Incontenible aumento de exiliados latinoamericanos Riviera judía de Miami desaparece Los cubanos primero y luego los nicaragüenses. Los marielitos complicaron la situación Por Dan Seweil de AP dicionalmente judíos en los directorios de Abe Resnick, comisionado de la ciudad, rela ciudad para seguir a la población. almente los espantaron tanto que se fueEs hora del almuerzo en el restaurante Mientras que hay una gran variedad ron.
Rey David y los clientes judíos ordenan de motivos para el cambio, el catalizador La policía respondió aumentando sus emparedados de lengua, carnes o pasfue en 1980, cuando el Presidente Fidel unidades y los funcionarios de la ciudad intrami.
Castro abrió el puerto de Mariel a los cuba crementaron su vigilancia para que se unos cuantos metros en otro restau nos que quisieran abandonar la isla.
cumplieran los códigos de vivienda y se rerante, jóvenes vestidos en camisetas y Entre los 125. 000 cubanos que llega dujese el número de personas que habitapantalones de vaquero, ordenan ensaladas ron a Estados Unidos había miles de vaga ban en los departamentos de rentas bajas.
de espinaca, mientras que en otro mucha bundos y criminales no deseados por la re Posteriormente llegaron nuevos plachos que hablan castellano piden empare volución cubana.
nes de remodelación y la población de la rados de bistec y cerveza fría.
La mayoría de los llamados marieli playa se ha convertido en gente más joven Por cada restaurante judío en el sur de tos se dirigieron al área de Miami y sé y menos judía. En la última década, hasta Miami Beach, la llamada riviera judía, hay unieron medio milion de refugiados cuba el 40 por ciento de los nuevos residentes otro que ofrece comida estilo cubanc o ni nos que ya residían aquí. Algunos que no han sido hispanos y la edad intermedia ha y caragüense.
tenían familiares con quien vivir se muda bajado de los 67 años en 1982 a los 50 La población judía ha bajado drástica ron al extremo sur de la playa, y llenaron años.
mente en la franja de 41 calles ante el au los apartamentos de rentas bajas.
Resnick, de 65 años, ha vivido en mento de exiliados latinoamericanos. Los Los asaltos, robo de bolsas y saqueos Miami Beach desde 1960.
fenómenos modernos como los condomi de vitrinas aumentaron en la playa, y las Era una vida muy interesante para el nios, los marielitos. los jóvenes profesio víctimas más vulnerables fueron los jubila pueblo judío, dijo, había de todo para ese nales y el problema más antiguo del planeta: la mortalidad.
Cuando llegué aquí, este edificio era 99 por ciento judío, dijo Rita Sors de 65 años, una emigrante polaca sobreviviente del holocausto. Muchos se fueron, y por supuesto otros murieron. Fueron sustituidos por latinoamericanos.
La señora Sors, quien compró su condominio con vista al mar en 1980 luego de radicar en Venezuela por más de 20 años, habla español y se ha adaptado más fácilmente al cambio de los Liebman a los López que muchos otros judíos jubilados.
Si los nombres de tus vecinos solían ser Raquel o Isidoro y ahora son, José, Pedro y María y no hablan tu idioma. La gente se pone nerviosa, dijo Ira Sheskin, profesora de Geografía en la Universidad de Miami que hace crónicas sobre el movimiento de la población judía en el sur de Florida para varios grupos judíos y para su publicación demográfica judía en Florida.
De unos 290. 000 judíos que tenía en 1975 el condado de Dade ahora cuenta con 225. 000. Miami Beach tiene 58. 000 de una población general de 100. 000. en SWUAT comparación con los 82. 000 que había en dos de edad avanzada.
1982, agregó Sheskin, quien realiza entretipo de vida; actos culturales, teatros, gente vistas telefonicas y cuenta los nombres traу Sacaron a mucha gente de edad, dijo que se reunía, las sinagogas solían estar tan llenas que había que traer sillas.
