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Páginas ilustradas Ardua y difícil es la tarea que por cuarta vez voy emprender. Mas para ello cuento, entre otras cosas, con la experiencia adquirida en largos años de análoga labor: primero, con mis trabajos en Costa Rica Ilustrada, revista que si bien no consiguió los resultados que yo buscaba, especialmente en la parte artística, sí obtuvo el favor del público durante cinco años. Después publiqué Guatemala Ilustrada, durante tres años, en la capital de Guatemala, y, por último, en el año 1897 y parte de 1898 El Porvenir de Centro América, en San Salvador.
Esas experiencias y la afición que siempre he tenido por tales trabajos, me han animado emprender una vez más mis interrumpidas Jabores, contando, en la presente ocasión, con mejores elementos materiales, base importatísima de garantía que toda empresa debe ofrecer al público que va sostenerla.
El programa de mi meva publicación, sin dejar de ser amplio, estará apartado de la política y de la religión.
La estadística, la historia, la literatura y las bellas artes formarán la base de su desarrollo.
En este sentido estoy dispuesto a trabajar con la misma constancia y empeño con que en otras ocasiones lo he hecho, y para ello cuento con un taller propio, con mi trabajo personal en los ramos de Fotograbado y Dibujo y con distinguides colaboradores artísticos y literarios, tanto del país como extranjeros.
Modestamente, sin pretensión alguna, Páginas Ilustradas se presenta por primera vez al estadio de la prensa, y al hacerlo, saluda cordialmente al país y al distinguido Gobierno que lo rige, así como a la prensa de Costa Rica, deseando a todos un feliz año nuevo.
PRÓSPERO CALDERON San José, de enero de 1904.