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Los Zingaros (POEMA RUSO)
POR ALEJANDRO SERGIESIEVIETCH POUCHKINE (1799 1837)
VERSION CASTELLANA DE JOSÉ FABIO GARNIER (Continuación) Pasan dos años y la bohemia alegre y vagabunda encuentra en todas partes la paz y la hospitalidad. Aleko ha sacudido las cadenas de la civilización y es feliz en medio del desierto: le agrada vivir en una tienda, gusta de la embriaguez de su eterna pereza, ama hasta la lengua bohemia pobre y sonora. Su compañero es el oso desertor de los bosques. En las aldeas situadas la orilla del camino que atravesando la estepa lleva la capital de la Moldavia, el oso danza en medio de los campesinos asombrabrados, grune y muerde impaciente su cadena mientras el anciano marca el compás con su tamboril. Aleko conduce el animal y lo hace bailar al son Uua vista en Puntarenas Fot. Ruild 182