Sheskin, quien trabaja en una historia sobre los judíos en el sur de La Florida destacó la ironía que la llegada de los latinoamericanos haya forzado a los judíos a dejar un área que en las décadas de 1930 y 1940 tenía tradiciones antisemiticas. Los hoteles eran para clientela restringida y algunos restaurantes colocaban letreros que leian: no se admen judíos ni perros. los soldados neoyorquinos estacio nados en el área durante la Segunda Guerra Mundial les gustó el lugar e inicia ron una gran migración junto con los judíos europeos atraídos a la tierra del sol, la arena y la diversión.
En 1940 había 000 judíos en el con dado de Dade, dijo Sheskin, para 1950 había 55. 000 y en 1955 ya eran 100. 000, Sin embargo la era de los aviones a reacción, con sus nuevas rutas al Caribe y al sur, quitó algo del exclusivo atractivo y la llegada de los condominios para gente jubilada empezaron a hacer que muchos se marchasen.
Muchos jubilados sencillamente murio ron o no pudieron comprar casas con el desarrollo que atrajo a los jóvenes profesionales con un fuerte poder adquisitivo al descubrir el atractivo de los edificios Ant Deco y la oportunidad de vivir junto al mar.
La playa que alguna vez tuvo centros nocturnos estilo Manhattan o Las Vegas está ahora llena de sitios para jovenes como la discoteca club Nu o la sala de fiestas Penrods junto al mar, que ofrecen noches con baile de lambada o grupos de rock.
Tres de las diez sinagogas en el sur de la playa han cerrado en los últimos años y las carnicerías y librerías judías se han mudado hacia el norte. La comunidad judía está desapareciendo poco a poco, señaló Resnick.
No obstante la población judía en general en el sur de Florida se ha incrementado, destacó, con 650. 000 residentes que viven ahora en los condados de Beach, Broward y Dade, en aumento respecto a los 550. 000 que vivían allí en 1980.
La manía de comprar sólo por comprar Beito SA Susanne no podía resistir la tentación de com diferencia de otros consumidores normales. que compra prar ofertas: cinco pull overs, tres camisones, dos más de lo necesario pero lo hacen como compensación pares de zapatos y hasta un sobretodo de la mesa para reprimir un problema.
de saldos. Todo de una vez, aunque los artículos En muchos casos, la obsesión por comprar aumenta terminaban amontonados en los abarrotados ar con el paso del tiempo, y cuando los enfermos intentante marlos de su casa. Dos semanas después volvía a primirse se sienten intranquilos, sofocados, y vuelven a salir de compras y compraba, compraba y com salir de gira por las tiendas.
praba sin parar. Su madre la sacaba siempre de Schernorn afirma que todos los enfermos tienen en los aprietos económicos que sufría la hija por común el poco valor que se dan a sí mismos y tienden manía de llevarse todo lo que vela. Cuando la menudo a sufrir depresiones, característica común cor madre murió, la herencia desapareció rápida otros maniacos que tiene su origen en la infancia.
mente en manos de acreedores. Recién ahora, Tal es el caso de Ninon, una mujer que vacia las es Susanne reconoce su afición comprar sin me tanterías de los supermercados y luego regala lo que tu dida.
comprado. los diez años, Ninón empezó a ir diariamen Gerhard Schernorn, profesor de Teoría del consumo y a la compra, para ganarse la estima de sus padres, que política del consumidor de Stuttgart, Alemania Federal, nes no le demostraban cariño, entrevistó con sus colaboradores a Susanne y a otros 24 Según los científicos, la obsesión por comprar sin me afectados para averiguar si la enfermedad, conocida en dida afecta no sólo a personas adineradas; si bien en les América del Norte como obsesión consumista. también de pocos recursos es más evidente, ni a las de una dete existe en la RFA y cuáles son las causas, sintomas y con minada edad.
secuencias del afán desmedido de comprar.
Aparentemente, las mujeres son más propensas qu Tras comparar los estudios realizados a entermos y los hombres a caer en la tentación de adquirir objetos que consumidores normales, los cientſficos comprobaron que no necesitan, lo que para bos expertos es un síntoma de la obsesión también alecta a muchos europeos, que com dependencia que caracteriza la vida de las mujeres en pran no sólo prendas de vestir sino también alimentos, re neral.
bjes, etc, y gastan enormes sumas en saciar sus ansias, a Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.