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Humana Yo era joven, muy joven, y mis sienes la gloria circundaba; era rico, muy rico, mi fortuna derrochaba sin límites, sin tasa, y una mujer había que sus besos y sus frases de amor me prodigaba.
Pero mi hacienda se perdió, y los años vinieron, y las canas, y la mujer aquella, que ya nunca ha calmado mis penas ni mis ansias. No os lo habéis figurado todavía?
Era mi amada. Yo era rico: mi bolsa siempre abierta, como el caudal de un río, brotaba sin cesar torrentes de oro, del placer en el raudo torbellino, y había un hombre leal que día y noche se hallaba al lado mío.
Pero mi hacienda se perdió y el hombre.
que no he vuelto encontrar en el camino. No os lo habéis figurado todavía?
Era mi amigo!
Yo era joven y rico, y encontraba la gloria y el placer en todas partes; las mujeres salían mi encuentro, los hombres me rendían vasallaje, y una mujer había que mis pasos seguía con amor incomparable.
Pero mi hacienda se perdió, y los hombres huían del camino al divisarme, y las mujeres con sangrientas burlas contestaban de amor mis pobres frases; y la mujer aquella, que aun entonces me brindaba su amor puro y constante. No os lo habéis figurado todavía?
Era mi madre!
FÉLIX CALLEJAS 11

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