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El hombre se incorpora hacia la visión: la visión canta: Es menester cielos ir tú que llorabas reir.
La mujer irradia como un astro y pronuncia estas palabras. Gebra, barzón!
Deja, monstruo, tu negro Caparazón. Poniendo la mano en la frente del hombre. Gebra, barzón, significa para el poeta: rompe el yugo. Caparazón vienen ser los instintos animales.
Se oye otra voz más profunda: el canto humano, dice el poeta, responde al canto sideral: también deben expresarlo palabras españolas: Oven jama!
Eres alma, Soy corazón.
No necesitamos decir cuánto hay de profundo en este misterio del charlatán Ursus para los que sueñan en la ópera en casteliano.
Hallar la música del idioma castellano es crear la música del porvenir. La música de Wagner es la música del idioma alemán. La música de Gounod es la música del idioma francés, como la de Flotow es la música del idioma inglés, y la de Bellini la del italiano.
Toda música que no se funda en el genio del idioma propio, es solamente erudita.
La influencia del genio del castellano, de Calderón, de Lope, y aun de Iriarte y Samaniego, en Victor Hugo, explica Hernani el Bandido Español. Los casos menos notables de esta influencia son incontables y reclamarían, de anotárseles, un libro.
FRANCISCO GAVIDIA.
El Holgazán Cubierto con harapos humillantes, La estupidez del beodo en la mirada el cinismo en la faz amoratada Lleva doquier sus pasos vacilartes.
Siempre dispuesto al mal. Con insultantes Risas desdeña la labor honrada, es su conciencia, la virtud cerrada, Honda fuente de vicios repugnantes. Miserable de tí, miembro podrido De la patria común, donde se encierra Lo grande y bello del Creador nacido: La justa sociedad te hace la guerra la divina ley te ha maldecido Oh inútil peso de la triste tierra!
FELIPE ESTRADA PANIAGUA