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EL CASTELLANO LAS REVOLUCIONES LITERARIAS FRANCESAS (Conclusión. Visitado por el insigne orador, nuestro distinguido amigo; cuya palabra todavía encanta con su recuerdo nuestros oídos. especie de sinfonía grandiosa, formada por todos los rumores de un torrente y todos los acordes de un órgano. hemos nombrado don Antonio Zambrana; como se hallase presente la hija de Teófilo Gautier, entonces ya difunto, y por esto, pupila, la hermosa Judith, del poeta; orador, que acababa de serla presentado, no contuvo su admiración, y le dijo Víctor Hugo: Es, señor, beliísima.
El poeta respondió en español. Mi hija es una hermosa estatua habitada por una estrella.
Esta anécdota nos fue referida por Rubén Darío.
El gusto de un francés por el castellano es como el de el diletante que tararea sus pasajes favoritos con énfasis y una constancia viciosa.
Recuerdo de un parisiense que nos asediaba con la repetición de algunas palabras que quién sabe dónde había aprendido, casi todas de tauromaquia. El picador. El toreador. La viuda. Pero la palabra para él más enfática era: El chulo. Hay en América un avecilla que llaman la viuda?
El francés estaba enamorado de una viuda, pero viuda dicho en francés; sin embargo, como hay un ave que en español se llama la viuda, designaba él aquella señora con el pseudo verso siguiente, que había compuesto de ex profeso: Cet oiseau Amérique dont elle porte le nom El pájaro de América cuyo nombre lleva ella. El picador. El toreador. El chulo. La viuda.
Va mucho de traducir y hablar un idioma extrangero escribirlo literariamente, y esto no consiguió Victor Hugo con el español, Sin embargo. y desde luego no nos dirigimos a los pedantes, advirtiéndoles que si no tienen el candor y la esthética necesarios, pueden no seguir la lectura de estas líneas. Víctor Hugo intentó toda su gloriosa vida escribir en castellano.
Es algo infantil: este idioma es para él una música y lo maltrata de un modo encantador: Tholomyés canta en un pasaje de los Miserables esta canción en el español de Victor Hugo: Soy de Badajoz.
Amor me llama.
Toda mi alma Es en mis ojos. Por qué enseñas tus piernas?
Se concibe la idea poética de Víctor Hugo.
Soy de Badajoz: el amor me atrae: mi alma asoma mis ojos: ten cuidado, que tus faldas dejan ver algo más del tobillo. Por lo que hace la rima, el poeta pronunciaba: