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Las Cuatro y Tres Cuartos Comedia en un acto y en prosa por CARLOS GAGINI (Continuación)
ESCENA XI Dichos, Rochefort. Todos se levantan) Is. Coronel, tengo el honor de presentar usted al señor conde de Verteuil. El señor.
Punt. Pantu, amigo del señor conde.
Roch. Ham. Se inclina ligeramente, fingiendo no ver que ie tienden la mano. Ellos disimulan estirándose los puños. Siéntense ustedes, señores.
Vert. Ap. Qué generoso!
Pant. Ap. Me parece que se va aguar la fiesta.
Vert. Al coronel. La señora Rigaud habrá puesto a usted al corriente del objeto de esta visita.
Roch. En efecto. ert. Doña Isabel me acaba de decir que usted se encargó de hablar con la señorita Irene para saber su resolución.
Roch. En efecto.
Vert. Por lo tanto apedría saber si mi solicitud ha sido bien acogida por ella?
Roch. En efecto.
Vert. Cómo. seré tan dichoso que llegue obtener la mano de la señorita Rigaud?
Roch. Con ironía. En efecto.
Pant. Ap. Verteuil. Querido conde, faltan cineo minutos.
Vert. Cuánta felicidad! Pero, señor coronel, la señora Rigaud me dice que usted intenta dotar Irene, cosa que no puedo admitir de ningún modo.
Roch. En efecto, cuando doña Isabel me hizo saber la pretensión de usted (con intención) la desinteresada pretensión de usted, pensé que el angel que íbamos a poner en sus manos no debía estar expuesta ninguna humillación: entonces se me ocurrió haceria igual usted en fortuna, donándole toda la mía. ert. Pero.
Roch. Precisamente hay un pero: que después medité mejor mi proyecto, y me convencí de que usted tiene razón. Cuando se ama desinteresadamente, el hablar de dote es una ofensa. ert. Desconcertado. Pero. diee usted.
Roch. Lo que usted oye: quiero que Irene se lo deba usted to io, y que más tarde mi donación no sea motivo de disturbios domésticos. Dona Isabel escucha asombrada y Pantu con indiferencia. ert. Oh! me parece que.
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