENTARIO INTERNACIONAL Direcco gener HEMEROTECA Bibione SODA CLAUSET URET ACTO sean Cristo Papa TARAN LOS HIJOS DE CAMILO SOMOS DE con ados, recer rtura bales a los as de lona cas.
atará, stituir ación una ecua mbién Codos bados nidas por el LIBERACIÓN MUERTE ELIN erzos para antos Pero Pablo IX parte Guerra al narcotráfico iados os por hace LIMA (EFE. En Perú, principal productor de hoja de coca en el mundo, hay consenso sobre la necesidad de librar la guerra contra el narcotráfico pero sin convertir en víctimas a los campesinos cocaleros.
pero paz a campesinos El incierto futuro que una severa erradicación representaría para cerca de 300. 000 personas que se estima están vinculadas al cultivo de la coca parecen justificar la posición ambivalente que se atribuye a las autoridades peruanas frente a las presiones de los Estados Unidos.
capitalizados por las guerrillas Sendero Luminoso y el movimiento revolucionario TUPAC AMARU.
Aunque ninguno de esos grupos insurgentes ultraizquierdistas lograron una alianza sólida y duradera ni con los campesinos ni con los narcotraficantes, han defendido a unos y se han unido coyunturamente a los otros, siempre alentando la producción de coca, en la que ven un elemento de guerra y en la que encontraron un tenebroso y abundante caudal financiero.
La cocaína envenena el capitalismo y es el peor golpe contra los Estados Unidos, dicen las proclamas senderistas.
Los movimientos guerrilleros han ocupado en las zonas cocaleras cada vacío El Gobierno y la oposición de Perú y sostienen que cada arbusto de coca arrancado compulsivamente atiza la hoguera de la guerra subversiva que consume al país desde hace diez años, con más de 17. 500 muertos y pérdidas parecidas a las exportaciones de un lustro.
VIVA EL CONTRA EL Center FACISMO Siste Hobby Dom NALE. PL dejado por las autoridades y las suplieron en el sistema de sobornos de cinco a diez mil dólares por viaje, que pagan los narcotraficantes colombianos para que sus avionetas operen sin contratiempos en aeropuertos municipales del valle del Huallaga.
Algunos especialistas admiten que la primera batalla de la guerra contra el narcotráfico en Perú debe ganársela el Estado y la sociedad a la subversión, antes de poner en práctica programas integrales de desarrollo agroindustrial alternativos a los cocales.
Los cocales se han multiplicado por 12 en los 15 años últimos hasta las cerca de 200. 000 hectáreas actuales, como consecuencia de que la coca representa una fuente de ingresos permanente y segura frente a cualquier cultivo legal.
Aunque el precio de la hoja de coca ha caido de tres dólares al más bajo nivel histórico de 50 centavos, aún rinde más para los campesinos que el precio, descontados los gastos de comercialización, que alcanzan productos legales como el cacao o el achiote.
La exportación de coca aporta, además, importantes recursos a la economía formal, alrededor del 25 por ciento de las divisas peruanas más que cualquier exportación tradicional, y refuerza las reservas monetarias de un país con severos problemas crónicos en la balanza de pagos, sostienen los economistas.
El Gobierno peruano es partidario de programas de cultivos alternativos a la coca pero sostiene que los países consumidores sobre todo los Estados Unidos, deben garantizarle a los campesinos no sólo ayuda financiera para aplicarlos sino también infraestructura, medios de transporte, mercados y, eventualmente industrias transformadoras.
Esa parece que será la propuesta principal que el Presidente peruano, Alan García, lleve el próximo dia 15 a la cumbre de seis horas que celebrará en Cartagena de Indias con sus colegas de Bolivia, Colombia y Estados Unidos, según fuentes oficiales.
de beria pleto ción scar dos muy país la in os es los La REPLA.
arse arias conóepta sin emos ar las gar el aber La represión contra el campesino cocalero facilita su captación política por los grupos alzados en armas, que asumen la defensa de los productores contra el Estado y las bandas de narcotraficantes, señaló el informe de un organismo no gubernamental especializado.
Cada campesino al que se le arrasa su plantación es un candidato a unirse a la subvención, agregaron fuentes oficiales.
El crecimiento de los cocales no ha experimentado un incremento tan vertiginoso en alguna parte del mundo como en el valle del río selvatico Huallaga, situado en el corazón del Perú, donde, según las autoridades, el 95 por ciento de las personas depende de la coca.
En el Huallaga la violencia está asociada a la coca, sobre todo después que el rechazo de los campesinos a los programas oficiales de erradicación fueron GOO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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