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NECROLOGÍA Don Jesús Pacheco Ugalde Este respetable anciano, orgullo de Costa Rica, digno representante de la generación vieja y padre de una familia tan numerosa como distinguida, murió el 18 del corriente a las doce en Cartago, como habia vivido: rodeado de su anciana compañera, de sus hijos, de sus nietos y bisnietos, que cual ángeles del cielo, despedían al abuelo querido al hacer su viaje a la Eternidad.
La muerte, espejo fiel de la vida, fué tranquila y serena. La familia constituyó su ideal en la lucha, y ella, endulzó con su cariño el instante supremo de la separación.
Nació, don Jesús, el año 1830.
Su educación fue la de aquella época: deficiente, si se quiere, en ampulosos conocimientos; pero sólida en cuanto se necesita para el uso de la vida, y rica en extremo en moral y respeto. El único preceptor, que en aquella época Cartago tenía, era el maestro Porras que con el Catón y la Bula, únicos autores, enseñaba perfectamente leer. La aritmética, caligrafía y ortografía eran atendidas con conciencia. En aquellos pobres bancos estaban sentados, por entonces, los ilustres ciudadanos, Jiménez, Volio, Carranza, Oreamuno, Mata, Figueroa y la pléyade de patricios, que con su cordura y desinterés, tanto engrandecieron la patria.
Dotado el señor Pacheco de clara inteligencia y viva penetración, se formó al calor de la austera vida de sus padres, y desde su juventud, se distinguió por su fino trato y esmerada educación.
Joven ya, se despertó en él la idea del trabajo y sin mirar los inconvenientes y peligros de rudas travesías, hizo varios viajes a Centro América para importar géneros, que le dieron alguna utilidad, con la cual, se estableció y no volvió a salir del país. la edad de veinticinco años, contrajo matrimonio con doña Josefa Cabezas Alvarado formando un hogar modelo por las virtudes de ambos y los principios de orden y de respeto que cariñosamente se guardaron.
49 años ha durado el amoroso consorcio de este matrimonio, que hoy queda truncado, por la ley fatal de la vida; y durante tan largo período, la paz, el cariño y las mútuas atenciones no han sido interrumpidas ni por un sólo día.
La luna de miel que empezó en 1855, terminó el 18 de abril de 1904.
Durante 74 años, que vivió, la actividad y el trabajo fueron los estí.
mulos de una naturaleza enérgica, consagrada exclusivamente allegar los recursos necesarios al sostenimiento decoroso de una gran familia; sin que desmayara en los mil reveses, en que la fortuna le volviera la espalda. Con.
tió siempre en el porvenir y puso los medios para llegar él. Fué comerciante y agricultor. Huyó de la política activa, y aunque tenía un criterio claro, jamás se entusiasmo en las luchas en que sus convecinos consumían sus energías y las amistades más caras. No ejerció cargo público. Obligado una vez, fué Presidente Municipal. Con el Gobierno, hace muchos años, celebró un contrato y para su cumplimiento tuvo que hacer otros particulares: más las autoridades desconocieron su deber y le quedaron respondiendo sus segundos compromisos, hasta arruinarle en cuanto poseía, Tuvo su cargo, por muchos años, la Sucursal del Banco de Costa Rica en esta provincia, hasta que fué suprimida últimamente.
Fué el señor Pacheco de condición suave, educado y altamente condes.
cendiente con sus amigos y relacionados. Su carácter jovial y agudo revela248