general: Managua al General Guardiola. El cayeron en poder del General José María Valle, aquel mismo nicaragüense que siendo Subprefecto de Chinandega, se enroló en la expedición filibustera, engrosándola con ciento sesenta hombres que el Gobierno de su patria habia confiado a su fidelidad. Por la tarde las recibió Walker, y el dició manera de auto cabeza de proceso, esta orden «Comandancia General del Ejército de Nicaragua. Granada, noviembre de 1855.
Un consejo se formará a las 11 del día de mañana con el objeto de juzgar al General dun Ponciano Corral, sobre los cargos y especificaciones anexas.
El Consejo será formado del Coronel Honsusby, Presidente; Teniente Coronel Guilman; Mayor Sanders: Capitan Jorge Savideon; Capitán Astin; Capitán Lurmbull, y Teniente Jorge Caston.
Considerando: que el asunto es de importancia pública, el Coronel Fry obrará como Juez consejero.
El Coronel don Carlos Thomas servirá de intérprete para el Consejo. Walker. Solo el defensor del reo quedó en el tintero del autócrata.
Contra el General Corral se procedió en juicio de traición y sedición. El pais estaba en plena paz desde el momento que se firmó el tratado Walker Corral, y, además de su alta graduación militar, era Ministro de la Guerra; por consiguiente, para proceder de acuerdo con los mandatos de la Constitución que se acababa de dar, era la Cámara de Diputados quien correspondía conocer de las acusaciones formuladas contra los Ministros, y no un Consejo de Guerra. Pero aún en el caso de aceptar ese recurso tan extremo y de tan dudosa legalidad, su aplicación debió ejercitarse por un Consejo de Guerra formado por militares centroamericanos de su misma graduación, y no por subalternos de una gavilla de advenedizos, escoria de todos los pueblos. Pero en aquella lucha que se habia iniciado con el cobarde asesinato del señor Mayorga, los vencidos debían tener la seguridad de no encontrar cuartel, y resignarse su suerte.
El se reunió el Consejo de Guerra y asistieron a él el infortunado General Corral, su acusador y juez Walker, los testigos Coronel Fernando Chamorro y Patricio Rivas, Presi154